I want you. Only you

Capitulo 3

¿Esto es una broma no?

Porque ni en mil años me hubiese imaginado verle nuevamente. ¡Y menos un día después del accidente!

Me corrijo, de un posible accidente.

Nos mirábamos los dos, en silencio. Era como si todo nuestro alrededor hubiese desaparecido y nosotros éramos los únicos seres humanos en ese entorno. Ahora, que la lluvia no me dificultaba la vista, pude contemplarle mejor y creedme que si era posible estaba mucho más hermoso. Su cabello, bien arreglado pero a la vez algo rebelde, y esos labios...

¡Joder, esos labios!

Pero lo que más me captó la atención eran esos ojos, que despertaban corrientes eléctricas por todo mi cuerpo.

¿Qué es esto? ¿Me lo podéis explicar por favor? Porque solamente por su mirada todas mis guardias se desmoronan por el suelo.

-¡Oppa! ¿Nos podemos ir a casa por favor?- dijo Laura, llevándonos de vuelta a la realidad, estirando de la manga a... su tío.

-Eh... sí, claro pequeña, ahora nos vamos.- diciendo eso, cogió la mano de su sobrina yéndose dirección contraria sin haberse volteado ni una sola vez.

-¡Adiós señorita Silver!- me dijo antes de salir por la puerta despidiéndose con su mano.

Al menos ella se digna en despedirse, no como otros.

Al voltearme para entrar a mi aula veo muchos ojos observándome atentamente por la ventanilla que estaba al lado de la puerta. Al ver que los había descubierto se alejaron rápidamente de ella, chocándose entre ellos, cayéndose algunos al suelo. Entré a la clase y vi a Lucas, un alumno mío, llorando desconsoladamente en el suelo.

-Señorita, creo que Lucas se ha torcido el pie al chocarse conmigo.-

Hoy definitivamente no es mi día.

-··········-

Ya habían pasado dos semanas. Dos largas semanas desde ese incidente y aún no había coincidido con... ¡Ni siquiera me sabía su nombre! Era simplemente el colmo. No podía sacármelo de la mente por más que lo intentara. Incluso podía estar horas enteras con el móvil en mi mano, luchando en llamarlo o enviarle un mensaje. Me decía a mí misma que la mejor solución es borrar de una vez por todas el número que me dio Laura pero siempre me metía la excusa que en caso de emergencia, por si a su sobrina le pase algo lo tenga. Y así estaba, pensando, meditando en que hacer y finalmente siempre llegaba donde había comenzado. Quedando me en el mismo sitio, sin progresar. Me convencía que si alguien tenía que hacer el primer paso para ponerse en contacto era él pero después realizaba que era una chorrada toda esa situación ya que él seguramente ya ni se acordaba de mí.

Y así hasta el día de hoy.

-¿Sam?-

-¿Si?-

-¿Qué te pasa? Te estaba comentando que me he quedado embarazada.-

-Ah...-

Espera... ¿Acaba de decir embarazada? Em-ba-ra-za-da... ¿No es cuando tienes la barriga como un globo enorme que está a punto de explotar? ¿Por qué era así? Ah sí, porque eso significa que tendrás un hijo/a.

-¿¡Qué!?- me levanté de la silla al realizar lo que significaba. La miré atónita y veía como se le formaba una sonrisa.

-Madre mía, te ha costado pillarlo.- decía mientras se reía. Entonces me di cuenta que toda la cafetería tenía su atención hacía nosotras. Me quise sentar muerta de la vergüenza, pero al querer hacerlo caí al suelo, pegando un grito por el susto. Escuché una reconocible risa que era el causante de toda esa escena.