Poema 62.

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Me acostumbre a tu calma infinita
A tus labios dulces y tu agradable risa,
A tus pasos silenciosos
A la delicada brisa,
Y comencé a necesitarte
Hasta para dormir y deprisa.

Mis sentidos te piden a gritos
Mi cuerpo encendido
Baila con tus latidos,
Y mis células explotan con delicados besos
Desiendes lento
Ocasionas revoluciones y me llevas al cielo
Con tus manos expertas y caricias nobles,
Mi vientre vibra bajo tu radar
Tu mirada me quema no puedo escapar,
Soy hierro fundido que suele saltar,
Me pierdo en tu inmensidad
Y tus réplicas en mi cuerpo
Anulan mis oídos
Sólo puedo verte y saborearte
No puedo dejar de acariciarte,
Y tus sonidos infinitos
Queman uno a uno mis pocos estribos
Me llevas al infierno y solo disfruto el paseo.

Poemas De Un Atormentado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora