Capitulo 8 - Conociendo la verdad

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Observo la inmensidad de mis pensamientos

 Mientras el silencio de la noche susurra a mi oído

 No comprendo lo que dice, me debilito

 Desvanezco poco a poco con la luz de la luna

 No siento mis piernas, me debilito

 Cada vez me adentro más a mis pensamientos

 Me pierdo, cual burbuja entre la espuma

 Espuma gorgoreante, sin comienzos

 La oscuridad de la noche se hace más densa

 Mientras algo dentro de mí ilumina aquel lugar

 No puedo descubrir el origen de aquella chispa llena de luz

 Aun me susurra entre el silencio, aun no comprendo

 Estoy flotando o tal vez estoy muriendo

 Pero puedo sentir que algo esta cambiando dentro

 Necesito saberlo, saber que es aquello que susurra el silencio

 Es como si mi vida dependiera de ello

 Y de pronto esa luz dentro de mi es mas grande, quiere salir

 ¿De donde proviene? que es aquello

 Me callo, respiro, cierro mis ojos y abro mi alma

 Vuelve a susurrar pero esta vez mas fuerte

 Al fin lo entiendo, entonces tengo calma

 Mis ojos están cerrados pero puedo ver, miro al frente

 Esta esa luz, es muy brillante, hermosa en su rareza

 Puedo mirar mas dentro, ya sea su procedencia

 Es mi corazón y al fin tiene sentido aquel susurro

 La noche cambió, algo en mi cambió y el miedo se alejó

 Creo que morí, pero no es así, y despierto

 Me encuentro en mi cama, todo ah sido un sueño.

Ashley (P.V)

¿Sabía donde estaba? No. ¿Estaba asustada? Por supuesto que si. ¿Preocupada? Mas todavía pero no por mí, no, si no por mi padre y toda mi familia no sabía que había pasado con ellos desde el funeral.

Llevaba días sin saber de ellos, días sin salir de ese cuarto oscuro y sucio, días sin comer, no es que mis “adorados” secuestradores no me alimentaran, simplemente yo no quería comer, Dylan había desaparecido en el momento en el que bajamos de la camioneta, nos separaron, solo quería saber si él estaría bien. El reloj en mi muñeca me indico que eran las 9:00 am pronto vendrían esos hombres a traerme comida, les sacare la verdad cueste lo cueste y me escaparé

Unos minutos despues escuche pasos, así que corrí y me puse a un costado de la puerta para esperar a que entraran y así yo poder correr de ahí, estaba débil lo admitía pero no comería nada que proviniera de ellos, estaría envenenada seguro. La puerta se abrió con un gran crujido y los dos hombres de siempre entraron, en cuanto se alejaron lo suficiente de la puerta la rodee y salí, pero no contaba con que abría otros dos hombres afuera, mirándome como si fueran a matarme ahí mismo, tomaron mi brazo, los otros dos salieron del cuarto corriendo creyendo que había escapado.

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