Capitulo: 4. ¿El reencuentro?

10 2 0
                                    

Anteriormente:

Todos se fueron a dar una ducha para poder dormir bien, suerte que Marta tiene mucha ropa y su padre también. Ya todos dormidos, buenos no todos se pusieron a pensar a su manera. Mañana les esperaba mucho o poco por hacer, no sabes lo que te puede pasar en medio de un apocalipsis de "muertos vivientes"

Ahora en el almacén abandonado...

Se encontraba una morocha mirando fijamente a un pelirrojo de ojos verdes esmeralda, el cual, estaba dormido profundamente. Se estarán preguntando ¿Y el beso, qué pasó con él? Púes sólo fue la imaginación de Alex, ese beso nunca sucedió. Aunque Alex sea muy valiente, no se atrevió hacer lo que su mente alucinó ¿Tal vez por miedo a que la rechace? O ¿Tal vez por miedo a enamorarse otra vez y perderlo ¡TODO!? Por eso se alejó de los demás, ella no quería sufrir otra vez, ver sufrir con sus propios ojos a las personas que más amaba. Por eso, nunca juzgues a un libro por su portada, nunca sabrás que tiene en su contenido sino lo lees. Y a Alex nadie la leyó, sólo la juzgaron por ser la "Chica Silenciosa".

Después de unos... Diez minutos de estar observado, y pensando, se recostó al lado de él, cerró sus ojos y entró en un profundo sueño. La pobre se encontraba muy cansada.

Al amanecer, en el almacén...

Estaba el pelirrojo observado a la morocha, él estaba tan hipnotizado por la belleza de aquella chica, nunca se había puesto ha verla sin juzgarla, nunca se había detenido ha leerla, ha conocerla y enamorarse completamente de ella. Él estaba decidido en conocerla, explorarla, leerla y sobre todo, enamorarla, ese era su plan. Cuidarla, protegerla y nunca alejarse de ella, esas eran la tres cosas que él tenia en mente.

Después de unos minutos, la morocha comenzó ha despertarse de su sueño restaurador. Ella vio que Roberto ya se había despertado y prosiguió ha saludarle.

— ¡Buenos días! ¿Pudiste dormir bien? — le preguntó la morocha a Roberto, el cual se encontraba observando el perímetro por la ventana. Él quería saber si podían marcharse de ahí lo más pronto posible, en cualquier momento esas cosas los pueden encontrar.

— Oh, despertaste, ¡Buenos días! He dormido bien, ¿Y tú? — digo el pelirrojo con una sonrisa en la cara.

— Bien. Es raro verte sonreír. Por lo que sé y por lo que he visto, no sonríes a menudo.— digo Alex levantándose del montón de paja y limpiándose la que se encontraba pegada en su ropa.

— Ja, púes sí, no suelo hacer eso, pero cuando en cualquier momento puedo morir y he sobrevivido un día más en este infierno, creo que sonreír le a la vida es lo menos que puedo hacer ¿no? — Alex sólo asintió con un "Tienes razón" — Bueno, he revisado el lugar mientras dormías, creo que podemos escapar. Lo malo es que no tenemos transporte, así que debemos encontrar uno. Ir ha pié donde los demás es mala idea.— dijo el ojiverde.

— Sí, tienes razón. Sino encontramos un transporte, podemos también intentar buscar un teléfono, así llamamos a los demás y nos pueden venir a buscar.— dijo la morocha.

— Sí, no es mala idea. También debemos prepararnos bien, ¿Todavía de quedan balas? — termino de decir con una pregunta Roberto.

— Sí Tomatico. Además tengo mi Katana.— dijo con tono burlón la morocha.

— Ok. Pensé que se te había olvidado el apodo.— dijo el pelirrojo.

— Como crees, eso a mí no se me olvidará en un BUEN tiempo.— dijo Alex y los dos estallaron de risas.

— Bueno, es mejor irnos.— Alex le contestó con un simple "Ok".

En la Mansión 'Le black'...

The Virus Of The Dead. [CANCELADA :'v]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora