Nunca

2.6K 301 11
                                    

A veces la verdad duele más que las mentiras 

Todos tienen miedo de salir lastimados 

Así que se alejan de la verdad 

Sé que es un poco peligroso (muy amargo)
No sé si puedo manejarlo (aunque sea una mentira)

Pero si pudiera tenerte a mi lado
Le dije
Mentiras dulces, mentiras dulces, mentiras dulces
La mentira más dulce del mundo, cariño

Le dije
Mentiras dulces, mentiras dulces
Si esto es lo que quieres, lo haré todo 
 

EXO— Sweet lies


Proverbio Kagami

Los días pasaron y me decidí a olvidar todo lo ocurrido aquella noche, eso había sido un error, algo que no debía de haber sucedido por nada del mundo. Porque mi vida iniciaría desde ahora y no debía quedarme parado en esa desafortunada noche. Yo amaba a Satsuki y ella a mí, eso era lo que realmente importaba, no lo demás. Quería tanto a esa pequeña peli rosa como para preferir su felicidad sobre la mía y no herirla. Gracias mi suerte no me volví a encontrar con Kuroko Tetsuya.

—¡Tai-chan! —el agudo grito de Satsuki me sacó de mis profundos pensamientos.

—¿Si? Nena —respondí a lo que ella formó un adorable puchero, algo muy común en ella. No tarde en acercarme y besar sus labios sabor fresa.

—Te decía que si estabas de acuerdo en mañana tener la primera cita con el organizador de bodas —asentí con la cabeza para después abrazar a mi pequeña novia y acorrucarnos en la cama. Escondí mi rostro en su cuello y repartí pequeños besos por toda su suave piel perfumada.

—Lo que quiera mi princesa —Momoi sonrió triunfante ante mi respuesta.

—Bueno, en ese caso, mañana será, de hecho, yo conozco al organizador.

—Ah, ¿sí? —cuestioné poco interesado, era más divertido besar a mi prometida.

—Sip, es un buen amigo mío —besé a Momoi y después me estiré un poco para apagar la luz —. No puedo esperar para mañana —Satsuki se acomodó en mi regazo y pronto se durmió.

—Te...quiero mucho preciosa. Olvidare todo aquello, lo juro.

Esa noche no pude dormir.

—Es aquí —habló Momoi señalando la puerta de color vino. Asentí y me acerqué a la puerta para dar tres golpecitos en ella. Se escuchó un 'Ya voy' y segundos más tarde un rubio abrió la puerta. El chico era alto, cabello rubio, ojos dorados y una sonrisa brillante adornaba su rostro, se me hacía conocido.

—¡Hola! Un gusto conocerlos mi nombre es Kise Ryouta ¿Tienen una cita? —él chico preguntó mientras nos dejaba pasar al lugar, un gran departamento ordenado y de bellos muebles.

—Eh, si —Satsuki respondió con una sonrisa pequeña.

El lugar estaba perfectamente ordenado, contaba con muebles coloridos y paredes blancas, el piso era de madera reluciente y tenía un aspecto hogareño, el organizador definitivamente tenía un buen estilo.

—Genial, pueden sentarse, en un momento los atenderán ¿Cuál es su apellido? —Kise señaló una pequeña sala de color azul y gris, nos dirigimos ahí, tomando asiento en el sillón de dos plazas.

—Momoi.

Satsuki y yo nos sumergimos en una agradable charla sobre cómo queríamos que fuera la boda y en dónde. Minutos después Kise regresó y nos dijo que podíamos entrar a la oficina.

A paso rápido entramos a la oficina la cual era color blanco con cuadros colgados, un escritorio color celeste y blanco, una pequeña alfombra y una moderna computadora en el escritorio, nuevamente todo estaba pulcramente ordenado. La habitación emanaba un suave olor a vainilla, olor que me hacía recordar la noche del error.

—¡Tets-kun! —el gritó de Momoi me trajo de vuelta a la realidad nuevamente.

Me giré hacía ella encontrándome con una vista que me sorprendió. Satsuki abrazaba a un chico, pero ese no era el problema, lo que importaba es que ese chico era Kuroko Tetsuya, el bello chico de la fiesta, el bello chico con el que tuve relaciones. Miré a Kuroko con los ojos completamente abiertos, sorprendido de encontrarlo, el parecía no haberme notado. Se suponía que no debía de verlo de nuevo.

—Momoi-san, hace mucho tiempo no la veía —Kuroko sonreía tiernamente pero su sonrisa se esfumó en cuanto me vio. Tetsuya abrió sus ojos como platos. —Usted —su cara era un poema y sus mejillas se pusieron completamente rojas, mientras bajaba la mirada, enfocándose en el piso.

—¿Se conocen? —Momoi nos miraba confundida.

—Eh, si, nos conocimos en el club Kiseki, le invite un trago —me apresure a responder. Kuroko sonrió confirmando.

—Ah, el mundo es tan pequeño. Bueno, Tets-kun él es mi prometido. Tai-chan, Tets-kun y yo nos conocemos desde pequeños, lamentó no haberlo presentado antes, pero Tets-kun siempre se encontraba ocupado al igual que tú y en secundaria y preparatoria estuvimos en diferentes instituciones. Además, perdimos el contacto —yo solo me dedicaba a asentir, mientras mi mirada no se apartaba de Kuroko. Nos sumimos en un silencio algo incómodo hasta que Tetsuya carraspeó y nos invitó a sentarnos.

—Bien, y cuénteme ¿Cómo desean que sea su boda?


De bodas a pañales (CORREGIDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora