Maldito Ian Ruffins

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—Hanna!!!!!!

—Hanna por favor, despierta.

—Hanna puedes oírme?.

Abrí mis ojos y agudice un sonido, al parecer un grito, todo estaba nublado a mi alrededor, no tenia una visibilidad clara, pero si podía reconocer a quien tenia a mi lado, llamándome...Ian Ruffins.

Podía mirarlo pero no responder a su llamado, algo me dolía, un ardor en mi espalda y cabeza, pero una voz que me calmaba y hacia que todo se volviese a nublar, en un momento me sentí en el aire, dentro mio me preguntaba si estaba muerta pero antes de ver mas allá de eso, creo que volví a desvanecerme...

Me desperté y todo daba vueltas, era una habitación blanca, muchas luces en mi rostro y cables en mis manos, de pronto venia una persona con guardapolvos y jeringas, me pinchaba los brazos e insistía con una frase: " Hanna es tu culpa", yo no entendía, no podía hablar, ni gritar, ni moverme, y no había nadie a mi alrededor, en un momento recobre la fuerza y le arranque el barbijo, me quede admirada, mis lagrimas comenzaron a brotar ferozmente, era Isaak, el estaba ahí, echándome la culpa de valla a saber que. 

—Es tu culpa, mi vida, se desbordó por tu culpa, "Parabatai", y una risa atormento mi oír.

—Isaak lo siento, Lo siento, es mi culpa, no entiendo que hice, por favor no te vallas.

—Isaaaaaaaaak!

Su figura de desvanecía mientras alguien me sujetaba y reproducía mi nombre tantas veces que creo realmente haber despertado.

—Hanna, fue un sueño, tranquila, estoy aquí.

—Nooo, Isaak, es mi culpa, yo lo maté, fui yo.

Lagrimas empezaron a salir junto a un ataque de frenesí insoportable, y el abrazo que sentía se estaba aferrando a mi, cada vez mas, me tranquilizaba, pero yo no podía dejar de repetir el nombre de mi hermano.

—Hanna tranquila, fue un sueño, yo estoy aquí, ahora voy a cuidar de ti, nada te sucederá.

—Es mi culpa, yo lo maté.

—Shhhhh, fue un sueño, tranquila, vuelve a dormir.

Y así fue, no recuerdo haber estado sedada o inconsciente, solo se que me dormí.

Todo estaba borroso todavía, lleve mi mano hacia un dolor punzante en mi cabeza, y había vendaje y sangre en el, debo haberme golpeado fuerte, todo me dolía, pero puedo jurar que desapareció cuando vi quién dormía en la incomoda silla que estaba a mi lado, juro que era un puto ángel, era hermoso, respiraba serena mente, me daba paz, descansaba sobre ese duro asiento, no quería molestarlo pero decidí ofrecerle una cama.

—Ian!.

—Hann, te encuentras bien?, que sucede? —exaltó de la silla—.

—Shhh, oye, tranquilo, estoy bien, solo quiero ofrecerte una cama, ven, vamos.

Maldigo el momento en el que decidí pararme, todo dio vueltas y volvió a girar sobre su eje.

—Hanna, debes reposar, estas bien?

—Si, solo que, ¡MIERDA!, esto duele —lleve mi mano hacia mi cabeza—.

—Debe ser hora de otro calmante, déjame revisar tu herida.

—Woow Ian Ruffins, de chico malo a medico, debo decir que me sorprendes. Acerca de eso, Ian yo quiero pedirte...

—Shhhhh, Hanna, Mujer, que difícil es callarte. Yo debo disculparme contigo, solo se que, no soy como Clay, Aron y los demás, Isaak realmente era mi amigo.

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⏰ Última actualización: Apr 13, 2017 ⏰

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