Capítulo 3:

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— Ahley, te juro que esos chicos tienen algo raro, no nos podemos fiar...—la miro suplicante.

— Vamos ____, no seas aguafiestas—pone los ojos en blanco y me guía hacia una tienda de lencería—. Vamos a ver como se ponen al vernos con estas ropas interiores—sonríe y chocamos con dos chicos. Antes de llegar al suelo por el golpe, alguien me sujeta de la muñeca.

— Perdón, no te había visto—alzo la mirada y veo a un chico moreno de ojos azules, super guapo. Dios mío... Me quedo embobada y me mira sonriendo—. Soy Bryan Smith—le miro sonriendo. Si no recuerdo mal es al chico que tengo que llevar por el buen camino.

— Yo soy ____... ____ Shunk—le extiendo la mano y el me da dos besos.

— Mucho gusto guapa, bueno me tengo qu...—le interrumpo.

— ¿Quieres quedarte conmigo y con mi amiga? Y con ellos dos—le señalo a todos y el mira a su amigo que esta hablando con Ash animadamente, asiente y nos siguen dentro de la tienda.

— Y... ¿Cuántos años tienes?—sonríe.

— 17...—susurro—. ¿Y tú?

— 19—me sonríe.

— Hey, ____, pruébate estos—Justin me lanza varios conjuntos de ropa interior encima y los cojo. Todos rojos, negros, marrones, uno morado oscuro... ¿Por qué todo oscuro?

— Vaaale—pongo los ojos en blanco y me dirijo al vestidor, entro dentro y me empiezo a desnudar, me pongo un tanga rojo de los que me dio Justin y el sujetador a juego, cuando voy a abrocharlo alguien me lo abrocha y me giro, Justin... Me sonrojo.

— Te queda genial—me da un beso en el hombro y me aparto, se vuelve a acercar a mi y me coge en brazos empotrándome contra la pared, roza su erección contra mi feminidad y me muerdo el labio.

— Justin, tienes que salir, no pueden verte—respiro entrecortadamente.

— Adoro las cosas malas...—comienza a morderme el cuello y a lamerlo, suelto un gemido e intento apartarlo.

— Venga, Jus...—me levanta el sujetador y abro los ojos como platos. ¿¡Será guarro!? Acerca su lengua a uno de mis pezones y antes de que lo lama sujeto su cabeza—. Para el carro Bieber—le miro mal y agarra mis manos fuertemente. Me tiene inmovilizada. Se lleva un pezón a la boca y lo muerde. Me mira a los ojos y los veo rojos, eso es... Me asusto y lo empujo, parpadea y me mira. Miro sus ojos y están de un color miel intenso.

— ¿Qué pasa?—me mira.

— Tenías los ojos... Olvídalo—muevo la cabeza hacia los lados y lo echo, comienzo a vestirme y decido comprarme todos los conjuntos.

— Hey—me saluda Bryan al salir del vestidor y veo que hay dos chicas nuevas, morenas y con mechas rojas. ¿Y estas quien coño son? Tienen una mirada fría, y los ojos negros—. Ellas son Samantha y Soraya.

— Hola—las saludo dudosa y no responden. Serán mal educadas. Soraya se acerca a Justin y lo besa. ¿Son novios? Será putón el chaval.

— Vámonos Bryan, Lucas, Ash—agarro a Bryan del brazo y tiro de él, pagamos y salimos los cuatro de la tienda con los otros imbéciles detrás, sin faltar las guarras que vinieron.

— Hey, ¿por qué vas tan rápido?—me mira Bryan.

— ¿Vamos a mi casa? Podéis veniros tú y Lucas—sonrío y asienten dudosos.

Estuvimos un buen rato caminando, ya que antes vinimos en el coche de Ryan y Justin. Entramos en el edificio y dejamos todo lo que compramos cada una en nuestra habitación. Preparamos unas pizzas y comemos con los chicos. Cuando terminemos de comer nos preguntan si pueden quedarse a dormir, Ash les dice que si entusiasmada y yo la miro mal. ¡Pero si acaba de conocerlos!

Les preparamos el sofá para dormir y me ducho, me pongo una de las nuevas ropas interiores y me tumbo en la cama. Por fin a dormir... Cierro los ojos y siento como la cama se hunde a mi lado. Me giro y veo a Bryan. Alzo las cejas.

— ¿Qué haces aquí?—le miro extrañada y sonríe.

— Quería dormir contigo... Y... Hacer otras cosas—se acerca a mi y roza sus labios con los míos. ¿Está salido o qué?

— Bryan, me acabas de...—me interrumpe besándome y se pone encima mía. Cierro los ojos y me sigue besando. Baja sus besos a mi cuello y me estremezco.

— Te prometo que te gustará—me muerde el cuello flojito y asiento.

Vale, soy un ángel y me voy a acostar con el chico que tengo que proteger. Esto no es pecado, pecado es si me acuesto con un demonio, así que adelante ____, no te preocupes.

Suspiro y me dejo llevar, continúa besando mi cuello, mis hombros y baja la tira derecha de mi sujetador, luego la izquierda... Desabrocha mi sujetador y me lo quita, besa mis pechos, alrededor de los pezones y jadeo, agarra mi pezon derecho con su mano, y el izquierdo lo lame, lo muerde, juega con él... Gimo y abro los ojos, Bryan me besa y baja sus manos a mis caderas, comienza a bajar mi tanga y me pongo un poco incómoda. Solo lo hice una vez y borracha, con un completo desconocido, y joder... Me quita el tanga y se desviste. Escucho algo de aluminio rasgarse y se pone el condón, acerca su glande a mi feminidad y suspira, me abraza y entra en mí bruscamente, pego un gritito y me besa. Susurra un "tranquila, pequeña" y empieza a moverse lentamente, poco a poco aumenta el ritmo y nos encontramos ambos gimiendo, acariciándonos, besándonos... Hasta que ambos llegamos al climax. Se quita de encima y se tumba a mi lado.

— Gracias por... Esto—sonríe y me besa la frente, asiento y me tumbo en su pecho acurrucándome.

— Buenas noches...

— Buenas noches.

Me remuevo inquieta y siento como si me estuvieran observando, abro los ojos y miro a Bryan, duerme plácidamente, me siento sobre la cama y me doy cuenta que estoy desnuda. Dios... Lo hice con Bryan. Sigo sintiendo esa mirada fija en mi y miro hacia la ventana, allí veo a Justin. con alas de demonio, unos ojos rojos inquietantes y me olvido de respirar. Parpadeo y ya no está, no hay nadie... ¿Me lo habré imaginado? Suspiro y decido volver a dormirme.

— Hey, despierta—me mueven de un lado a otro y me acurruco en el pecho de la persona de al lado mía.

— Mmmmh—gruño.

— Venga ya, nena. Despierta—¿nena? Esa no es la voz de Bryan. Siguen moviéndome—. Joder ____, como duermes ostia—me sigue moviendo y yo me giro.

— Seas, vete a la mierda y déjame dormir—digo enfadada.

— ¿El polvo de ayer con ese marica te dejó exausta? Joder, entonces follas conmigo y ni contestas—escucho a alguien desvestirse y cuando voy a girarme unos labios posarse sobre los míos, sigo el beso pero rápidamente abro los ojos. ¿¡Justin!?

— ¡Fuera!—me siento sobre la cama enfadada.

— Wow, si que tienes grandes las te.tas—sonríe y me miro. Mierda. Me sonrojo y me cubro.

— Fuera, Justin, hablo enserio—le miro mal y el se acerca. Esta sin camiseta y se le ven todos los tatuajes.

— Oh, venga. Sabes que te encanto—sonríe y me agarra de las muñecas tirando y pegándome a él.

— Justin, déjame—le miro mal y me besa. Mueve sus labios y yo me quedo quieta, roza su lengua contra mis labios para que abra la boca y finalmente me rindo abriéndola. Junta nuestras lenguas, se encuentran y juegan. Me besa salvaje y me separo por aire—. Me tengo que vestir—murmuro.

— Vístete, te he visto desnuda mientras dormías—se encoje de hombros y le miro mal. Cojo el conjunto rojo de ropa interior y me lo pongo— Madre mía, te hacía madre...—se muerde el labio.

— En tus sueños Bieber—le guiño el ojo.

El sabor de lo prohibido. {Justin Bieber & Tú}:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora