GRAVEDAD (Editando)

Capitulo 7: Be my friend.

-Gracias, está lloviendo a cántaros allá afuera- Dije entrando en el asiento del copiloto que está cubierto por lo que parecía era plástico.

-No te preocupes- respondió poniendo en marcha el auto- Te llevaré a mi casa, aún tienes que ayudarme a estudiar.

-Cristian ya es muy tarde y además estoy todo mojado.

-No importa, puedes quedarte a pasar la noche, te prestaré ropa.

-Está bien, cuando lleguemos a tu casa me prestas el teléfono para avisar a mis padres- No puedo creer que haya aceptado quedarme en su casa, apenas y lo conozco y no sólo eso , sino que también debería odiarle y maldecirle por dejarme plantando y por ende haberme mojado en la lluvia.

-Está bien- Respondió.

-Donde te metiste te busqué por todo el Instituto.

-Lo siento se me olvidó nuestro compromiso, fui a buscar un café y cuando miré por la ventana te vi bajo la lluvia empapado, entonces lo recordé. Pensé por un momento dejarte disfrutar un poco más de la lluvia, pero me apiadé de ti y decidí ir a buscarte.

-Ahh- fue lo único que alcancé a decir.

- ¿Qué pasa? ¿Éstas molesto? - dijo aguantando la risa.

- No para nada Cristian, sólo estoy empapado, muriendo de hambre y frío sólo porque a ti se te ocurrió irte y dejarme plantado como a un idiota.

- Lo siento...yo...- el auto se llenó con el sonido de su risa, debo decir que era algo contagiosa, lo que provocó que me olvidará de mis ganas de matarle y que comenzará a reír igual que él.

- ¿Eres un idiota lo sabías?- dije entre risas.

- Si, pero al menos no estoy empapado, Mírate, pareces un vagabundo- dijo él también aun entre carcajadas.

Nos reímos de mi estado y de cómo algunos compañeros de clase hicieron el ridículo en la prueba de fútbol de hoy. Muchos corrían como niñas, otros gemían como mujeres embarazas al momento de levantar un carga pesada y otros flacuchentos eran derribados como tontos por los chicos más grandes, era muy gracioso. La verdad es que Cristian podía ser un completo idiota y podía caerme mal por creerse mejor que todo el mundo y todas esas cosas, pero también era cierto que si olvidábamos nuestras diferencias, ambos poníamos de nuestra parte para no iniciar una pelea y si no se comportaba como un cretino podíamos llevarnos muy bien.

-Bueno princesa llegamos- dijo una vez llegamos a unas enormes rejas de hierro color blanco.

-Cristian si vuelves a llamarme así juro por los dioses del Olimpo de té pateare en las bolas tan fuerte que te saldrán por la boca.

- Está bien, está bien, Relájate sólo bromeo- dijo conteniendo la risa.

Una vez bajé del vehículo vi la enorme casa de la familia Black, era blanca con ladrillos decorativos a los lados de la fechada y grandes columnas marmoleadas. El jardín tenía, hermosas fuentes con luces y un gran camino de piedritas chinas que daba a la entrada de la casa. Caminamos lo que pareció una eternidad hasta que llegamos a la enorme puerta blanca, sacó sus llaves del bolsillo y abrió la puerta. Una vez dentro quedé maravillado, su casa por dentro era de un color aperlado con enormes baldosas pulidas del mismo color, tenía techos altos con luces empotradas en el techo, enormes muebles de color negro y cuadros gigantes que le daban un estilo contemporáneo a la casa.

-Wow debieron haber robado varios bancos para tener una casa así Cristian- dije con la vista aún pérdida en mi al rededor.

-Si robamos unos cuantos, no es nada complicado ¿sabías? respondió sarcástico- Ven vamos a mi habitación no quiero que arruines mi piso, perdón, no quiero que te resfríes- Dijo subiendo las escaleras.