Día 3 (Parte 2)

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Diciembre 3 - 4:00 PM

Al terminar de comer, la Brasileña levantó la cabeza y me vio, estaba llorando como quien encuentra la felicidad por primera vez.

-¿Sucede algo malo? -Le pregunté- ¿Estaba mal la comida?

-Não, somente que a comida ficou deliciosa. -Dijo moviendo la cabeza de izquierda a derecha, se abalanzó a mis manos y las juntó con las suyas- Obrigada, obrigada, obrigada!

El gesto me sorprendió muchísimo, siempre había tenido la impresión de que los extranjeros tenían un sentido muy marcado por la no violación del espacio personal. El acto me sorprendió tanto que me eché para atrás en la silla.

-Desculpe. -Dijo mientras soltaba mis manos y bajaba la cabeza.

-No, no te preocupes. -Le contesté moviendo las manos de un lado a otro mostrando mis palmas- No hay por qué disculparse, es sólo que me sorprendiste mucho.

Ella alzó la mirada y pude ver sus ojos, le sonreí.

-¿Te gustó la comida? -Pregunté.

-É. -Dijo algo tímida.

-En cuanto a tu hotel creo que debe ser el Hotel Estelar, está un poco lejos de aquí pero creo que podremos llegar antes del atardecer si nos apuramos.

Apenas mencioné el nombre del hotel la cara de la brasileña se iluminó. Me hizo recordar la felicidad de mi amigo Pedro, quien es sordomudo y se alegra cada que alguien logra entenderle una frase. Es una sensación única el ser entendidos a veces en un mundo que no habla tu mismo idioma, eso lo entendí al verla.

-Por cierto, mi nombre es Jairo Jimenez. -Dije extendiendo la mano al darme cuenta que no me había presentado, y sonriendo- Mis amigos me dicen J.

-Anne LaCroix. -Respondió estrechando mi mano firmemente como quien hace un negocio.

Pude notar por ese gesto que no era del todo brasileña. Es decir, el apellido LaCroix no es uno de los más usados en Brasil. Y por su apretón de mano pude notar que pertenecía a una buena familia, aunque dada las circunstancias, no parecía importar mucho.

-Será mejor que nos pongamos en marcha, Anne. -Dije levantándome de la silla y llamando a Lili para que recogiese la mesa.

-Mas, você tem que pagar pela comida. -Dijo algo apenada y empezó a buscar algo en su bolso- Eu posso te ajudar com...

-Nada de eso. -Le dije siendo un poco cortante- Este restaurante es como mi segundo hogar, no te preocupes por el pago, tengo un arreglo especial con el chef.

Lo cierto era que de arreglo nada, ellos simplemente me pasaban una cuenta de cobro que yo luego le pasaba a mi familia quienes pagaban por mi alimentación. Desde que me mudé a esta ciudad han mantenido una política en la que no me brindan sino lo necesario y no es que a mí me gustase sobremanera que me diesen dinero. Soy esa clase de personas que si pueden evitar llevar dinero encima mejor para él. Esto además tenía una desventaja, cada que no iba a comer a tiempo, Lili, tan solícita como es, llamaba a mi madre a su teléfono personal para avisar que no había ido a comer y entonces mi madre me llamaba a incordiarme por no estarme cuidando y nuestra conversación siempre terminaba en la amenaza de dejar de enviarme dinero para que me volviese a mi ciudad. Mi madre nunca pudo cumplir esa amenaza puesto que su amor de madre no le dejaba. No piensen mal de ella, es una excelente mujer que se desvive por nosotros, si hay alguien malo en nuestra relación y que debería pensar seriamente lo que debe hacer con su vida, ese sería yo.

Iba tan absorto en mis pensamientos que cuando me di cuenta ya habíamos salido del restaurante y caminado unos 200 metros en total silencio. Noté a mi compañera de aventura un poco incómoda y decidí comenzar una conversación.

-¿Sucede algo?

En este punto, Anne se encontraba con los brazos en el centro de su cuerpo con un gesto de vergüenza en su rostro imposible de esconder.

-Emm... Não. -Respondió.

-Esta bien, no debes tener vergüenza, estamos en confianza.

Anne abrió los ojos como quien ve a un atracador en la calle, pude notar todo el horror y miedo en su rostro, esto me hizo sentir incómoda. Dio dos pasos hacía el lado contrario donde estaba yo sin darse cuenta que el andén se acababa. El último paso fue en falso y faltaba poco para que cayese. Un taxi que iba pasando a alta velocidad porque el semáforo se ponía en rojo, atacó violentamente el pito mientras frenaba, lo que ocasionó que el carro detrás también atacara el freno. El taxista intentó esquivar a Anne que iba cayendo sobre su brazo derecho lentamente. Al percatarme de la situación, sólo fue un momento para tomar la mano izquierda de Anne y halarla violentamente hacía mí. Le puse tanta fuerza a mi gesto que el cuerpo de Anne se estrelló contra mí y caímos los dos seguros en el andén. El taxi que había iniciado maniobras de evasión, chocó contra el otro vehículo que venía a su lado y a su vez, el Chevrolet Logan que venía detrás lo chocó impulsándole hacía delante y hacía la izquierda y quedando en mitad de la calle. Enseguida el semáforo se puso en rojo y el otro en respectivo verde y se formó así el mayor trancón que he visto en mi vida. Todas las vías se hallaban obstaculizadas por el taxi que quedó estratégicamente en la mitad de la calle.

-¡Corre Anne! -Le dije levantándola y cogiendo su bolso de viaje- Si nos quedamos nos tocará pagar por todo esto.

Empecé a correr frenéticamente agarrándole de la mano y volteando a ver si estaba bien de vez en cuando. Pude ver cómo a lo lejos el taxista se bajaba del vehículo y buscaba a la chica que se le había atravesado con una mirada de odio. Doblamos en la primera esquina que vimos intentando perder a unos perseguidores invisibles que sólo estaban en mi mente. Al llegar a la siguiente esquina sentí que mi compañera no podía más y me tranquilicé y la solté.

-Uff... de la que nos salvamos -Dije secándome el sudor de la frente.

-Você ta louco! -Me gritó sobándose el hombro izquierdo-

-¿Pero qué dices? -Le repliqué molesto- ¡Te acabo de salvar la vida! ¿Qué pensabas tirándote a la carretera?

-É só que... -Dijo tranquilizándose un poco- Você é muito estranho, da medo.

Pude notar que le dolía mucho el hombro del jalón que le propiné y decidí no importunarla más.

-Será mejor que nos apuremos, tu hotel aún está lejos y es necesario que lleguemos antes de que anochezca. -Dije resuelto.

-É. -Respondió.

El resto del camino fue bastante silencioso, aparte de una que otra indicación del camino no hubo conversación alguna. Llegamos pasadas las 5:30 a la dirección que indicaba el hotel. Apenas le vieron llegar, la seguridad del hotel se abalanzó sobre ella y le auxiliaron. Al ver que estaba a salvo simplemente pensé que podría alejarme del sitio cuando de pronto mis piernas empezaron a fallar y todo se me hizo oscuro...


Traducción de los diálogos en portugués:

1 - No, solamente que la estaba deliciosa. ¡Gracias, gracias, gracias!

2 - Disculpa.

3 - Pero, tienes que pagar por la comida. Te puedo ayudar con... (¿la cuenta?)

4 - Emm... No.

5 - ¡Estás loco!

6 - Es sólo que... Usted es muy extraño, da miedo.

Nota: É: Puede significar dos cosas depende del contexto: Sí o Es conjugación del verbo ser.

Diario de un Guitarrista FrustradoWhere stories live. Discover now