A veces las cosas terminan.

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Kuroo era feliz al lado de Kenma, salían bastante y eso significaba que su comunicación con Kei era menos, ya casi no salía con él, dedicaba todo su tiempo a Kenma, pasaba casi todo el día con él y la verdad para él eso era lo mejor.

Había días que pasaba la noche con kenma, ambos llevaban la relación de forma lenta, aunque eso significara pasar noches solo entre besos apasionados.

-Tetsurõ- soltó un gemido mientras sus bocas se alejaban, estaba sonrojado y sentía los labios hinchados, se pego más a él y sus labios se unieron de nuevo de forma delicada y paso sus brazos alrededor del cuello de su novio.

Kuroo miraba a su novio y gimió al sentir como el menor se sentaba sobre el, ya habían sido más de 5 meses de noviazgo, y siempre era Kuroo quien había preferido no ir más allá de los besos aunque en muchas ocasiones era el que terminaba más excitado.

Ahora era Kenma quien tomaba el control, era obvio que deseaba más que solo besos, sujeto sus mejillas mientras lo besaba y sus lenguas comenzaban a enredarse lentamente.

Kuroo deslizó sus manos lentamente de la cadera de su novio a sus piernas y apretó sus muslos con deseo escuchando un gemido de la boca de Kenma.

-Kuroo por favor - Kenma lo miro suplicante- ¿Podemos hacerlo?

Una corriente eléctrica recorrió la espalda de Kuroo, cargo a kenma y lo puso sobre la cama mientras lo besaba dejando caer un poco su peso sobre él, sintiendo las piernas de kenma enredarse en su cintura.

Sus cuerpos comenzaron una fascinante danza, la primera de ambos, se besaron con amor y ternura, acariciaron y frotaron sus cuerpos desnudos por primera vez.

Se entregaron por completo el uno al otro, Kenma abrazo con fuerza a su novio y se acomodo con cuidado en su pecho mientras intentaba tranquilizar su respiración escuchando el corazón acelerado de Kuroo.

El mayor abrazo a su novio con fuerza para intentar dormir de aquella manera, sentía que soñaba y no cabía en la felicidad que significaba aquello para ambos.

-¿Creí que me marcarias ayer?- kei le mando mensaje a Kuroo y este sonrió para marcarle a su amigo.

-Hola, perdona que no te llamara, pase todo el día con Kenma- arreglaba sus cosas en su departamento pues tenía un poco desordenado por haber buscado el día anterior las cosas q se llevara con kenma.

-¿Pasas mucho tiempo con él, no lo crees?- Kuroo escucho confundido aquello y rio un poco.

-Es mi novio, es obvio que quiera pasar tiempo con él, además esta por entrar a la universidad y como quiere estudiar programación para especializarse en videojuegos dudo que cuando entre vaya a poder verlo tanto como ahora.

-Bueno ya no importa, ¿Cuando tienes tiempo para que salgamos?, me gustaría que me acompañaras a comprar material que necesito-explico el rubio por el celular.

-Puedo hoy o mañana, así que tu decide- arrojaba ropa sucia a su cesto mientras recogía algunas otras cosas del sueño acomodandolas en su escritorio.

-Me parece bien que sea mañana, te veo donde siempre a medio día, espero que no me canceles a último momento- se escucho una pequeña risa proveniente del rubio.

-Claro que no, es más fácil que tu me canceles a mi-dijo divertido- bueno, entonces te veo mañana a medio día- se despidieron y el primero en colgar fue Kuroo.

Por la noche Kuroo se mensajeo con su novio, hablaban de tonterías hasta que Kenma se despidió para dejarlo dormir, Kuroo durmió apenas había contestado todos los mensajes que Kei le había mandado.

Cruel amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora