Capitulo dos.

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La luz era muy tenue y escaza, luces rojas y azules iluminaban las aceras, mientras autos pasaban por la carretera con velocidad constante y otros estaban estacionados frente al establecimiento. Algunas motos y personas esparcidas en la acera. Me detuve al lado de Becca recuperando el aliento.

— ¿Quién era ese? —Pregunte alterada.

—Una amigo de Cameron. Espera. —Finalizó al momento que comenzó a sonar su celular. Se alejó un poco para contestarlo y luego se volvió hacia mí. —Cameron me invitó a una fiesta justo ahora.

— ¿Irás? —Pregunté, esperando una respuesta negativa de su parte.

—Quiero, pero tampoco puedo dejarte sola. —Dijo encogiéndose de hombros. Me sentí un poco mal por ella, tampoco podía arruinar su noche.

—Ve. —Sonreí de lado, recibiendo un abrazo de su parte.

—¿Vienes? —Preguntó entusiasmada.

—No, estoy cansada, ve tu.

Vi como Becca se alejaba nuevamente con su celular puesto en su oreja derecha, daba vueltas y caminaba de un lado a otro, mientras cerraba y abría la boca. Minutos después, regresó hacia a mí con un moreno a su lado, y de igual manera los esperaban un grupo de personas detrás de ellos, algunos recostados y otros encendiendo sus motos.

—Nina. El es Cameron. —Habló Becca, presentando al moreno a su lado.

—Mucho gusto. —Dije ofreciendo una sonrisa, sin mostrar los dientes, tomando la mano que el extendió frente a mí.

—El gusto es mío. —Dijo para luego tomar mi mano y depositar un beso en ella, recibiendo un golpe por parte de Becca. Reí ante la acción de ambos y Becca se despidió de mí.

Vi como se alejaban ambos hacia el grupo de personas con motos y vestimenta negra, me giré, encontrando lo que había tratado de evitar toda la noche a pocos centímetros de mí.

—Nina. —Exclamó Michael al verme.

—Michael. —Hable agudizando mi voz fingiendo sorpresa.

—No esperaba verte aquí, estas...

—Yo tampoco esperaba verte aquí. —Lo interrumpí. —Tampoco ha pasado mucho tiempo.

—Sí, sobre eso. Creo que fue muy precipitada mi decisión y...

—No. —Lo interrumpí nuevamente. —No es el momento, ni el lugar. Estoy cansada y solo quiero llegar a dormir.

— ¿Te llevo?

—No, no creo que sea bueno. Nos vemos después. —Dije casi corriéndolo de mi lado.

Observé como se marchaba, dejándome completamente sola. Giré mi vista hacia donde se supone estaba Becca, pero solo estaba el chico de hace un rato, recostado sobre su motocicleta.

Me contemplaba atentamente y su mirada comenzaba a incomodarme. Camine con paso lento, y pose mis manos en mi cadera cuando estuve frente a él.

Alce mi ceja izquierda esperando una respuesta o algún movimiento, pero el solo se limito a mirarme.

— ¡Podrías dejar de mirarme! —Exigí.

— ¿Por qué? —Habló, alzando la ceja a la expectativa. — ¿Te pongo nerviosa? —Finalizó con tono pícaro.

Lo detalle nuevamente de arriba abajo, dando un recorrido a su postura. Estaba semi sentado en el asiento de su motocicleta, cruzado de brazos, con un pie torcido por delante del otro, mientras la punta del zapato, descansaba en el suelo.

Me di la vuelta y comencé a caminar hasta detenerme en el borde la acera, con la intención de buscar un taxi y finalmente abandonar ese lugar.

— ¿Quieres que te lleve? —Preguntó.

—No.

Solo se limito a reír ante mi respuesta, lo cual me puso aun más histérica. Cada que pasaba un taxi era un intento fallido de irme a casa. Y lo que era peor, escuchar la risa del idiota detrás de mí.

— ¿Y ahora?

—No.

—Dudo mucho que encuentres un taxi a esta hora, pero suerte. —Finalizó, para luego encender su motocicleta.

Me giré hacia él, vi como se subía al asiento de su motocicleta, y se acomodaba para marcharse.

—Espera. —Me acerqué a el, y este apagó el motor para luego dirigir su mirada hacía mi.

—Sube. —Ordenó.

Hice caso a su petición, y torpemente subí, causando una risa en el. Una vez que estuve sentada, lo golpeé levemente y este encendió la moto nuevamente. Simultáneamente que el ruido del motor encendido llego a mis oídos, mis brazos envolvieron de manera fugaz su torso y su mejilla se adhirió a su espalda.

—No tan fuerte, me vas a matar. —Rió ante mi acción.

—Lo siento. —Dije apretando los ojos con fuerza, sin aflojar mi agarre.

—Me puedes soltar un poco. —Dijo, colocando su mano sobre las mías. Su tacto era delicado y sus manos estaban tibias.

Afloje el agarre un poco y el puso la motocicleta en marcha. Minutos después nos encontrábamos frente al gran edificio gris en donde vivía. El bajo primero y luego me tomó de la cintura, elevándome por el aire, hasta que finalmente me colocó en el suelo.

— ¿Cómo sabes donde vivo? —Pregunté confundida.

—Esperaba un gracias o una invitación a pasar. —Dijo, evadiendo totalmente mi pregunta.

—Gracias, supongo. —Dije no muy convencida.

— ¿Un beso de agradecimiento?

—Ibas muy bien. —Dije para luego darme la vuelta y comenzar a subir los escalones frente a mí hasta llegar a la puerta.

Abrí mi bolso, sacando la llave para luego depositarla en la cerradura. Antes de poder girar la llave en la cerradura, me di la vuelta y el estaba viéndome fijamente.

—Buenas noches, desconocido.



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Las amo, disfruten el capítulo 🌹

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⏰ Última actualización: Apr 01, 2020 ⏰

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