- Era una magnífica mañana, aves cantaban y revoloteaban. El silencio era tan comprometedor que le daba una armonía inmensa al ambiente.
El cielo estaba completamente despejado. Pero por suerte, el sol aún no estaba a gran temperatura. Dicho esto, se podía disfrutar la vista de un bello paisaje si es que vivías en alguna parte de las zonas rurales.
El viento fresco y seco aún perduraba entre las calles, por lo cual, hacía que el ambiente no sea ni frío ni caluroso. Digamos que.. Un poco de ambos.
Amatista se encontraba en el parque, donde este incluía: Una fuente de agua, caminos empedrados (que por suerte con el paso del tiempo se gastaron y el piso quedó casi plano), faroles, árboles por doquier, y algunos juegos infantiles para niños.
La joven estaba por cruzar la avenida, pero, antes de dar el primer paso, un chico se le acercó y dijo:
- Disculpa..
- Dijo el chico una vez a su lado, nervioso. -
- Veo que trabajamos en el mismo lugar ¿No es así?.
- Dijo con un poco de interés en el tema mientras que miraba a un edificio altísimo con más de veinte pisos que en la cima decía
"Mythsla".
- Si te refieres a Mythsla no..
- El joven interrumpió, antes de terminar la frase. -
- Me habré confundido.. Vas a la cafetería por lo visto.
-Sí.. Voy a ver a una amiga.. Por cierto.. ¿Cómo te llamas?
- El tipo volvió a interrumpir antes de pronunciar "mas".
- Ohw, ¡D-disculpa!, se me olvidó presentarme..
- Contestó cerrando los ojos y poniendo el brazo izquierdo entre sus clavículas con los puños cerrados.
- Soy.. S-soy.. ¡Alex! ¡S-si!, ¡Alex!.
- Dijo nervioso.
- ¿Alex? ¡Lindo nombre!.
- Dijo Amatista sonriendo. -
- Me llamo Amatista, gusto en conocerte.
- Igualmente.. Bueno.
- Dice Alex con un tono cortante, mirando su reloj. -
- Ya debo irme.
- Ambos se despidieron y cruzaron juntos la avenida, a un par de pasos a distancia. -
Mientras que ambos cruzaban la calle, Alex miraba cada movimiento detalladamente de Amatista al caminar.
Derrepente, un auto salió de la nada, este se dirigía a Amatista a gran velocidad.
Esta tapó su rostro con ambos brazos cerrando bruscamente sus ojos. Al momento que el automóvil estara a unos pasos delante de ella, pequeñas partículas comenzaron a brotar de su cuerpo, como si estuviese nevando, formando un aura no muy visible alrededor de ella. Pequeños cuadrados comenzaban a desfigurar aquella figura que solía ser la silueta de la niña. Todo esto había sucedido en segundos, la joven, había desaparecido de aquél lugar, "teletransportándose" delante del joven.
Amatista -
- Bajó la guardia y fue bajando los brazos lentamente, mientras que clavaba la mirada en Alex al compás de el.
Suspiró dejando caer sus parpados y llevando la mirada al suelo.
...
- La niña se encontraba analizando lo ocurrido, estaba confundida y no entendía como había llegado hasta allí, ni tampoco cómo lo hizo, o si lo hizo ella. Luego recordó que no era 'normal', lo que la dejó más tranquila, dejando como respuesta que estaba descubriendo sus poderes, como todo Genla lo hace en el transcurso de su vida. -
- Alex echó un suspiro. -
. . .
- Ambos quedaron en un silencio perturbador mirándose mutuamente. -
- Ya.. Debo irme.
- Respondió Alex bajando la mirada al suelo, ocultando su boca y parte de la punta de la nariz con su bufanda a rayas negras y grises. Ignoró lo sucedido y siguió caminando mientras que, en su rostro podía verse reflejada una expresión de tristeza y afecto hacia la niña. -
...
- Amatista comenzó a caminar. Ya unos pasos adelante, se dió la vuelta, para ver al chico perderse entre el gentío. -
- Eso fue muy raro..
- Pensó llevándose la palma de la mano a su frente mientras que cerraba sus ojos por unos segundos, para que estos descansaran.
- Creo que necesito descansar un poco..
Dijo por lo bajo mientras que daba media vuelta y levantaba su mirada, quería ver por última vez aquél edificio que según la gente solo era de trámites y empresas de autos. Pero, por el interior de una ventana abierta se podían observar frascos de todos tamaños y colores random. ( Triangulares, cuadrados, ovalados, rectangulares, etc. ) No es que sea algún lugar en especial para ella, sino que se le hacía extraño que se llegase a ver eso en una empresa de autos o de trámites.
- Amatista volvió a su acción anterior y se dirigió a una de las remiserías que estaba a unas pocas cuadras de Mythsla. ( Para ser exactos, tres. ) -
- Buenos días, ¿Tenés auto?.
- El subjefe asiente con la cabeza. -
- Señorita, ¿se encuentra bien? Se nota algo pálida..
- Dice el subjefe con un tono preocupado pero seco. -
- Sí, gracias por preguntar.
- Dice sonriendo. -
- Aveces me agovia un poco el calor.
- Anunció. -
- Está bien, el auto esta afuera a la izquierda. Un reno gris.
- Gracias, ¡hasta luego!.
- Amatista se dirigió hacia donde le habían indicado anteriormente. -
- ¿Hacia donde va, señorita?.
- Dice el remisero con interés.
- A mi casa, ¿recuerda dónde es?.
- Contestó.
- Por supuesto. Ya la llevo.
- Dijo el remisero, dando la vuelta para así girar la llave cual ponía en marcha el automóvil. La nña abrió la puerta del auto para así entrar a este. -
- El remisero acomodó unos papeles desordenados y, el asiento del co-piloto que estaba en mal ángulo que, el mismo provocaba incomodidad a los pasajeros. Tambien acomodó el espejo que estaba apegado al techo para poder ver hacia atrás, lo fregó con un trozo de tela de seda color azul grisáceo claro. Ese hombre debía de tener buen gusto con los autos, porque, el mismo, no tenía ni una marca de alguna mano o dedo que siempre hacen los niños en la mayoría de los viajes. -
- ¡Llegamos!.
- Dijo el remisero, con un tono alegre. -
- ¡Gracias!, tome, quédese con el cambio.
- ¡Gracias, señorita!
- Se dió la vuelta. -
- Oiga, ¿está bien?. Se encuentra algo pálida.
- Sí, no se preocupe.
- Amatista salió del auto y se dirigió a la puerta de su casa. Cuando estaba a punto de abrir la puerta se dió la vuelta y saludó aquel señor que la había llevado a su casa, mientras que este se alejaba. -
- La joven entró a su casa. -
Amatista: - Ahg ~ Casa ...
- Se estiró y dejó caer su mochila mientras que, su mascota, un michón frisse llamado Kitty con 9 meses de nacimiento, saltaba y corría rumbo a ella para saludarla. -
- Hola~ ¿Te portaste bien?
- Se puso en cuclillas y comenzó a jugar con Kitty, cual estaba llena de alegría.
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Mythsla. //PAUSADA.
FantasyAmatista, una joven de 14 años de otra dimensión, deberá afrontar los peligros de la tierra sobre una corporación de científicos que buscan respuestas a actividades sobrehumanas involucrando inocentes en el proyecto.