I

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Eran pasadas ya las once de la noche, Chittaphon salía ya de su trabajo como chef después de un arduo día de trabajo, al salir del edificio veía a todos lados, buscándolo, hasta que un coche a unos dos cuadras parpadeaba sus luces, haciéndose notar, Chittaphon sonrió al interceptarlo y sin más, tomó sus cosas y fue hacía aquel auto. Al llegar, metió sus cosas al asiento trasero y apenas su trasero se posó sobre aquel sillón del copiloto, giró para recibir a aquella persona con un fogoso beso en los labios.



-No sabes lo mucho que te he extrañado el día de hoy.- dijo cerca de sus labios, atrapando con sus brazos el cuello del otro chico.


-Ansiaba verte, besarte y acariciarte.- John Seo acariciaba la mejilla de Chittaphon, éste último le sonreía con demasiada ternura para luego unir ambos labios en un beso todavía más intenso que con el que le recibió, que después de unos minutos tuvo que ser interrumpido por que a ambos les comenzaba a faltar el oxígeno. Luego, se alejaron completamente el uno del otro, no sin antes dar de nueva cuenta unos besos mariposa por su rostro.


-Ahora si, ¿Nos vamos?- preguntó el americano colocando sus manos al volante de aquel lujoso coche.


-Claro, Johnny.- Chittaphon se acomodó bien en su asiento de copiloto y abrochó aquel cinturón de seguridad sobre su abdomen.- no sabes lo mucho que esperaba esta noche, me hiciste esperar tanto.- se quejaba con ternura, fingiendo falsa molestia.- Aún así, te amo Johnnie...- musitó por lo bajo, pero suficiente para que el mayor le escuchara.


-Igual te amo Tennie...- se giró apretando un poco la mejilla del Tailandes.- Yo también he esperado mucho por esto, no tienes idea de cuanto.


Encendió el motor del auto, y condujo a aquel nido de amor que había fabricado con Chittaphon.


-He preparado algo para ti, es algo especial y espero que sea de tu agrado.- John Seo, al momento de hablar, seguía manteniendo aquella hermosa sonrisa.


-Todo lo que venga de ti me gusta.- comentó sin dejar de ver la carretera.- No, no, corrección, me encanta.


-¿Absolutamente todo?-


-Todo amor, todo tu me fascinas.- el americano rió un poco.- Es enserio.


-También me fascinas.- John Seo sonrió ante su propio comentario y a los pocos minutos ya se encontraban en aquel departamento.


-Listo mi amor, hemos llegado.- inmediatamente zafó su cinturón de seguridad.- Te veo ahí dentro de veinte minutos, no tardes ¿Si?.- puchereó haciéndose tierno. A lo que el mayor asintió.


Presionando sus labios con los contrarios una vez más en aquella noche, Chittaphon salió del auto tomando todas sus pertenencias, entró a aquel edificio lleno de totales lujos desde la recepción, saludó a Mark, el chico encargado de tal departamento y pasó por lo largo para poder tomar el ascensor. Al llegar al último piso de aquel departamento, colocó sus cosas en uno de aquellos tres sillones, Chittaphon realmente odiaba que no pudiera estar juntos, no poder mirarse más seguido, o al menos exponer su amor al mundo, pero estaba feliz, pues pronto podría hacerlo. Con ese pensamiento en mente, sonrió, y se fue más que dispuesto a adornar la mesa con un hermoso mantel de seda blanco, colocó un pequeño candelabro sobre el centro de la mesa, sabía que con eso, su cena estaría mucho más que perfecta y sería demasiado romántica, asentó un par de platos y utensilios de una fina vajilla sobre la mesa, acomodó de forma perfecta dos sillas, todo estaba siendo más que maravilloso la cena romántica de sus sueños estaba siendo realizada aquella noche. Se esforzó mucho aquella noche en cocinarle desde el restaurante una de sus mejores recetas, una exquisita cena a la par con un vino tinto y de los finos, de esos que tanto amaba su Johnny, y como cereza del pastel, preparó un delicioso postre de esos que volvían loco a Johnny por ser de sus favoritos, estaba más que claro que John Seo no podría resistirse a sus encantos de hermoso chef.

 ¿Quién Soy Yo? ; TaeTen/JohnTen [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora