4. Cruzando caminos (parte 1)

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- Buennnnnnnn.

Dijo una silueta con voz femenina, no muy joven entre la oscuridad del cuatro de Amatista, rompiendo el pacífico silencio de una manera no muy agradable

- Díiiiiiiiiiiiiiiiaaaaaaaaaaaa ..

Terminó la frase atravezada de un suspiro mientras que abría las cortinas con ambas manos, iluminando toda la habitación con la suave luz del sol de las mañanas de un típico domingo.

-Hay que ir al coleeeeeeeeegiiooooooooooo~

Continuó con un tono insoportable mientras Amatista se abrazaba a su almohada tratando de no escucharla. Esta se volteó a verla y se le tiró encima, acción seguida a acurrucarse y estallar en risas.

- A desayunar.

- No. - Sentenció Amatista a su vez, con una sonrisa desafiante.

- ¿Ah, no? - Dijo su gemela. Pues si, estaba claro que eso eran, salvo por la cantidad de cabello de una.

Brisa le levantó la remera y le empezó a hacer cosquillas hasta que el contrario estalló en risas negando con su cabeza.

- EL DESAYUUUUNOOOOOOO

- Interrumpió una voz debajo de las escaleras con cierta impaciencia que parecía aún más vieja. Ambas se miraron mutuamente y corrieron hacia la escalera dejando el cuarto dado vuelta. Una se subió a la baranda de la escalera y se sentó en ella para así deslizarse y la otra bajó dando unos pasos tremendos como si no hubiese un mañana. Ninguna de las dos le dió tiempo a su madre a reaccionar para regañarlas o detenerlas ya que al pestañear éstas se encontraban sentadas en la mesa.

- GANÉ. - Gritó Brisa dándole un leve golpe a la mesa. - MENNNTIRA. - Repetían una, dos, tres veces para ver quién se cansaba primero

- ¿AHH, SI? - Desafió Brisa otra vez.

- SÍ, MAMI, ¿QUIÉN GANÓ? - Le gritó Amatista a su madre quien volvió a su posición de lavar los platos - ¿Quién pregunta? - Respondió dicha a punto de empezar con sus zarmones con la voz más dulce posible. -

- TU FAVORITA MA.

- Sentenció Brisa, tapándole la boca a Amatista para que la dejara hablar.

- Mnnnm.

- Se quejó la otra. Su madre dejó de hacer lo que estaba haciendo dando un giro de 180° y se cruzó de brazos apoyándose en la mesada, mirándolas con cierto cansancio. La pelivioleta abrió exageradamente su boca y le mordió la mano a Brisa.

- ¡AY! ¡PERRO MALOO!

- Grita esta, agitando su mano de arriba a abajo con cierta rapidez - ESO ES CANIBALISMO, YO NO TE ENSEÑÉ ESO. - Continuó.

- Amatista terminó de darle el último sorbo a su café entre risas y salió casi volando a la cocina, acto seguido a dejarlo sobre la mesada y correr hacia las escaleras para así ir a su habitación, la cual se encontraba en el segundo piso. Al llegar, abrió lo que quedaba de la puerta a una cierta distancia del marco de esta para entrar. Esta recogió una mochila negra y la cargó en su hombro derecho mientras agarraba un bolso azul grisáceo casi llegando al negro con su mano izquierda. Esta se dirigió a las escaleras y bajó con cierta rapidez, mientras que Brisa esperaba al lado de la puerta sosteniéndola para que no se abra, o por el perro, o por el viento. La pelivioleta dió un salto antes de pisar el tercer escalón y le revoleó el bolso azul a su gemela y fué a saludar a su madre. Brisa atrapó el bolso dando a entender que era como un pase para abrir la puerta y pasó después de Amatista, saludando a su madre con su mano libre.
Amatista bajó los escalones de la casa entre saltos y se posicionó al lado de esta y le quitó el candado a una cadena que sostenía y rodeaba los asientos de dos bicicletas negras que estaban enganchadas a un clavo en la pared de la casa. - Ambas hicieron una carrera hasta el colegio, el cual se encontraba a un par de cuadras ya que vivían casi atrás de la ciudad, o del centro. -

Mythsla. //PAUSADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora