De bodas a pañales (CORREGIDO)

El plan (MuraHimu)

El mundo está mirándote
Damas y caballeros
Estás brillando junto a mí, sí
Yo sólo te miro así
Damas y caballeros
Dime sobre ti, la brillante estrella

Es como si tu estuvieras esperando por mi, es como si estuvieras susurrándome una canción que me llama, una canción de las estrellas (Eso es verdad)

Exo- The star

Murasakibara Atsushi tenía un plan para todo en su vida. Bueno él no era el original creador de su plan de vida, en verdad eran sus exigentes y responsables padres quienes le planeaban todo, desde las tareas hasta los deberes, cuando se despertaba, que ropa usaría, cuanto tiempo duraría en el baño, a qué hora devoraría sus preciados dulces y cuando saldría con sus amigos. Literalmente tenía planeado hasta cuándo podía ir a cagar.

Según el plan infalible tendría acabar su último año de preparatoria con promedio mayor a 9.8 o más y entrar a una reconocida universidad. Obtener su título y comenzar a manejar la empresa Murasakibara.

Aunque los planes no siempre funcionaban.

Al igual que Midorima y Takao no habían planeado enamorarse.

Al igual que sus padres no planearon ser unos padres de mierda.

Al igual que sus progenitores no planearon que su hijo se acostara con su mejor amigo de piel cremosa y cabellos negros.

—¿Tu qué quieres ser Atsushi?

—Y-Yo quiero ser pastelero. —dijo con duda impregnada en su voz, con miedo a ser juzgado.

—¡¿En serio?! ¡eso es magnífico! ¡yo te ayudaré! ¡y tú a cambio me darás pasteles gratis! —Atsushi se sorprendió, Tatsuya era el primero en aceptar lo que quería ser realmente, el suceso lo emocionaba de una manera increíble.

—¡Acepto Muro-chin!

Desde ese momento Tatsuya se convirtió en su mejor amigo, se contaban todos los chismes, como si fueran comadres de vecindad lavando la ropa y poniéndose al día. Se querían mucho. Tatsuya era a la persona más importante para el peli morado y viceversa, el único que lo entendía, eran como uña y mugre. Por lo tanto, al entrar a secundaria que los dos se convirtieran en novios no sorprendió en absoluto a nadie. Incluso a los padres del más alto, ambos adoraban al pelinegro, no tenían nada de que quejarse sobre este, era bello, educado, sano y de familia muy bien acomodada. Tatsuya simplemente era el perfecto candidato para su hijo y aunque el peli morado y el pelinegro fueran pareja no era parte de su plan lo podían modificar un poco.

—¡Que sueño! —suspiro Tatsuya mientras se aventaba a la cama del peli morado con confianza. El más alto no perdió el tiempo, se lanzó a su lado y lo abrazó por la cintura, de forma que los dos quedarán cara a cara—. Fue el mejor día de clases.

—Solo dices eso porque es el último año de preparatoria Muro-chin.

—no, fue el mejor porque estamos en la misma aula. Aunque también es por lo que dijiste, ya quiero entrar a la universidad —dijo el pelinegro acercándose más a su novio.

—Yo no —el pelinegro junto sus labios con los de Atsushi y formó una sonrisa.

—Lo se —los dos se miraron a los ojos por unos eternos segundos, pero el contacto visual se rompió cuando sus labios se juntaron en forma de un beso pasional.

La pareja se giró de forma que Himuro quedó sobre Atsushi y sus labios continuaron unidos. Las manos de Atsushi bajaron hasta el trasero de Tatsuya y lo apretó provocando que un suave gemido saliera de los labios del de cabello negro al sentir como una de sus zonas sensibles era ultrajada, se separaron lentamente, solo conectados por un hilo delgado de saliva. En cosa de segundos ambos se encontraban sin camisa y Atsushi saboreaba con suaves besos y lamidas la pálida piel de su amado, la mano traviesa del más bajo se paseó por el marcado abdomen de Atsushi y parando en el elástico del boxer. Atsushi sonrío, pero la sonrisa se vio reemplazada por una mueca de placer cuando siento la mano de Tatsuya adentrarse en su ropa interior tanteando el terreno, para después tomar su gran miembro entre su suave mano. Himuro lo masturbo lentamente mientras el pelimorado se deleitaba saboreando toda la piel a la que sus labios tenían acceso.

—Muro-chin, pa-para, me voy a-a correr.

Himuro obedeció y suelto el erecto miembro caliente. La ropa estorba y pronto fue retirada de ambos cuerpos para terminar en el suelo de la habitación. Atsushi voltea a Tatsuya, quedando ahora el arriba, se tocan, se besan y se sienten el uno al otro. Con ayuda de saliva Tatsuya los dedos de Atsushi son lubricados. El peli morado bajo su mano hasta la estrecha entrada de su novio, insertó un dedo lentamente y comenzó con leves movimientos de rotación, mientras continuo besándolo, tratando de distraerlo. El más pequeño se removió inquieto cuando dos dedos más se reunieron con el primero. Cuando Tatsuya soltó un gemido entre el beso, Atsushi sacó los dedos y con cuidado dirigió su miembro a la entrada rosada, comenzó a entrar siendo precavido de no lastimar a su chico.

Atsushi comenzó con movimientos lentos, esperando a que Tatsuya se acostumbrara a su tamaño, al pasar de unos minutos las embestidas se hicieron potentes y destructivas, la cama se movía acordé a los bruscos movimientos y los gemidos y jadeos inundaron la habitación. Probablemente hasta los vecinos pudieran escuchar.

Tatsuya rodeo con sus piernas la estrecha cintura de Atsushi para que esté tuviera acceso a una mayor profundidad, mientras gimió sonoramente su nombre ya que sabía que al peli morado le encantaba. La escena era caliente paro sin dejar el toque romántico, ambos se besaban y de vez en cuando compartían palabras de amor, mirándose de una manera tan especial que solo ellos podían descifrar.

Atsushi llego a tocar el punto dulce del pelinegro, esté gimió y gracias a una punzada de placer sus paredes se apretaron, logro que Murasakibara emitiera un gran gemido al sentirse asfixiando por tal calidez Atsushi tomo entre sus manos el miembro palpitante de Tatsuya y lo comenzó a masturbar para aumentar el placer. La pareja llegó al tan esperado clímax, caliente y delicioso.

Ambos cayeron agotados sobre el colchón, la respiración agotada, pero las sonrisas aparecieron en sus caras. Atsushi salió lentamente del pelinegro y se acostó a su lado para abrazarlo por la cintura, dejando​ un tierno beso en su frente y lo acomodo en su pecho.

—Te amo Muro-chin.

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¡Hola!

Es algo triste, todos en el fic tienen amor y uno aquí solo como Mongola X'D okay no. Pero les tengo envidia:'( jajaja.

Espero les guste mucho mucho. No olviden votar y comentar si les gusto el Hard (a mí no en lo personal). Amor para ustedes.

Besos~