Cumpleaños de Lizzy, cuando la amiga la visitó y ella desmayó. ¿Recuerdan?
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El día estaba más que bonito, aunque Lizzy no lo podía apreciar, estaba en su habitación del hospital.
Qué manera de disfrutar tu cumpleaños.
La pequeña se encontraba escribiendo algo en su cuaderno, la madre y los doctores siempre se preguntaban qué era lo que escondía allí.
Pero la verdad dudaba que alguien lo descubriera, Lizzy también guarda sus secretos.
Toc toc toc.
Se oyé en la puerta y la niña deja de lado la agenda para decir "pase", la abuela aparece y trae con ella, un enorme oso de felpa, era muy lindo de verdad, hablaron un rato más, y luego se fue, dándole paso así a sus padres, quienes habían asegurado tenerle una sorpresa.
La niña no tenía idea de qué podía ser.
Los padres se retiran un momento, no sin antes darle las felicitaciones seguido, de dos sonoros besos en sus coloradas mejillas.
Al rato, aparecen con una sonrisa y es ahí cuando la ve ¡Era Samantha! Su mejor amiga.
Ella entró diciendo una tímido <<Hola>>, pero Lizzy era diferente, ella estaba realmente emocionada, así que saltó sobre ella y la abrazó, al comienzo fue algo raro, pero después las cosas entre ellas cambiaron, los padres de Lizzy salieron de la habitación, no iban a interrumpir esa bonita escena, no lo harían.
La charla entre las dos niñas se basaban en gustos de películas, las escuelas e incluso los personajes literarios.
Algo que ambas amaban con fuerza era leer.
Samantha le contaba como era la escuela desde que ella se fue, la sorpresa que se llevó cuando le dijo que la extrañaban.
Lizzy pensó que pasar el cumpleaños en el hospital después de todo no fue tan malo.
El padre de la niña apareció diciendo que en diez minutos debían irse, cosa que las entristeció un poco a ambas.
Lizzy recordó en ese momento que su cuaderno tenía stickers, por lo que le dió uno a su amiga.
<<Esto es para que no me olvides>> fue lo único que dijo.
Samantha sonrió con poca gracia, ella debía irse del país y posiblemente no vuelva a saber más de ella.
Se dió cuenta de la torpeza que cometió al no darle su obsequio (el cuál lo había dejado en una silla de la habitación)
Le mostró el regalo e inmediatamente Lizzy sonrío ¡una peluca muy bonita!
Vaya, agradeció y no sabe si era por la emoción porque de repente se sintió mareada.
Todo se torno confuso, repentinamente se sentió mal.
Samantha se preocupó y salió de inmediato en busca de sus padres.
Para cuando llegaron, vieron a Lizzy en el suelo.
Se había desmayado.
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¡No es el mejor extra pero quería que lo leyeran!
Ahora sí es momento de irme.
Gracias por estar acá.Gracias, gracias, gracias.
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Querido cáncer| ✔️
Short Story«Querido cáncer, ¿No te das cuenta que me lastimas? Quizás estar enferma no es malo. Pero...¿Podrías hacer que el dolor no sea verdadero? ¿Debería yo dar más de mí esfuerzo para salir de esto?». "-¿Ves esa mariposa? Es libre como...