Trapped

4.

Un mes después, Natasha podía llevarnos a Chris y a mí a la escuela, se estacionó en el campo trasero exclusivo para autos y bajamos, hoy sería el día en el que mamá y papá se van a Roma de aniversario.
-Hoy me quedo al entrenamiento- dijo Nat, últimamente se queda a entrenamiento de porristas, no necesariamente por la popularidad, más bien porque adoraba bailar y el elegante instituto solo contaba con ballet, danza que detestaba, así que con esa falda corta y carácter frío aumentaban los litros de baba que caían por ella...

Apenas tocaba el timbre de salida y yo ya estaba fuera de mi salón esperando a Chris, que como siempre evadía al grupo de tontos del equipo de football para acercarse a mi.
-¿Vamos?-
Un leve sonrojo se asomó junto a una sonrisa y caminamos hasta la biblioteca, pedimos una computadora y nos sentamos juntos, Oregon Hall, mientras lo ayudaba con su proyecto yo investigaba, me encontré con la sorpresa del de que estaba más cerca de lo que imaginaba, aunque llegaría más rápido en auto, Chris estaba tan pegado a mí que podía sentir su respiración en mi cuello causando pequeños escalofríos en mi piel, nuestra sesión se vio interrumpida cuando Chris miró su celular.
-Tengo que irme- dijo levantándose de su asiento dejando a la luz su mirada color miel,
-S-si- apenas dije cuando vi su enorme chaqueta del equipo y cabello rizado alejándose, quise proseguir un poco más antes de irme, Oregon Hall, nombre del hospital psiquiátrico más polémico del mundo, hogar de leyendas dignas de una película de terror, tratos inhumanos hacia los pacientes, oscuros experimentos y hasta relaciones con sectas, rumores que aún existen y considero fascinantes, descargué toda la información en una memoria y me dispuse a irme al campo para ver a mi media-hermana y mi amigo entrenar.
Me encontraba sentado en la última fila de gradas, por un lado, Nat  volaba por los aires, para tener tan pocas semanas, aprendía rápido, mientras que del otro lado, Chris, quien cada día se veía más musculoso, cosa que atraía la mirada de las chicas que iban solo para animar al equipo, incluyendo a la mayoría de las porristas, en el descanso de Nat llegó saltando las gradas de dos en dos hasta sentarse a mi lado.
-Viniste más rápido que otras veces, ¿terminó la investigación con tu novio?- dijo en un tono gracioso alargando la palabra "novio"
-No es chistoso- respondí con la máxima seriedad que pude actuar empujándola un poco, después de haberla conocido tan bien, ningún comentario bobo suyo me lo tomaba en serio, platicamos un rato hasta el fin del entrenamiento de football, ella bajó por sus cosas y Chris se despidió con un gesto de guiño sobre actuado que siempre me hace reír, Nat se posó dos gradas abajo cuando lo vio irse y ambos se despidieron con un movimiento en la cabeza, volvió a mí y preguntó extrañada
-¿No lo llevaremos hoy?-
-Nop, tiene junta con el equipo-
-Entiendo, apúrate que hoy dejamos a David y a Scarlett en el aeropuerto- sonrió nuevamente, las ganas de preguntarle el por qué llamaba a nuestros padres por su nombre eran inmensas.. ¿será que no los pueda ver igual?
-Oye, ¿y por qué...-
-¿Qué?-
Pero no me quería meter en un tema personal o en un problema justo un día antes que quedarnos solos...
-No, nada, ya lo olvide- reí suavemente muy nervioso, me arrojó una mirada extraña pero después devolvió la mirada a su bolsa.
-De acuerdo, entonces vámonos antes de que se haga tarde-
Corrimos al auto y Natasha puso la música a todo volumen poniéndose sus lentes oscuros a través de sus ondas despeinadas, creando una salida con mucho estilo.
Mamá y papá ya estaban afuera con sus maletas listas para irse al viaje de sus sueños, yo fui a ayudar a papá a subir las maletas mientras mamá se subía explotando de la emoción en el asiento de adelante, una vez dentro del auto Nat  condujo hasta el aeropuerto.
-Aquí está mi número, el de tu papá y algunos de emergencia...-
-Mamá, creo que estaremos bien- dije riendo
-Lo siento, es que me preocupo- respondió mientras nos abrazaba fuertemente.
-Cariño, ya es hora- papá la interrumpió y nos dio un pequeño abrazo y se fueron a su gran aventura, lo que no sabían es que este es el comienzo de la mía...