Mitsuha Miyamizu y Taki Tachibana están a punto de reencontrarse después de estarse buscando por largos años o simplemente notando que algo o alguien les hacia falta. Ese reencuentro se dará lugar en el cruce de trenes de la estación de Tokio, que t...
Antes de que los trenes se cruzaran y antes de que mi vida diera un giro de 180 grados en escasos segundos.
Todo transcurría normal, mi vida era aburrida y monótona. Se basaba en estar a casa, dibujar paisajes que era uno de mis pasatiempos preferidos, ir a trabajar al despacho de arquitectos, en el cual pasaba muchísimas horas, para luego regresar a casa del trabajo y dormir para que a la mañana siguiente todo volviese a suceder de la misma manera.
Mis únicas responsabilidades eran trabajar, para sentirme realizado, ya que por fin, después de mucho esfuerzo y dedicación había conseguido crear un bufete de arquitectos, que se encargaban de preservar los patrimonios de la humanidad. Ese por el cual había luchado e invertido tanto tiempo. Y mi otra responsabilidad era mantener la casa y pagar el alquiler.
Pero todo eso cambio, mi vida dejo de ser simple e igual y ahora todo era diferente. Me recordaba todo un poco a esa época en la que me emocionaba, era feliz, salía en busca de aventuras, me relacionaba, y me hablaba con una persona que hoy en día, soy incapaz de recordar, todo está borroso en mi mente.
Y ahora mismo, yo, Taki, un muchacho ya grandecito, como para hacer esto, me encontraba corriendo por las grandes calles de Tokio, buscando ese algo, o quizá ese alguien que notaba como me hacía falta, como si antes hubiera formado parte de mi vida, pero por razones desconocidas, su presencia física desapareció, pero su presencia espiritual seguía en mí.
Aún podía recordar algunas cosas de aquellos días, aunque eran recuerdos muy borrosos, aún podía recordar aquello que parecía un sueño, algo real que parecía un borroso sueño, y a causa de eso, se iba borrando en mi mente, pero antes de que ese sentimiento desaparezca, quisiera volver a recobrar y llenar ese vacío en mi interior.
Y es por eso mismo, que ahora me encontraba corriendo, porque una corriente eléctrica me recorrió el cuerpo al ver a una chica, a través de los desvíos de los trenes, nuestras miradas se cruzaron, pocos instantes, a través de las ventanas, que eran cristalinas, pero esa visión maravillosa duro pocos instantes para mí, como si de una estrella fugaz se tratase, porque antes de poder articular palabras o de pedir un deseo, los trenes ya habían cambiado los rumbos y ella ya había desaparecido de mi vista. Recuperando de nuevo la realidad y la ciudad de Tokio de fondo.
Ella, si, esa chica que también me miraba, ella era de mi misma edad o eso parecía a simple vista. Una chica morena, media melena y con un collar en forma de estrella, color celeste, con ojos oscuros, y lo más importante de todo, algo de ella que me sonó demasiado familiar, una cinta color rojiza, la llevaba en su pelo, haciéndole un medio recogido pero era demasiado visible, o al menos para mí lo era.
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No me hizo falta reflexionar ni un instante, en el cruce de miradas, me di cuenta, ella era, ella era el motivo de mi vacío, ella era la que sería capaz de completar me, no sabía cómo se llamaba, simplemente lo notaba, notaba que ella había estado cerca mío, pero esa visión, maravillosa desparecido de mi vista, justo cuando los trenes cambiaron de rumbo y se separaron, una pesadez volvió a apoderarse de mi cuerpo, y me di cuenta, tenía que volverla a encontrar y entender el porqué de esa corriente eléctrica al verla.
No importaba cuanto le costara encontrarla, algo dentro de él le dijo que no era la primera vez que algo así sucedía, así que estaba dispuesto a arriesgar todo, antes de que todo pasara a formar parte de un recuerdo, de un sueño, antes de eso, la encontraría.
Yo, Taki Tachibana, Necesitaba saber quién era.
Y así fue, como baje del tren lo más veloz posible, necesitaba respuestas, y las necesitaba ya.
Corría y corría a través de las calles de la ciudad. Sin rumbo aparente, me guiaba por impulsos.
Iré allá a donde este. Lo prometo. Me jure a mí mismo que la encontraría.
Notaba su presencia.
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Continuara **
¡Hola!
Espero vuestros comentarios, votos y que me sigáis.
Y sobre todo espero que os guste y podáis disfrutar de esta historia, mi continuación para..
