2nd Day

60 4 0
                                    

Después de aquel incidente nocturno no puedo de dejar de darle vueltas al tema. Si Saeyoung mandó ese mensaje quiere decir que está vivo y yo debo rescatarlo, ya no podía perder nada más por intentarlo, pero desde el último chatroom no había vuelto a saber nada del resto de los chicos. 

-¿Cómo puedo contactar con ellos? - pienso mientras intento ver algo de televisión. -Jumin no tendrá tiempo para hablar conmigo y si voy a C&R no creo que me dejen avanzar más allá del hall. -cambio de canal. -Lo mismo se aplicaba a Jaehee, ella estaría junto a Jumin e incluso pueda que más ocupada que este... -volví a cambiar de canal. -Yoosung... ni si quiera se si hoy ha ido a la universidad o estará jugando LOLOL en su habitación... 

Iba a volver a apretar el botón para cambiar de canal cuando la voz de la presentadora atrajo mi atención durante un rato:

-... Y para finalizar nuestro telediario recordad el evento por el que la mayoría de las jóvenes de la ciudad han pasado noches en vela. La actuación del famoso actor musical Zen, que vuelve a los escenarios tras tres meses de ausencia...

-¿Zen? -exclamo mientras dejo caer el mando de la televisión. -¡Claro! Cómo no se me había ocurrido... Quizás Zen.

-... Ya casi no quedan entradas para la actuación... -apago la televisión, corro a por mi bolso y salgo de casa de un portazo.

Una vez más vuelvo a aventurarme en las calles deseando llegar al auditorio lo antes posible para encontrarme una larga cola. -¿Aún hay gente que no ha comprado sus entradas? -pienso mientras intento aguantarme la risa. -Suspiro y me coloco detrás de dos chicas. -Espero poder conseguir una entrada, necesito hablar con Zen cara a cara. 

Los minutos pasan y pasan, la cola avanza lentamente, de vez en cuando alzo la vista para ver cuánto queda para mi turno. Tras dos largas horas de cola me encuentro delante de la taquilla:

-Una entrada para la actuación de Zen...

-No hay. -contesta el hombre seco. 

-P... Pero... -balbuceo intentando analizar la situación.

-Ya se ha vendido la última.

-... ¿Puedo entrar al auditorio sin entrada?

-Si, pero no puedes acceder a la sala en la que se realiza la actuación.

Esa era la respuesta que quería escuchar y me alejo del auditorio a pesar de que en un par de horas tengo que volver. Paso las horas restantes en un centro comercial que se encontraba en los alrededores, a medida que el sol se oculta, pequeños grupos de chicas de todas las edades caminan en dirección al auditorio, enciendo la pantalla de mi móvil para ver la hora:

-Las 20:00, en dos horas tendré que volver a acercarme. -pienso mientras con un palito de madera hago girar la espuma del café, sin dejar de mirar por el cristal que daba a la calle.

Salgo de la cafetería para volver a la calle cuando la alarma de mi móvil empieza a sonar. Ya son las diez, y a paso lento me dirijo hacia el auditorio. Una vez dentro era imposible no detenerse y observar su interior. El cuero y terciopelo inundaban la mayoría de alfombras, cortinas o muebles sin perder una esencia llena de elegancia. A mi alrededor hay otras chicas, supongo que se quedaron sin entrada igual que yo. No se muy bien que hacer ahora por lo que decido deambular por todo el auditorio en busca de alguna pista.

-¡Zen acaba de salir! -se escuchan gritos. 

Esa fue mi señal, me giro buscando el origen de las voces para ver a varias chicas corriendo de un lado a otro. Seguramente ellas sepan mucho más que yo por lo que decido seguir la multitud para victoriosamente encontrar mi objetivo: Hyun Ryu. Dos musculosos miembros de seguridad impedían, junto con una cinta de terciopelo roja que aquellas fans locas no se acercasen demasiado a su ídolo, mientras que este avanza por el pasillo con su dulce sonrisa saludando con la mano. A duras penas consigo abrirme hueco entre todos para acabar a un metro de él. Entre los gritos, empujones y flashes intento gritar su nombre:

-¡Zen! ¡Zen! ¡Zen! ¡Mírame! ¡Soy...! 

Ya casi ni puedo oír mi propia voz con la mínima esperanza de que Zen me reconozca. Para mi desgracia, él sigue avanzando por el pasillo. Siento que el mundo se me viene encima. Si él no me había reconocido tampoco lo harían el resto de miembros, la posibilidad de reencontrarme con ellos se desvanecía mientras mi malestar aumentaba. Alzo la vista para desaparecer de ahí cuanto antes para encontrarme con los rojizos ojos de Zen, lo miro paralizada sin saber como reaccionar ¿Me está mirando a mí? Es mi última oportunidad:

-¡Zen, por favor recuerda... La RFA...!

Era imposible no ver cómo la cara de Zen se ilumina por completo mientras me ofrece su mano. No había duda, me está mirando a mí. Acepto su mano para cruzar al otro lado y alejarnos de la multitud que actuó más salvajemente tras ese gesto. Una vez en el camerino estamos completamente a solas. Él fue el que comenzó a hablar:

-Vaya, perdona por no haberte reconocido antes. 

-Menos mal que me viste. -contesté.

-Es imposible olvidar esos ojos. Hace tres meses que no escuchamos nada sobre ti ni de Sev... Quiero decir Saeyoung. Estáis tan ocupados que ni entráis en los chatroom. -deja escapar una pequeña risa. Al ver que no le sigo la broma empieza a sospechar. -... Ha... ¿Ha pasado algo malo?

Un extraño nudo se forma en mi garganta y me cuesta articular una frase con lógica. No estoy muy segura de por qué estoy nerviosa pero aún me duele recordar lo que pasó. Al ver mi reacción, Zen me abraza intentando tranquilizarme mientras me habla de forma pausada:

-Vamos, sabes que puedes confiar en mí. Cuéntame ¿Qué pasó?

Algo en mi interior hace que me estremezca y lo suelto todo de golpe:

-Saeyoung fue secuestrado por Saeran, habíamos intentado convencer a Saeran pero se negaba a escucharnos por lo que me quiso tomar por su rehén pero Saeyoung pactó con su hermano que me dejasen libre a cambio de que él se quedase en Magenta para siempre... Todo fue por mi culpa, si me hubiese dado cuenta antes... 

-Está bien, tu no tienes la culpa de nada. -contesta Zen intentando consolarme. -Has estado todo este tiempo guardándolo para ti sola...

-Después lo más probable es que obligasen a Saeyoung que tanto él como yo saliéramos de RFA y la imposibilidad de contactar con el resto... Afortunadamente él me mandó un mensaje y estoy un poco más tranquila sabiendo que sigue vivo. -termino de explicar con una sonrisa nostálgica.

-La verdad... Ni yo, Yoosung, Jumin o Jaehee no sabíamos nada de esto. Pensábamos que todo se había solucionado y... No se, que estaríais juntos. 

-Por eso he querido verte, para pediros ayuda, no quiero quedarme de brazos cruzados más.

-Bien, cuenta conmigo. Ya casi ni usamos la aplicación pero podemos contactar con ellos. Dame tu número y así nos ponemos en contacto. -cojo un papel y lo escribo. 

Al entregárselo él me sonríe. Entre líneas puede leerse perfectamente un "Tranquila, todo saldrá bien, ya no estás sola" a lo que contestó con una sonrisa:

 -Gracias por todo Zen. 


Promesa de reencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora