Confessions

Capitulo 11 - Cuando algo puede salir mal saldrá peor

Sigo mal y seguiré peor,

 Pero voy aprendiendo a estar sola

 Y eso ya es una ventaja

 Y un pequeño triunfo.

-Frida Kahlo

Mis oídos no podían soportar el sonido de los disparos por un tiempo más,  mi cabeza no podía pensar, no podía reaccionar de ninguna manera ante nada.

Las voces de Max y los brazos de james rodeándome junto con los disparos se sentían distantes, muy lejos de aquí.

Por un momento mi mente se desconectó del mundo, por un momento vi a mi familia feliz y junta, en casa riendo pero como cualquier momento bueno, no duró y la voz de Dylan gritando algo que no entendía me sacó de mi momento feliz.

Max arrancó el auto y salimos a toda velocidad del patio atravesando la cerca de madera.

Los hombres se dieron cuenta y nos persiguieron en sus dos camionetas creando sobre nosotros una lluvia de disparos, James me mantenía agachada en el asiento, Dylan seguía respondiendo a los disparos, me sorprendía que sus municiones no se hayan acabado aun.

-James necesito que tú me ayudes- oí decir a Dylan, éste se iba a levantar pero yo lo evité y Max protestó

-No lo metas en eso Dylan, podría hacerse daño-

-Max, no puedo yo solo, tiene que ayudarme- contrarrestó Dylan

-Esta bien, lo haré- dijo James mirándome, lo deje levantarse.

Dylan le dio un arma a James y ambos dispararon mientras se cubrían.

Un sonido que haría que la sangre se congelara, me hizo estremecer y me levante de inmediato. En cuanto mis ojos se encontraron con los de él y luego bajaron a una gran mancha rojiza oscura, mi mundo se derrumbó.

Estaba herido, habían herido a Dylan.

*

Las afueras se sentían frías, estaba amaneciendo y siendo ahora Enero el clima estaba realmente frio.

El auto rompió el pacífico silencio del paisaje. Mis manos se encontraban empapadas de sangre sobre el hombro izquierdo de Dylan. James no se movía, estaba totalmente paralizado.

Max iba lo mas rápido que podía, las lágrimas rodaban por mis mejillas sin cesar, balbuceaba cosas que ni siquiera yo podía entender, mi cerebro trabajaba demasiado rápido y por mi cabeza pasaban imágenes simultáneas de muchas cosas sin sentido.

El auto por fin se detuvo. Max bajó del auto inmediatamente y James la ayudó a bajar a Dylan y acostarlo en el suelo, mi cuerpo simplemente se alejó de ahí, caminé unos metros alejándome de ellos y todo salió.

Lloré grité, arranqué lo que me encontraba, pateaba la tierra, liberé todo lo que tenía dentro y después simplemente me agaché y me abracé a mi misma unos segundos, para calmarme, no serviría de nada en este estado.

Me levanté y fui a ayudar.

-¿Que puedo hacer?- pregunté Max estaba utilizando su sudadera para hacer una especie de vendaje para detener la sangre.

Dylan tenía una expresión tranquila pero a la vez su cara expresaba dolor, preocupación y angustia.

Sus ojos encontraron los míos y mi respiración se detuvo.

-Ashley… estas… ¿estás bien?- preguntó entre balbuceos

-No te preocupes por mí- respondí

-Llamaré a Nathan- dijo Max levantándose, tomó un teléfono del auto y se dispuso a llamar a un tal Nathan

*

Los gemidos de Dylan de dolor me tenían tensa, el tal Nathan era el compañero de Dylan y Max cuando tenían trabajos se apoyaban unos a los otros y él tenía conocimientos médicos por lo que se encontraba retirando los restos de la bala del hombro izquierdo de Dylan, Max sujetaba con fuerza mi mano y James solo estaba sentado mirando al piso.

Unas horas más y Nathan salió de la habitación

-Le puse un tranquilizante, retiré todos los restos de la bala y lo vende, se recuperara pronto- Dijo como un doctor en un hospital

Solté el aire que no sabía que había estado reteniendo, bien al menos estaría bien.

Max y James se abrazaban en la sala, no podía dormir así que solo me limité a estar sentada frente a ellos, el sonido de un teléfono llamó mi atención, me levanté y seguí el sonido, era el teléfono de Max, número desconocido. Contesté.

-Quien habla- Dije

-Ashley querida sabia que contestarías tú- Esa voz, Alex

-¿Que quieres?-

-Bueno cariño, resulta que llegó la hora de que nuestro plan llegue a su fin-

-¿De que hablas?-

-Todo acaba esta noche Ashley y todo lo que conoces se destruirá-

Corto. Todo acabará esta noche, matará a quien sea para conseguir su objetivo, no podía dejar que sucediera si eso cambiaría mi mundo, no si eso cambiaría mi realidad.

Un mensaje hizo vibrar el teléfono de nuevo

“Tienes 30 minutos”

No iba a dejar que sucediera, pero esta vez tendría que actuar…

Sola.

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Siento muchisimo la tardansa, pero la escuela consume todo mi tiempo y no me deja escribir pero por fin tuve un momento para este capitulo, un capitulo mas y esto acaba y la historia llega a su fin :'D

Comenta si te gusto tanto como si no :)

Besos :*