Visita.[13]

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Jimin despertó por todo el ruido que hacía el pequeño que estaba a un lado de su cama con algo en su mano derecha que aún no podía ver debido a sus párpados pesados y su vista nublada, se tallo los ojos con sus manos para poder saber el causante de su felicidad.
Pudo divisar el objeto que tenía Kookie, era un periódico, al verlo entendió todo, sabía lo que pasaba y no pudo evitar emocionarse y abrazar al pequeño para subirlo con él a su cama y compartir juntos su felicidad admirando aquella portada de el periódico, la cual proyectaba a un Jimin sonriente junto con su amigo Taeyang, ahí estaba la página principal hablando de su gran trabajo y pasión por el baile, ahí se encontraba el resumen de su gran esfuerzo a través de toda su vida para cumplir su sueño. Internamente agradeció a Yoongi por su gran trabajo, ya que todo estaba exactamente como él lo había relatado, tan detallado, estaba tan feliz que sentía la necesidad de ir y darle las gracias en persona, pero no, eso sería muy tonto pensó Jimin.

Se levantó con Kookie en los brazos y éste felicitandolo por su gran esfuerzo.
Preparó el desayuno, algo sencillo, un poco de café con leche y unas tostadas con mermelada, todo listo para él ir a la academia y Kookie a su escuela, normalmente Jungkook entraba a las 7am así que lo dejaba en sus clases, regresaba a casa, y después cerca de las 10am se dirigía a su academia, pero hoy decidió dejar a Kookie y después ir a la empresa Kim en fin tenía la perfecta excusa de que su mejor amigo trabajaba ahí, nuestro Park buscando excusas inconscientemente para ver a Yoongi, o quizá si lo sabía pero no quería aceptarlo.
Jimin no sabía como describir lo que sentía al pensar en Yoongi, últimamente ese chico se tomaba el descaro de pasar todo el día por su mente, y ya no sabía que hacer, si tan solo pudiera crear una amistad esa molestia de pensar en el se iría.

Preparó la merienda de Kook con un sándwich y un jugo más, él ya sabía que compartía merienda con Woozi y eso sólo lo hizo sentirse orgulloso de su pequeño conejo. Cerró la mochila de su hermanito y se miró al espejo para acomodar su cabello, y simplemente halagarse mentalmente, Jimin tenía buena autoestima.

Ya con Jungkook en sus clases, y estar a un paso de entrar a la empresa Kim suspiró, se estaba odiando ¿Cómo es posible que esté tan nervioso? Ni cuando bailaba frente a ciento de personas se ponía tan nervioso, en fin se armó de valor y tocó el botón del elevador para dirigirse al piso 3 donde se encontraba Tae.
Saludó con un abrazo seguido de felicitaciones por parte de Tae, ya que como era noticia principal todos los de ahí presentes sabían exactamente quien era.
Estaba teniendo una pequeña guerra en su mente de como preguntarle a Tae sobre Yoongi sin que piense mal las cosas.

-Oye, eemm...¿Sabes...Sabes dónde está eh Yoongi?- Quiso que se lo tragara la tierra, jamás pensó que sonaría tan nervioso.

-Está en su nueva oficina.- Dijo señalando la puerta con el número 11, para suerte de Jimin siquiera le preguntó nada, así que aprovechó para irse rápido hacia la oficina de Yoongi.

-Gracias Tae.-

Asomó su cabeza logrando ver a un Yoongi ¿Dormido? ¿No debería estar ordenando su oficina?
En fin, hizo su mano un puño para tocar levemente la puerta, provocando que Yoongi volviera a ver con pereza quien le buscaba.
Yoongi se quedó un poco confundido cuando vio al chico que le a quitado el sueño estos últimos dos días, sin más se levantó acomodando su pelo e invitando a Jimin pasar y sentarse frente al escritorio.

-Hola, es raro verte. ¿Qué te trae por aquí?- Yoongi y su manía de sonar tan amable.

-Ehm, y-yo sólo quería darte...las gracias? Por tu trabajo, es increíble.- Sonrió Jimin bajando la mirada para ocultar su sonrojo.

Yoongi no estaba convencido de eso, realmente si fue a verlo sólo para darle las gracias, si que era raro, aunque su presencia no le molesta. Es más no entendía aquel sentimiento de felicidad que abordó en todo su cuerpo al ver al mismísimo Park Jimin en la puerta de su oficina, ¡Buscándolo a él! Algo que nunca nadie había hecho.

-Bueno no es nada es sólo trabajo.-

-¿Sabes? Pienso que tienes talento para escribir.- Comentó Jimin de la nada, él sólo quería entablar una conversación.

-Wow, ¿Gracias? Nunca nadie se había tomado el tiempo de decírmelo, aunque lo único que he hecho durante 5 años es escribir columnas irrelevantes.-

-No creo eso, supongo que tienes alguna otra cosa escrita ¿No?-

-Bueno mi sueño era escribir canciones y componer, pero...- pensó muy bien su respuesta, Park le atraía y realmente la estúpida idea de esconder a su hijo como "un pequeño secreto" se le coló por la mente, pues no quería espantar a Park diciéndole que era padre, ya saben Jimin es joven como para meterse en asuntos serios.

-¿Pero?-

-Pero tuve algunos inconvenientes que no me permitieron seguir.- Llamarle "inconveniente" a su propio hijo. Que idiota era.

-Oh ya veo, bueno Yoongi hyung espero algún día conocer más su trabajo, debo irme, adiós.- Se despide para seguidamente levantarse y dirigirse a la salida de la oficina.

-Adiós Jimin, me gustó tu visita.- Mencionó Yoongi haciendo sonrojar a Jimin, éste último solo sonrió y salió rápido, ya que no quería que su hyung le viera como un tomate. "Quizá ésta no sea la última visita." Pensó Jimin.

Yoongi se encontraba feliz, verlo le alegró más su día, esperaba que le asignaran seguir los pasos de la competencia, así estaría cerca de él, y quien sabe, podrían ser amigos, aunque Yoongi tenía un lío en la cabeza, Jimin en especial le llama la atención, no como los demás si no le llama la atención de una manera diferente, quería conocerlo, y saber más de él, sus miedos, tristezas, alegrías, símplemente quería saber todo de Jimin.

The little secret. [YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora