≈Capítulo 1≈

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Corría demasiado rápido, corría como si vida dependiera de ello, corría para no volver a mirar hacia atrás, mis piernas dolían por estar haciendo este tipo de ejercicio, me maldecía mentalmente por no haber puesto en forma, no me había dado cuenta a cuentas personas había golpeado con mi hombro, a cuenta gente empuje para que abrieran paso y a cuantas personas me insultaban por ser tan irrespetuoso.

Honestamente, no me importa y no tomo conciencia de ello, mi corazón late con demasiada fuerza que temo que haga un agujero para poder escapar, mi respiración es dificultosa que no puedo controlarla, mis lágrimas se deslizan por mis mejillas sin detenerse.

Corro y corro, hasta que el parque aparece en mi campo de visión y solo entonces me encamino hacia a ella, el viento resopla con fuerza moviendo mis cabellos secos mientras que otros se apegan a mis frente por la fina capa de sudor que me invade todo el cuerpo. Busco una banca de madera para tomar asiento, cuando la encuentro la más cercana me dejo caer sobre ella, mis lágrimas sigue cediendo con más potencia, mis sollozos son cada vez más ruidosos que las personas que pasan enfrente de mí me observan con curiosidad y me siento estúpido por dar este semblante de vulnerabilidad.

Mi corazón se estruja con violencia al tener presentes los recuerdos, me duele tanto que siento como se ha roto en miles de fragmentos diminutos haciendo difícil la reparación de mi miserable corazón. El nudo en mi garganta es tan grande que no soy capaz de deshacerlo. Escondo entre mis manos mi rostro y dejar que mis lágrimas mojen mis mejillas y mis manos.

No entiendo porque me había sucedido esto a mí, cuando en esta mañana me sentía tan lleno de felicidad, en esta mañana había despertado tan lleno de vida.

Toda mi felicidad se lo restrege a mi familia y mis conocidos, era tan fácil darse cuenta de cuán feliz me encontraba, después de todo había cumplido dos años con mi novio Viktor o eso era.

En esta noche tenia el plan de cenar en un restaurante, solo quería una velada especial con la persona que amaba con todo mi ser, a quien le entregue mi corazón, mi primer beso, quien me entregue en cuerpo y alma para así demostrarle mi amor.

Tuve la idea de salir más temprano de la universidad para llegar a casa antes de la hora que siempre acordaba. Sin embargo para mi sorpresa fue ver como Viktor se encontraba revolcándose con mi mejor amigo.

Fue tan grande la ira, la decepción y la incredulidad. No pude soportar de tener la idea que mientras yo estudiaba, él se encontraba besando otros labios y entregándole caricias a otra persona y lo peor de todo en nuestra cama, los recuerdos que mantenía de ellos se atestaron en mi mente, y sólo para darme cuenta de quien creí saber de ellos dos no lo eran, sólo eran unos simples desconocidos.

Creí que Viktor tenia ojos sólo para mí, que yo era su mundo y era la razón por la qué sonreía, fui tan estúpido creer todo ese parloteo y soy un maldito idiota al haberme enamorado de él. Jamás pensé que me engañaría, creo que después de todo nunca dejas de conocer a tu pareja.

Creí que Phichit era mi confidente, era mi compañero de todos mis acontecimientos triste y alegres, simplemente se olvido de mí, y me apuñalo por la espalda. Después de tanto años de amistad.  ¿Dondé quedo el “nunca te voy a fallar”? ¿Dondé quedo “amigos por siempre”?.

Después de todo no pude creer que me hiciera eso, no cuando Viktor me había pedido matrimonio, ambos nos encontrábamos preparando nuestra boda. Ambos estábamos emocionados por la fecha llegase.

Y “mi mejor amigo lo sabía.


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Después de seis meses de querer poder olvidar el dolor, nunca lo logre no cuando Viktor me llamaba y me mandaba miles de mensajes pidiéndome perdón, es un idiota sí cree que lo haría, aunque ah decir verdad me odiaba a mí mismo, porque por más que quisiera negarlo una parte de mí moría por una reconciliación.

Pero rehusó hacerlo, ¿Qué me asegura que lo haría de nuevo? ¿Qué sí lo hace?, no le daré el lujo de perdonarlo, y nunca voy a hacerlo. Tengo el derecho de ser feliz, y es por eso que me enfocaré en mi carrera universitaria.

— Yuuri, ¿enserio no quieres ir? — la insistencia de Otabek hace querer golpearlo en la cara con mi puño.

— ¡Ya te dije como unas miles de veces que NO! — respondo con frustración, sé que se preocupan por mí y hacen esto para que salga y no este en mi departamento para no terminar deprimido. Pero no tengo la agradable idea de querer salir hoy.

— Yurio nos esta esperando a AMBOS — dice Otabek con una sonrisa de lado, y su mirada de diversión.

— ¡¿QUÉ?! ¿Yurio esta aquí? — digo mirando a todos lados como si fuese un enfermo mental que alucina ver fantasmas.

— ¿Quieres que lo llame? — alza ambas cejas y sigue mirándome con diversión.

— ¡N-no! En media hora estoy listo — respondo con resignación, odio que me manipule con Yurio.

Conozco a Yurio, hubo una ocasión que trato de lanzarme desde las escaleras sólo porque le dije que no, después de todo había comprado ese pastel de chocolate para mí solo, al final tuve que decirle que sí ya que me amenazo con tirarme de las escaleras, en otras ocasiones en las cuales no quiero salir, me obliga salir de mi departamento a patadas y golpes, así que prefiero ahorrarme los lo golpes.









— Me dijo Beka que no querías venir ¿es cierto? — dice Yurio con los ojos entrecerrados y voz demandante.

— ¿Qué? Claro que no, Otabek dice muchas estupideces, sólo lo dijo para que me golpearás — digo desviando su mirada y dar un trago largo a mi bebida de mango con licor. Por el rabillo de mi ojo puedo percatarme como Otabek reprime una risa. Estúpido Beka.

La musica electrónica retumba mis oídos que hace que mi cuerpo se mueva casi por inercia, y entonces me tomo el atrevimiento de caminar hacia la pista de baile.

“Yuuri, me permites esta pieza”

El miserable recuerdo de Viktor invitándome a bailar ese día que nos encontrábamos en un restaurante se atesta en mi mente con brutalidad, me detuve en seco y vuelvo al lugar donde me encontraba con los chicos.

Odio tener los recuerdos de Viktor a cada lugar que vaya, sólo hace que sienta coraje y me llene de amargura arruinándome mi día.

— ¿Estas bien? — la voz preocupada de Yurio me hace volver de los recuerdos que comienzan amenazar salir y hacerme añicos. Y lo agradezco.

"No, no estoy bien y ¿sabes? Dudo estarlo algún día"

— Estoy bien, no tienes porque preocuparte — digo, hago una seña a su dirección para restarle importancia.

Voltee a verlo y la preocupación surca sus facciones, pero no me gusta dar lastima.

— Sé que debe ser difícil olvidar a alguien — masculla.— pero no dejes que un idiota borre tu sonrisa.



~Continuará💫~❤

Amor Incorrecto[Yuuyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora