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Christmas (Mark)

Había una vez, en Los Ángeles, una princesa que estaba entrando en el centro comercial, con la intención de comprar regalos de Navidad para sus padres, hermana mayor, cuñado y su sobrinito de 3 años.

Al pasar por una intersección de tiendas, se fijó en una que era bastante grande y elegante, así que decidió entrar y fue allí dónde compró todos los regalos, menos el de su sobrino, ya que prefería comprarle juguetes y un pijama.

Cuándo ya tenía todos los regalos comprados, se dirigió hacia el aparcamiento para dejar las bolsas en el coche y así poder dar una vueltecita por el centro de la ciudad. Subió al coche y buscó un aparcamiento cerca del centro, para no tener que caminar tanto con el frío que hacía.

Minutos después, aparcó y se bajó de éste.

La princesa se dirigió hacia un parque no muy lejos del coche y una vez allí, decidió dar un paseito tranquilamente viendo como los niños jugaban y corrían, mientras sus padres hablaban o tomaban un café en el bar de enfrente. Ella sonrió enternecida hasta que vio un flash en su dirección, miró hacia allí y vio a un chico con media cara cubierta por una cámara.

Cuándo se la quitó para mirarla con una sonrisa tímida, la princesa se dio cuenta de que era su amor platónico, alguien que no esperaba ver nunca, el príncipe. Éste al ver que ella no decía ni hacía nada, reaccionó nervioso.

-Perdón, es que estaba tomando fotos y al girarme te he visto con esa hermosa sonrisa y bueno- la princesa le interrumpió.

-No te preocupes- dijo sonrojándose por su inocente cumplido.

-En serio, lo siento mucho dice haciendo una leve reverencia en modo de disculpa.

-No te disculpes, por favor, no has hecho nada malo príncipe Mark- dijo empezando a acercarse a él.

-Sabes quien soy?- preguntó con incomodidad.

-Hmm...Sí- dijo sonriendo nerviosa.

-Vaya, que quieres un autógrafo?

-Perdón? Éstas insinuando que yo me he puesto justamente aquí para que me hicieras la estúpida foto y ahora poder hablar contigo?- dijo ella empezando a cabrearse.

-No, no- movió las manos nervioso cómo intentando calmarla- Sólo lo decía para hacerlo si querías.

-Pues no!- dijo enfurruñada- No soy cómo todas tus fans- dijo muriéndose de ganas por dentro, en ése momento maldijo su orgullo.

-Tampoco te había dicho que lo fueras- comentó él alzando una ceja- Qué carácter.

-Soy así, mi carácter no va a cambiar- dijo dando un final a la conversación, por lo menos para ella.

La princesa empezó a caminar, siguiendo el caminito por el que iba andando minutos antes, dejando al príncipe perplejo unos metros atrás.

-Espera!- gritó él corriendo hacia ella, ésta se giró hacia el chico y le miró con seriedad.

-Qué pasa?

-Tengo una semana de vacaciones, te gustaría quedar algún día?- dijo sonriendo tímidamente.

-No.

-Por favor- dijo él con suplica en los ojos- Tómatelo cómo una disculpa.

-Te digo que no.

Se giró y empezó a alejarse de la princesa a paso lento, ésta sonrió y fue hacia él decidida.

-Príncipe Mark- dice ella parándolo por el brazo- Es una cita.

Él sonrió e intercambiaron números.

Al día siguiente quedaron para tomar un chocolate caliente y a partir de ése día, la historia siguió y siguió.

-Mami, cómo termina la historia?- dice la pequeña con curiosidad.

-Se enamoraron y empezaron a salir juntos- digo sonriéndole mientras le doy el biberón al más pequeño de los tres.

-Y después?- dice cada vez más curiosa.

-No te das cuenta? Son papá y mamá- dice el mayor entrando con el skate al salón.

-No es verdad, eran el príncipe Mark y la princesa ____- dice la niña cruzándose de brazos.

-Cariño, no molestes a tu hermana- le digo a mi hijo mayor tranquilamente.

-Mami, a que no es verdad?- me pregunta la pequeña haciendo un puchero.

-Dónde está papá, Jason?- le pregunto al niño levantándome de la silla con el más pequeño de todos en brazos.

-Me ha dicho que ahora bajaba, quieres que le vaya a buscar?- se ofrece el niño con la ceja alzada.

-Claro, dile que la cena está casi lista y que le toca bañar a Hailey- le comento dejando al pequeño en el parque para bebés.

Oigo cómo Jason corre escaleras arriba y le dice lo anterior a su padre. Noto una pequeña presión en la pierna y es Hailey, tirándome del pantalón del pijama.

-Sois vosotros o no?- me vuelve a preguntar ella, a lo que le sonrío.

-Ellos se fueron a vivir a Corea y tuvieron a tres maravillosos hijos- le explico sonriendo, mientras la cargo en brazos.

-No sabía que el nombre de papi es Mark y el de mami es ____- dice ella con un adorable puchero.

-No pasa nada cariño, tampoco te habíamos dicho nada al respeto- digo dándole un besito en la frente.

Oigo pasos rápidos bajar las escaleras y unos más lentos segundos después. Me giro y veo a mi marido al pie de las escaleras con un ramo de flores y una cajita de porcelana en la mano. Dejo a la niña al suelo y Mark se me acerca.

-Cariño, des de ése día que no he dejado de pensar en ti y tu no has dejado de impresionarme, sé que tienes un mal temperamento de cojones- me río ante lo dicho- Pero no sé por qué, eso hace que cada ve te ame más y más- se queda en silencio y se dirige hacia mí.

-Amor...

-¿Quieres casarte conmigo?- dice sonrojándose.

Sonrío y me tiro encima de él dándole un beso, oigo los chillidos de los niños y comentarios como "¡Buaj... qué asco!".

-Lo tomaré cómo un sí- dice él poniéndome el anillo en el dedo correspondiente- Señorita Tuan.