GOT7 OneShots

Who are you? (1/2) *YoungJae*

Cuatro paredes blancas me reciben justo al abrir los ojos. Una sensación de tranquilidad me invade completamente. Me tranquiliza saber que estoy en un lugar silencioso, sola y a salvo.

Pero, porque no recuerdo nada?

Soy la hija del presidente de "Wang's Coporation". Si, soy la hermana pequeña del famosísimo Jackson Wang. No hace falta decir mi nombre, total... Para que terminen llamándome Jackson Jr... Pff, tienen la gracia en el culo.

Como os contaba, al ser la menor soy la más "controlada", en el sentido de que me sobreprotegen demasiado, tanto mi hermano como mis padres. Aún así, yo hago lo que quiero o bueno, eso me gustaría. Ejem, siento distraerme. Prosigo.

Me escapé de casa hace unas semanas, dejándoles una nota para que no se preocuparan. Joder! Tengo 20 años y me tratan como si tuviera 6... Así que sin remordimiento alguno me escapé. Fui a un motel que había en las afueras de la ciudad. Me quedé allí unos días, hasta que algo cambió en mi o alguien hizo que cambiase.

Conocí a un chico. Iba muy dejado, más tirando para horrible. Me daba lastima así que empecé a compartir con el mi tiempo libre. A los pocos días empezamos a comer juntos. Se ganó mi amistad y puede que un poco de cariño. Así pasó el mes, haciéndonos compañía, el uno al otro. Nos entendíamos perfectamente, pero no nos conocíamos, lo comprobé cuando se fue, así sin más, del día a la noche.

Pasaron unos días y nos volvimos a encontrar, yo ya no estaba a la ciudad, había ido hasta el pueblo de al lado, un pueblucho de mala muerte, pero muy tranquilo.

Nos vimos en el bar, el único que había allí. Iba vestido de negro y estaba muy guapo. Se notaba que ahora tenia una buena vida. Pero como podia ser que en pocos días cambiara tanto? En fin, pasamos unos días juntos, recordando los viejos momentos, hasta que me dijo eso.

-Oye, quieres venir conmigo a la ciudad?

-Yo... no quiero volver allí- le contesté.

-Pues nada, yo debo irme, nos veremos pronto.

Después de ese día no volví a verle en una semana. Pero cuando volvimos a coincidir, esta vez en otro pequeño pueblo, cerca de la ciudad. (Nunca quise alejarme demasiado de la ciudad).

Él se acercó a mí a toda prisa y me abrazó fuertemente.

-Necesito tu ayuda.

Esas palabras marcaron mi vida. La que estuvo a punto terminar por su culpa.