Origen.

Escapar

Cuando la princesa Katter me entrego a su hija , sentí que mi corazón se hundía en mi pecho , no podía creer que su propia hermana le estuviera haciendo esto, era algo imperdonable , como la envidia llegaba a tales extremos de dañar a quien más amas.
Los ojos de la princesa estaban  cristalizados que sentía  la necesidad de abrazar a la niña que cuide y ví  crecer.

-¡Huyan! -dijo como única petición, tome a Enrique de la mano y lo lleve conmigo a la oscuridad , no sabia como íbamos a escapar , el palacio estaba lleno de demonios y no contábamos con ninguna arma ni con un plan.
Salimos por una puerta que daba a la biblioteca, dando pequeños pasos asomé mi cabeza y solté un suspiro de alivió al notar que no había nadie, agradeciendo a los dioses empecé a caminar.
La bebe estaba completamente dormida y eso nos ayudaba mucho , me di la vuelta cuando noté que los únicos pasos que se escuchaba eran los míos, Enrique había desaparecido a mi lado .
¿Que rayos?¿Donde se había metió?,en ese momento  la puerta se abrió de golpe sobresaltandome , corrí rápido a un lado del librero , pensado que hasta aquí había llegado cuando noté que la persona que entró era Enrique que sostenía algo en sus manos, suspire de alivio al ver que traía un par de armas .

-Tenemos que salir de aquí Drimir-dijo Enrique , limpiándose sudor que caía de su cara- el palacio esta infestado de criaturas  .

Solo pude asentir , Enrique y yo eramos sirvientes del palacio , esa era nuestra ventaja , no había ningún lugar que no conociéramos .
El Faraón , previno todo esto , mando a poner algunos pasadizos abajo del palacio, ese seria nuestro plan , saldríamos por ahí.
Enrique nos guió a una estantería donde habían muchos libros , buscaba como loco , el que abría la puerta.
Después de unos minutos me empecé a preocupar , no faltaba mucho para  que los demonios detectaran nuestro olor.
Tome a Enrique del hombro y lo hice que retrocediera .
-Coge a la niña, yo lo haré , eres muy lento.
El cogió a la niña y yo empecé a mover y sacar todos los libros posibles , al fin tome uno con pasta de color caqui , y la estantería empezó a temblar y de repente se abrió una puerta del tamaño de un enano.

-¿Por que es tan pequeña la puerta? -pregunto Enrique.

-No lo sé-dije angustiada - voy a pasar por abajo y quiero que me pases a la niña.

El asintió , me puse en cuclillas y entre , todo estaba oscuro , empecé a tocar a los lados por si había algo que hiciera un poco de luz , pero nada.
Estire mis brazos y Enrique me paso a la niña.

-Enrique espera , antes de que entres toma la lampara de aceite , no puedo ver nada.

Oí unos pasos alejarse y deduje que era el , en uno segundo regreso con la lampara. Nos pusimos de pie y pude notar que el túnel era muy frívolo .

-Creo que no tiene fin este túnel -dijo Enrique levantando mas la lampara para ver mas allá .

-Por lo que los sirvientes escuchamos , el túnel nos lleva a una ciudad muy lejos de aquí , el faraón empleo fuerzas para que esto se lograra, espero que estemos seguros .

Caminamos y caminamos y rápidamente pasaron las horas , Enrique me lanzaba miradas de preocupación, era muy raro de que hubiéramos salido de ahí sin ningún  problema .

Poco a poco el pasadizo se hizo mas estrecho , caminamos unas horas mas y encontramos unas escaleras de mármol , las cuales empezamos a subir.

-¿Crees que ya hemos llegado?- pregunto Enrique de forma alarmante.

-Eso espero- dije tratando de sonar tranquila , llegamos al final de la escalera y había una puerta , pero no era de madera , estaba hecha  de un material solido , como si fuera indestructible ,puse mi mano el la perilla y la gire , pero no se abría , hice lo mismo nuevamente y nada.

-Trata de abrirla tú , yo no puedo- Enrique se acercó y la giro , pero tampoco se abrió , nos quedamos observando un tiempo la puerta , y nos dimos cuenta que tenia unas escrituras.
Entrecerre mis ojos para poder leerlas  ya que la escasa luz no me permitía hacerlo con facilidad.
Poco a poco fui leyendo y me asuste al comprender   lo que teníamos que hacer .

-¡Yo lo haré! -dijo Enrique decidido.

-¡Estas loco!- dije eufórica-debe haber otra forma , si haces esto te debilitara y no podrás seguir .

El me miro, sabía lo que se avecinaba y no podía hacer nada, teníamos un objetivo y debíamos llevarlo a cabo , costará lo que costará.

- Le prometí a la princesa salvar a su hija , y eso haré  Drimir- dijo Enrique soltando un suspiro, nada de esto era fácil, pero nuestra princesa y nuestro reino nos necesitaban y eso era más que suficiente para saber que era lo correcto.

Tomo el cuchillo que llevaba como arma , extendió su brazo  y lo coloco en el codo , lo enterró y suavemente fue bajándolo hasta llegar a su mano ,la sangre descendía de su brazo tan rápidamente que me alarme, sabia que era una tortura, cerré mis ojos cuando derrepente  ahogó un grito de dolor, me mordí el  labio inferior tan fuerte que sentí el sabor a sangre en la boca, no podía detenerlo, sin embargo tenía el impulso de hacerlo, cuando se detuvo, levanté la mirada y observé como ponía su mano en la puerta y decía la inscripción que estaba escrita en ella con una voz que no parecía suya.

-He cumplido con lo que pedía , dejar salir - note como su cuerpo temblaba frenéticamente y  el color de su rostro lo abandonaba, la puerta adquiría el color de su sangre, y ahí estaba yo contemplando aquella pesadilla ,  la puerta tembló un poco y se abrió de brusco golpe sobresaltandome.

-Enrique, ¿Estás bien?-dije apenas en un susurro sin saber que más decir mientras ponía una mano temblorosa en su rostro.
El levantó la vista y abrió la boca ligeramente para contestar cuando en ese momento escuchamos gritos espantosos y pisadas de animales más allá de nosotros ,el abrió los ojos de golpe y dijo con voz temblorosa y débil-Nos han encontrado, ¡huir!.

Lo mire a los ojos aterrada sin dar crédito a lo que escuchaba, no era tan estupido para pensar que lo dejaría sólo- No te dejaré Enrique, estamos juntos en esto- lo cogí de la mano decidida y le di un suave apretón tratando de transmitirle estabilidad, jale de su mano suavemente para que atravesará conmigo la puerta, dando comienzo al nuevo mundo ,pero el se opuso dándome un manotazo , lo solté rápidamente observandolo.

-Debes irte, no resistiré Drimir- dijo con una  voz tan débil que me dio escalofríos- la princesa es la única esperanza que tenemos para el Reino y todo ser que habita en el planeta, ahora vete por favor.- noté un agrio sabor en la boca y las lágrimas se amotonaban en mis ojos.

Los gritos se escuchaban cada vez más cerca y ahí estábamos ambos parados mirándonos sin saber que hacer, Enrique rompió el silencio y me dio una mirada de soslayo y dijo:
-Los detendré -  note como el sudor resbalaba por su  rostro , tanto el como yo sabíamos que no sobreviviría  , pero habíamos hecho una promesa, sacó dos espadas que tenía a un costado de su espalda  y con la poca fuerza que tenía me empujo afuera con la niña en los brazos , y con una última mirada cerro la puerta .

Escuche las voces , y pronunciaban el nombre de la princesa , la niña lloraba  al escuchar las voces tan escalofriantes, la apreté hacia mi para tratar de calmarla pero era imposible , así que empecé a correr , habíamos llegado a una ciudad de Baja California , el tiempo era templado y eran aproximadamente las 4 de la mañana .
Llegue a un callejón , llamado Grumol , y me quede en silencio , tratando de escuchar algo que indicara el peligro , pero todo estaba en silencio, a la otra calle note un orfanato llamado Israelí .
Camine despacio a el decidida de dejar a la niña ahí , tome mi collar con una nota que la princesa había escrito hace una década , y se la coloque a la niña .
La familia que la adoptara , podría leerlo y sabría que tendrían que hacer .
Encontré una pequeña rama y con los pocos poderes que tenia hice una canasta , coloque la manta de la niña y la coloque ahí , todavía no dejaba de llorar y sentía tanta melancolía de dejarla sola , pero si venia conmigo  la matarían .
Toque el timbre y salí corriendo con lágrimas inundando mis ojos , volví a mismo callejón y observe desde ahí , que una señora ya un poco vieja , la recogía del suelo y la metía dentro del orfanato .
Ahí ella viviría bien , estaría a salvo , y como dijo su madre vendrá a luchar por lo que pertenece , estaba a punto de darme vuelta cuando algo de mi goteaba , un dolor recorrió mi cuerpo y me di cuenta que un lanza atravesaba mi estómago, solté un grito , pero no de miedo , ese grito fue de esperanza ...