Es muy tarde para decir lo siento...
A la mierda ¡¡¡lo amo!!!
Estaba más que decidido, tenía que de alguna manera demostrarle a Cristian que lo amaba, pero era consiente del gran daño que le había causado, sabía que le habia roto el corazón y que el no quería nada que ver conmigo.
Pero tenía que intentarlo.
La temporada de fútbol estaba por llegar a su fin, en unos pocos días sería el partido de final de temporada, lo que significaba que los entrenamientos eran mucho más estrictos y rigurosos, el entrenador nos exigía al doble y nos hacía pasar largas horas en el gimnasio o en el campo. Cristian había estado muy ausente de los entrenamientos esa semana, lo cual me empezaba a preocupar ya que Cristian era de los jugadores más disciplinados del equipo, nunca se perdía un partido o un entrenamiento y su ausencia en el equipo ya estaba empezando a notarse.
-Smith- dijo el entrenador- lo necesito en mi oficina ¡ahora mismo!
Una vez en su oficina, me senté en la silla que estaba frente a su escritorio y me miró con una mirada sería e intimidante.
-Sebastián- Desde que entré a esta escuela no he conocido a mejores jugadores que tu y Cristian y ahora uno de esos jugadores me hace falta, y te necesito a ti para que me ayudes a recuperarlo, no podemos dejar que se nos vaya. El que Cristian juegue en el partido final es de vital importancia.
-Pero entrenador, el y yo tenemos mucho tiempo de no hablar, hace semanas que ni siquiera lo veo en la escuela ¿Que le hace pensar que yo puedo hacer que vuelva?
-No me interesa que tenga que hacer ¡Solo hagalo!
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-¡April!- la llamé una vez que por fin la encontré- llevaba todo el día buscándola para ver si ella sabía algo acerca del paradero de Black.
-Hola seb, ¿Cómo estás?
-Muy preocupado, desde el día que hablamos no he vuelto a ver a Cristian en la escuela, ni en los entrenamientos, ni en ningún lado ¿Sabés algo de él?
-No seb- dijo April- desde ese día tampoco lo vuelto a ver, ni me ha escrito, ni llamado ni nada, es como si hubiese desaparecido del mapa.
- Necesito encontrarlo, o si no el entrenador va a matarme, ah y por cierto, necesito que vayas a escoger las flores para la sorpresa del día del baile, asegúrate de que no sean rosas o margaritas.
-Tranquilo pequeño idiota, hoy mismo iré y escogeré unas hermosas flores blancas para tu amor- dijo burlona.
-No lo digas así- rodé los ojos- lo haces ver más gay y cursi de lo que es- ella rió.
-Ay que aburrido, estas como muy sensible últimamente Sebastián, creo que la flata de sexo empieza a afectarte...
-¡Cayate! Además, no tengo falta de sexo, mi vida sexual es muy activa.
-¿Ah sí? A ver, ¿Cuando fue la última vez que tuviste sexo?
-Mmmm- ya no lo recordaba.
-¡Oh por Dios! Ni si quiera lo recuerdas- April estalló en risa- ahora entiendo el porqué de tu sensibilidad, ve y busca a tus ojitos esmeralda y dile que te de un poco de alegría, nos vemos mañana- me dió un beso en mejilla y se perdió por el pasillo.
-A lo mejor es cierto lo que dice- pensé sonrojado.
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Esa tarde me decidí ir a la casa de Cristian, sé que era algo muy arriesgado, dada nuestra presente relación de enemistad, la cual obviamente pretendía cambiar pero el hecho de que fuera a su casa en un momento de tensión podría ser muy contraproducente.
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GRAVEDAD (Editando)
Teen FictionSebastián: un chico alegre, divertido, sociable, inteligente y guapo. Cristian: el típico Adonis con los bolsillos llenos pero con el corazón vacío. ¿Qué pasará cuando sus mundos choquen ? Descúbrelo. Todos los derechos reservados.