16- Sherlock y la rubia.

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Narra Dann:

Me desperté, eran las 8 de la mañana y como todos los días me dispuse a salir a correr para despejarme, últimamente no había estado en mis mejores días.

- Alix despiertate - Toqué la su puerta y asombrosamente me abrió ya vestido - Esto es raro ¿Tienes alguna cita?

- Voy a salir con Sienna - Cuando Alix me lo dijo me asombre pero le mire serio - Como amigos, como amigos, Sienna no quiere que seamos nada más y lo acepto... Medianamente

- Deberías dejarle su espacio, al menos hasta que se arregle todo.

No era participe de que mientras mi hermano psicópata estuviera tras Alix el saliera de casa tranquilamente a pasearse, corre peligro pero le da igual y más aún cuando sale con Sienna, se expone más.

- Si te contara yo... - No entendí sus palabras

- ¿Qué quieres decir con eso?

- Sienna ha hecho un trato con Emerick, ella dice que sabe una manera de devolverle su poder sin matarme y tu hermano le ha dado una semana o si no se casara con el y me matará - Alix rodó los ojos, no parecía preocupado - Estoy cabreado pero algo en mi confía demasiado en Sienna

- No debería - suspiré - Sienna siempre tiene ideas locas - Mire a Alix - Tal para cuál

- No me metas en el mismo saco.

Negué con la cabeza, eran una pareja de suicidas que pensaban con el corazón y actuaban sin pensar las consecuencias, los jóvenes de hoy en día, que se le va a hacer.

- Aún no hemos hablado de tu borrado de mente ¿Te encuentras bien?

Suspiré, realmente aún sin mis recuerdos de hace un par de meses sabía que algo iba mal, al ver aquellas fotos lo recordé.

- Recordé antes que Sienna, por una foto de Eva - Alix se sorprendió.

- ¿Vas a seguir esperándola? - El me habló nostálgico.

- Sabes que si, aunque pasen mil años la voy a seguir esperando, volverá - Sonreí ligeramente, intentaba mentirme a mi mismo teniendo algo de esperanza - Pero olvídate de esto, ahora preocúpate por esa cita que tienes con tu rubia favorita.

- De alguna forma me siento muy nervioso y ya había salido con ella.

Me reí, Alix a veces podía llegar a ser como un niño pequeño que está descubriendo los misterios de la vida.

- No deberías, si hasta te has acostado con ella, no creo que debías sentir nervios - Dije con la mayor naturalidad del mundo y Alix se sonrojo ligeramente - Así pareces un niño super inocente y puro que hasta da grima.

Alix me miró mal pero yo me reí, una vez aclaradas las cosas desayunamos juntos para hacer el entrenamiento de todos los días, me gustaba ver a Alix feliz.

Narra Sienna:

Estaba desayunando tranquilamente mientras leía un libro que tenía abandonado y me había prestado Cassie, hoy no tenía clases pero debía llevarle un trabajo y exponerlo a mi profesor para después salir con Alix, después de todo nos merecemos una tarde libre y sin interrupciones. Acabe mi desayuno y guarde el libro en mi mochila, cogí las llaves y salí de casa.

- Bien Sienna, tengamos un día normal y perfecto.

Me encaminé a la facultad sujetando la correa de mi mochila con fuerza, era un trabajo que contaba con la mitad de la nota y me había esforzado mucho, lo último que me faltaría sería que me lo suspendieran pero debía confiar en mis horas de investigación.

MordidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora