Poema 54.

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El tenía ojos tristes
Una sonrisa perfecta
Y siempre usaba camisetas negras.

El era alto y fuerte
Era mi compañero y cómplice,
Era cariño extraño
Era palabras torpes e infinitos abrazos,
El era suave brisa
Era el otoño yéndose deprisa,
Era tierra y marfil
Eran mi perdición sus labios carmín,
Era un helado en la tarde
Era caminar de la mano
Era un partido de basket,
Era emociones y mariposas
Era palabras dulces y juegos idiotas,
Eramos sueños y estrellas
Eramos muchos te quiero y noches eternas,
Eramos la inocencia del primer amor
Eramos infinitos nos amábamos con el corazón.

Eramos el invierno y suaves bufandas
Eramos lágrimas y caricias vagas
Eramos la primera tristeza
Sentíamos el final tan cerca.
Luego fuimos esperanza
Fuimos pereza
Fuimos días largos de grandes vergüenzas
Fuimos timidez y pasión
Y terminamos siendo un gran error
Fuimos fiestas y cerezas
Fuimos el dolor y alegría
Nos volvimos una canción.

Ahora somos polvo y cenizas
Somos recuerdos y sonidos de risas,
Somos algo mejor
Somos nuestro primer amor.

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