Quinceañera. || O.S FRERARD

Quinceañera.

Todo empezó cuando Gerard tenía ocho años y fue invitado junto a su familia a la fiesta de 15 de una de sus primas, al principio no quería ir porque seamos realistas, qué hay de divertido en un salón lleno de adolescentes bailando?

Si, la respuesta es nada.

Además tenía que usar un traje toda la noche, no podía correr, no había muchos nenes de su edad y se tenía que portar bien. Todavía no habían llegado a la fiesta y Gerard ya se quería ir.

Encima iba a estar sólo en la mesa con un montón de adultos porque Mikey iba a quedarse en la casa de su abuela Helena, porque, según su mamá "Mikey es muy chico todavía para estas cosas" , Gerard era sólo tres años mayor que el, todavía era chico para estas fiestas!

Pero cuando se quiso dar cuenta estaba parado en una recepción rodeado de familiares que apenas conocia, tías segundas que no dejaban de abrazarlo y decirle cosas como "Que grande que estas!" "Tan lindo como la madre!" "La última vez que te vi eras así de chiquito", Gerard sólo se escondía detrás de la pierna de su madre esperando a que la fiesta se terminará rápido.

Una vez que entraron en el salón principal un mozo los acompañó hasta su mesa, en la que ya se encontraban sentandos unos familiares que, para su sorpresa, no había visto nunca!

El menor, resignado a una noche llena de aburrimiento y conversaciones forzadas comenzó a juguetear con la punta del mantel. Absorto en sus pensamientos no noto como las luces del salón se apagaban abruptamente, dejando solo una luz iluminando unas escaleras que no había visto antes. En el momento que los primeros acordes de I don't wanna miss a thing De Aerosmith empezaron a resonar por todo el lugar, Gerard levanto la vista y vio como la quinceañera decendia las escaleras lentamente con una mano posada en el barandal.

El pequeño niño no podía dejar de mirar el vestido, un corset totalmente blanco adornado por perlas del mismo color y una enorme pollera de tul color azul cielo.

La combinación de la música, las luces, el silencio de los invitados mientras que admiraban a la chica como si fuera lo más hermoso que habían visto en su vida hizo que algo se despertara dentro de Gerard, un sentimiento de deseo, el quería ser como la chica que bajaba lentamente las escaleras con la gracia de una princesa, quería que la gente lo mirara como la miraban a ella.

Gerard quería sentirse así de hermoso, aunque fuera por unas cuantas horas.

Y así fue,como a la tierna edad de ocho añosl, Gerard Arthur Way había decidido tener su propia fiesta de 15.

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Después de un tiempo Gerard comprendió que los nenes no podían tener fiestas de quince.

Cuando cumplió 17 su padre le explicó que a los chicos los llevaban a "debutar", que los vestidos y las cosas lindas no eran para el, "Tenes que ser un hombre Gerard".

Pero el sabía que si le decía a su viejo que quería estar con un chico iba a terminar debutando con un patada en el culo.

Gerard ya había abandonado su sueño de bajar por una escalera con un hermoso vestido, sus compañeros de clase le habían mostrado de la peor manera lo que pasa cuando un chico quiere usar ropa de mujer.

-Frank va a organizar una fiesta este sabado, aprovecha que sus viejos se van a un tiempo compartido en mar del plata.

Gerard se volteo a ver a su hermano menor apoyado en la puerta de su cuarto con la vista clavada en su celular.

-Quienes van?

-Nosotros nada más, creo que también Pete pero solamente porque es el que consigue flor.