Capitulo 3: El trato que comienza ser pactado

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-Recuerda, te llamas Thai…
 
-Creo que me sé mi nombre.

 -Hazme caso y calla, salimos desde hace dos semanas y nos conocimos por internet, tu plato favorito son los macarrones, adoras la música rap y los videojuegos, y por eso nos gustamos tanto, por tener cosas en común- Le miró fijamente a sus ojos marrones- Maldito humano transformista, escúchame, que esto es por ti- Él la devolvía la mirada.

 -Estoy atento… ¿No tenías una falda que te quedase mejor?- La pregunto mordiéndose el labio.
 
-Es mi favorita… ¿Por qué?
 
-Ese chico se va a fijar en tus piernas, seguro.
 
-¿Estas celoso?- Le preguntó.

 -Quiero que te acuestes conmigo por el hecho de tener un hijo al que cuidar, nada más- Confesó y ella le miró con una ceja levantada. Automáticamente sonrío.
 
-Sigue esperando, tal vez, cuando seas un Dios.-El río.

 -Entonces te obligaré.

 -Por mí de acuerdo- Le contestó con una sonrisa, riendo, en broma, como siempre hacía, salió del autobús junto con él y ambos quedaron en frente de aquel parque.

 -Recuérdalo, por favor.

 -Soy un demonio, no me atribuyas estupideces de mortales.

 Se acercaron a aquellas tres personas que estaban delante de ellos, se saludaron como siempre y comenzaron a hablar dirección las barcas del parque. Lina se acercó aquel chico que era el hermano de Mika, era el nombre que le gustaba usar, su nombre de verdad era Micaela, comenzó a entablar conversación con él.
 
-¿Qué tal por América, se vive bien?- Intentó empezar una conversación amistosa, desde el mismo momento en el que empezaron a hablar, ella dudó, realmente no sabía si era un esclavo o no, pero no le traía buena esperanza.

 -Lo cierto es que sí, se come muy bien allí y todo eso- Respondió algo seco, ella fijo aún más su interés.

 -¿Qué te trae por aquí?
 
-Unos asuntos de mi compañero Niko-Respondió de nuevo de aquella manera tan seca, Thai se giró levemente, iba hablando con la compañera de clase de la chica y con el otro ser, asintió levemente mientras avanzaban.

Ella sonrío, mueca que oculto en su bufanda.
 
Cogieron dos barcas y se separaron en el lago artificial dando vueltas.
 
-¿Es?

 -Sí, le conozco, no hagas nada, deja que dé el primer paso.

 -¿Es su nombre real?- Preguntó

 -No se le conoce por tener muchas luces, pero no es su nombre, es el apodo que le pusimos después de matar a varios niños en un accidente de tráfico.

 -¿Qué tierno?-Pregunto con sarcasmo.
 
-Para los humanos, eso es horrible, para nosotros es algo normal, somos la muerte, recuérdalo-La dijo en forma de susurro cerca de su oído, y besó con aquellos labios su mejilla- Nos están viendo- La informó al oído.
 
-¿Quieres que haga algo a parte de esperar?-Le preguntó.

 -Espera, no seas impaciente.

 -Como tú digas-Suspiró

 Él siguió remando y ella dejo de pensar y disfruto un poco de aquella salida, poco a poco, fueron conociéndose y hablando de muchos más temas con aquellos dos chicos que habían venido de América, sin embargo, ella a pesar de que estaba disfrutando con conversaciones vánales no dejaba de preguntarse una y otra vez en la cabeza; ¿Cuál sería su próximo paso? ¿Debería tener miedo? ¿Perderé?

 Eran miles de dudas para una mente cuyo único objetivo en la vida, había sido ocuparse de ella misma, había sido egoísta, directa y astuta, en cuanto quería algo buscaba la manera de conseguirlo. Y ahora, dudaba como una estúpida y eso la molestaba. Nunca había pensado que cuando su vida estuviese a punto de agotarse, como ahora, tendría tanto pánico de perderla.
 
Cerró los ojos y por un momento la calidez de aquella mano sobre su cintura la sobresaltó, Thai la acerco a él con una sonrisa.

Esclavizada - DarknayaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora