En unas laberínticas mazmorras que ahogaban sin piedad con su inmensa humedad Sator se desplaza con decisión sin dudar en ninguna bifurcación del camino, arropado con la tenue luz de una antorcha recorría aquel cementerio de peste sin inmutarse por el cada vez mayor numero de criptas que acogían con obligatoriedad los tiznados cadáveres masacrados por el fuego con el afán de purificar tan maquiavélica enfermedad, los adoquines apilados que conformaban las paredes de aquel fúnebre laberinto lloraban unos gases asfixiantes que engendraban un fuerte dolor de cabeza, después de profundizar en aquellas catacumbas durante dos horas por fin llego a su anhelado destino, una gran cámara que contenía un ciclópeo panteón, esculpido con hermosísimo detalle así como cada una de las columnas ,arcos que lo conformaban y las majestuosas estatuas de Ángeles de la muerte que se desperdigaban de forma aleatoria por las tumbas de la construcción, sus dimensiones eran amenazadoras, se erguía como un divino dragón albino sobre el insignificante Sator, el tejado de la estructura lo componía una esplendida cúpula de la mas moderna arquitectura moteada con los mas detallados relieves y sobre la que se haya con sumo esplendor un mausoleo que perfectamente podría agradar a la vista del publico en las plazas mas concurridas de las capitales del mundo, la esbelta figura del rey Lionel tallada en un valiosísimo mármol traído de las tierras lejanas, su rostro tranquilo y apaciguador definía bien como había tratado al reino en esos años en que fue esculpida la estatua, pero desde que la dulce locura lo engullo nada tiene que ver con aquel benevolente y justo rey que ahora dicta con puño de hierro la desquiciada ciudad de Jazar. Apoyándose en los salientes que conformaban la base de los distintos niveles de aquel devorador de muertos alcanzo una cripta con el siguiente epitafio:"Que no está muerto lo que yace eternamente , y en los eones por venir, aún la muerte puede morir". Con los múltiples utensilios esparcidos por los rincones de su indumentaria retiro la losa de piedra maciza que estallo en mil pedazos contra el mugriento suelo de la mazmorra generando un enorme estruendo que se difundió por toda aquella red de antiguos túneles. Sator abrió el humilde cofre de madera que se hallaba en el interior de la tumba, recogió un pequeño vial con un anómalo liquido verde esmeralda y las tres gemas mas hermosas que jamás un hombre haya podido soñar, Sator se quedo un rato seducido y cautivado por el singular brillo que vomitaban aquellas piedras preciosas sobre su rostro, pero pronto se enterró su ensoñación y cayo en la cuenta que el ultimo aliento de aquella losa debió de alertar o despertar a algo que se aproximaba con el sonido de decenas de pasos en formación.
Cuando aquel trozo de carne negro esparcido de forma ordenada por la camilla no puedo aportar mas información a los morbosos causantes de la disección fue retirado por Mariel con ayuda de una vara negra hacia una vieja cesta de mimbre de dimensiones oportunas a su función en la que ya se hayaban otros sádicos "puzles" desentrañados. Su reciente amo le había ordenado que llevara aquellas piezas de estudio al patio exterior de su guariada para que los quemara, Mariel parecía haberse adaptado bien a esta pesadilla kafikana que guiaba su surrealista y pésima vida que parecía haber llegado a lo mejor que le podía pasar, su ansias desvelar el cuerpo humano habían resucitado y las condiciones que le exigía aquel medico de la peste eran mas que justa por el don del saber que le otorgaba. En solo un día habia tratado de descifrar la posible rutina que envolvería con suerte el resto de su vida, no tenia intención alguna de volver habitar alguna deprimente pocilga o cuadra de la ciudad pagando a los dueños con cortas e intensa sesiones de sexo en la que aquellos hombres la embestían fuertemente sin mirarle a la cara, sin retirarse los pantalones del todo y en menos de cinco minutos se habían levantado y retirado por donde habían entrado con el mismo silencio, Mariel detestaba aquella violaciones permitidas pues la hacían sentir un mero agujero de desahogo de rutina, quería que durase horas ,mientras la mirasen fijamente a sus bellos ojos verdes, apreciar y sentir la piel de la persona, notar las manos de alguien deslizando por su pechos y cuello que la harían sentir mas que un agujero y que es capaz de complacer con mas partes de su cuerpo y aunque sea en esas lamentables condiciones por lo menos crearse la ilusoria y utópica realidad de sentirse querida, estos intrusivos pensamiento le regalaban una leve sonrisa mientras por fin aun succionando de rodillas el pene del medico mientras el leía con detenimiento un antiguo libro sentía la mano del hombre acariciar con ternura su pelo, después de tragar el semen y agradecer al amo tan dulce manjar como el le ordeno que hiciera, se dirigió a su otras obligadas tareas, hacia años que no cocinaba y le fue de mucho gusto poder volver a emprender tal tarea y mas cuando aquel hombre agradecía con sinceridad la calidad del sabor, comieron mientras el la miraba lívidamente y ella se mantenía cabizbaja comiendo acatando aquellas ordenes engendradas por multitud de filias que aquel misterioso hombre necesitaba complacer casi a diario, Mariel recogió y lavo los utensilios de la comida.
-La carne estaba deliciosa debo admitir, ni a mi me hubiera quedado tan jugosa-Mariel se sonrojaba con cada comentario positivo a su persona ya que era las primeras veces en su vida que los recibía-Por cierto creo que es momento de presentarnos, me llamo Bageril, tu?
-Mariel ,señor.
-Bonito nombre, que te parece si continuamos nuestros estudios, hay muchísimo que enseñarte y debo continuar con mi labor, me temo que mis días no me lleguen para completar mi objetivo solo espero tener el suficiente tiempo para mostrarte lo maravilloso que es el ser humano por dentro y termines mi misión.
Mariel no sabia si preguntar de que misión se trataba por si su amo se enfurecía al entrometerse en sus asuntos pero sentía algún vinculo especial entre ellos, una confianza anómala que en pocas horas había cobrado una solidez plausible además si Bageril pretendía que ella completara su objetivo debería de conocer de que se trata, así con voz baja y delicada le susurro: Amo, disculpe por hacerle preguntas, pero de que misión se trata, perdón.
-No creas que por que te digo lo bien que cocinas, o no te pego o te enseño el arte de la medicina tu y yo somos amigos o tenemos algún tipo de trato cordial, no es mas que una relación parasita yo necesito callar mis vicios y culminar mi obra, tu vas ha ser la progresión de mi después de mi muerte, mientras que tu necesitas cobijo comida y se al mirarte a los ojos que deseas con tu alma rota aprender mas y mas. Aunque quizás la culpa haya sido mía por ser tan benevolente y hospitalario una muestra de diferencia jerárquica te hará ver perfectamente la línea que nos separa a ti y a mi, túmbate desnuda decúbito prono en la camilla.
Mariel derramaba una lagrima que se desintegraba en una húmeda y fina carretera hasta su barbilla no por su inminente y desconocido castigo sino por las frustradas ilusiones de algún compañero que mostrase una pizca de aprecio por ella.
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La médico peste
HorrorUna madre y un hijo escapan de la peste negra escondiéndose en una oscura ciudad e intentando pasar desapercibidos, sabiendo el mal que se avecina, aunque quizás la enfermedad sea el menor de los problemas.