Poema 59.

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Entonces te vi, y todo se detuvo
El mundo giro más lento
Y el oxígeno se hizo puro.
Las aves volaron hacia el ocaso
Y cantaron a la belleza
En sintonía con tus labios.

Con suma destreza encontraste un hueco
Y te deslizaste en mi vida
Tomaste mi cuerpo,
Me hiciste perfecta
Amaste mis miedos.

Con delicadeza me robaste suspiros.
Mi nombre se perdió en tus latidos
Y la alegría se fundió en el camino.

Nos volvimos almíbar y jarabe
Duraznos y fresas
Azúcar y agave,
Nos convertimos en palomas volando
En frases discretas
En murmullos lejanos y caricias quietas,
Eramos trigo seco y dorado
La luz del sol calentando el cuarto,
Fuimos agua dulce de coco
lluvia en el bosque
La arena en la playa,
Fuimos dos magnetos que sincronizaron sus movimientos
Fuimos dos locos amándonos por completo.

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