- Despues de un tiempo de juego, Amatista tomó su bolso y se levantó. -
- ¿Quieres algo de comer, linda?
- Amatista le dedicó una mirada tierna a Kitty, mientras que se dirigía a la cocina. -
- Pasó por el comedor, dentro del perímetro se podía observar: una mesa de vidrio azul oscuro ovalada, la misma traía una base de "caños" negros que estaban en el centro, encurvados. Las sillas estaban hechas del mismo material y color que la base de la mesa, con dos caños, uno en el centro y uno que salía de los laterales de la base de la silla, ambos ovalados. El suelo era un gris blancuzco, al igual que las paredes, solo que estas eran blancas. Dobló a la izquierda donde se encontraba la cocina.La joven se agachó y agarró una caja de plástico transparente translúcida con una tapa de color semi-rosada hecha del mismo material, solo que la base era más sólida y la tapa mucho más flexible, con la que correría el riesgo de quebrarse.
- Mmm ~ ¿No hay comida?
- Dice algo apenada. -
- Oye, ¿No habrás abierto el táper tu, no es así?.. Supongo que...
- Sonríe y se lleva el dedo índice a su rostro del lado izquierdo, posando su codo sobre la palma del brazo derecho como si estuviera cruzada de brazos. -
- ¿Quieres acompañarme a comprar?
- Dijo sacando una correa bicolor de un armario pequeño sobre la mesada donde se encontraban utensilios para cuidar de su mascota.
- Kitty dió un par de vueltas en su lugar.-
- Amatista le puso la correa a Kitty, que por suerte, era una de esas que de envés de atarte el cuello te agarra el pecho y las patas. Es más segura, se los recomiendo, hay veces que tiene que arrastrarla por la calle a duras penas. -
- ¡Vamos, linda!.
- Amatista abrió la puerta de su casa, sacó de uno de los bolsillos de su saco un manojo de llaves, no muy lleno por lo visto. Empezó a buscar entre las llaves y agarró una llave que se encontraba bañada en pintura de uñas rosa pastel algo quebrajeada a causa del tiempo. Buena manera de distinguir llaves. Metió la misma dentro de la cerradura y le dió dos vueltas completas hasta escuchar un "tack" proveniente de la cerradura. -- La chica sonrió y tomó de la correa de Kitty. - ¿Lista?. - Kitty comenzó a saltar y a caminar en frente de su dueña. Esta jalaba con fuerza haciendo que las dos empezaran a correr. -
- ¡Para!, ¡no hay prisa!.
- Kitty se detuvo al instante de que la dueña terminase de hablar. La joven se calló al suelo a causa de que iban rápido. La chica hechó un par de carcajadas. -
- ¡Torpe!.- Dice acomodándose el pelo. -
-N-no había prisa..
- La criatura apoya ambas patas delanteras en las rodilla de la chica y jadea, moviendo su cola. -
- Bueno..
- Dice la niña mientras que se levantaba y se quitaba el polvo de la ropa con gran facilidad con pequeñas palmadas. -- Sigamos.
- Acomoda la correa en su mano y comienzan a caminar hacia la ciudad. -
...
- ¡Hasta luego, señorita!.
- Dijo Amatista saludando mientras la puerta de la tienda volvía a su lugar tras sonar una campanita, cual estaba arriba de esta. -
- ¡Vuelva pronto!
- Dijo la encargada de la tienda de mascotas unos segundos despues que la chica, saludando con su mano izquierda con el brazo en alto. La niña guardó la bolsa que contenía alimento que había comprado recientemente en su mochila. Ambas partieron camino a el parque. -...
- Una chica de cabellos rubios desordenados se encontraba corriendo con los brazos abiertos y espalda inclinada hacia adelante, zigzagueando. -
- ¡WUUUU!
- Amatista la vió venir a gran velocidad y antes de poder reaccionar correctamente ambas chocaron. -
- Fíjate por donde vas..
- Dice la chica rascándose la cabeza levemente. -
- Debería de haberlo dicho yo..
- Dice Amatista mientras que su mascota le lamía la mano dándole suaves empujones para que la dueña la acarisiace. Esta se puso en cuclillas con la intención de ayudar a levantarse a la chica. -
- ¿Cuál es tu nombre?
- Lucy, ¿el tuyo?
- Dice tomando la mano de esta para así levantarse. -
- Soy Amatista.
- ¿Amatista? ¿Vives en las cuevas?, ¡¿entre las rocas?!
- Amatista comenzó a reírse algo avergonzada. -
- No, no soy un mineral.
- ¿Y por qué tienes ese nombre?
- A mis padres les gusta coleccionar piedras, y bueno.. Larga historia..
- ¡Awww!
- Dice entrelazando ambas manos a un par de centímetros de su rostro. -
- Amatista sonrió sin saber qué contestarle. -
- Ehhm... ¡Adiós!
- Dijo la chica entrecortante, haciéndose a un lado para así salir corriendo. La chica la saludó con su mano y la observó marcharse. Finalmente dió media vuelta y siguió caminando rumbo a su casa. -
...
- La chica se levantó, recogiendo el tarro que anteriormente se encontraba vacío. Tomó tambien la bolsa de alimento que había comprado recientemente y la metió dentro de este. Se dirigió a la cocina junto a Kitty quien la rodeaba y se interponía en su camino a cada segundo, por lo cual trataba de no pisarle o caerse durante el camino. Se puso en cuclillas y guardó el tarro en su lugar. -
...
- FlashBack -
- Estaba oscurecido, hacía frío y las calles estaban en soledad. Fue allí cuando un autobús amarillo, y de franjas negras en la mitad de este de forma horizontal se interpuso en el paisaje con su enorme figura. Las puertas delanteras se abrieron inmediatamente una vez estasionase. Del interior, que por cierto parecía estar completamente a oscuras, bajaba la silueta de un chico. Este asegurando su bolso sobre su hombro una vez abajo, dió media vuelta y saludó al chofer con su mano, mientras que el contrario cerraba las puertas y repetía la acción del chico. Una vez que se haya marchado, este se aproxima a la entrada de su casa, hasta que logra ver algo fuera de lo común: la entrada estaba totalmente destruída. Al ver la escena le recorrió un escalofrío por toda la columna vertebral, y se quedó unos segundos en silencio, observando la escena. Finalmente decidió avanzar. Con cuidado, fué tratando de esquivar los vidrios de las ventanas que actualmente se encontraban destruídas, al igual que sus marcos y la puerta. Al tercer paso logró escuchar un ruido de algo romperse, un vidrio. Por suerte, era el que provocó ese sonido. Había pisado un vidrio y este se había roto en tres pedazos. Siguió avanzando con precaución y dobló a su derecha, vaya error. En la cocina se encontraba un joven, parecía tener la misma edad del testigo. La mitad izquierda de su rostro estaba completamente vendada. Llevaba un remerón blancuzco y pantalones azul marino. Este miraba a otro lado con disgusto. El pobre chico levantó su mirada aterrado al observar la escena. Su madre se encontraba en una silla, su boca estaba tapada con cinta de empaque al igual que sus pies y muñecas. El chico que estaba a su lado, se encontraba remangando la remera de la mujer, mientras esta rogaba lo contrario, entre llorosos. El chico tomó un vidrio del suelo y saltó al atacante, tirándolo al suelo. Una vez allí el contrario hizo aparecer una jeringuilla en su mano izquierda y le inyectó lo que contenía en su cuello. Este se quedó dormido de inmediato. Dejando caer el trozo de vidrio, calló rendido en el suelo. Su madre comenzó a moverse a dirección a su hijo, con sus ojos abiertos como platos. -
...
- Ah..
- El chico cambia de posición en la que estaba, recordando esa mala experiencia, entre llorosos. -
- Supongo que no tengo elección aquí..
- Dice, mientras que un par de lágrimas recorrían sus mejillas y secaba sus propias lágrimas con las mangas de su campera, en una de las esquinas de la cama. -
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Mythsla. //PAUSADA.
FantasiAmatista, una joven de 14 años de otra dimensión, deberá afrontar los peligros de la tierra sobre una corporación de científicos que buscan respuestas a actividades sobrehumanas involucrando inocentes en el proyecto.