Memorias Abstractas(Editando)

Her y yo

¡Jev!, ¡Jev!

Ese nombre ¿Qué tenía de relevante en mí vida? ¿Que tenía ese nombre de especial?
No lo sé.
Horas después de hablar con Her, me fui de su departamento. Aunque ahora que lo pienso, no estaba tan mal.
Cuando llegué a la casa, Eliot no estaba, creo que se había ido con su vecina, Miguel se había salido a jugar con uno de sus amigos, y Johan estaba estudiando en su recámara.
Llegando a mi cuarto me tumbe en la cama, y me puse a buscar en mis bolsillos si aún tenía el número de Her (El cual me robe de su licencia), casi al instante subió Johan a preguntarme que donde había estado los días anteriores, que estaban preocupados. Y al parece,r si que lo estaban, y más él, si no quien le ayudaría con las mujeres.
Le dije que me había quedado con una amiga, y se me había pasado llamarles para avisarles que no llegaría.

Mentí.

Lo más recomendable era no decirle aún lo sucedido.
-Venga ya, contarme que haz hecho. Seguro te has de haber encontrado con alguna pollita.

¿pollita? ¿Quién se refiere así a una mujer en estos tiempos y a esa edad?

-Nada, ya te lo he dicho.

-Vale, no me digas. Papá llegará para la cena, creo que el traerá de cenar.

-cuando llegue me avisas.

-Okay.

Por la noche.

Llegó Eliot con Miguel, nos había traído hamburguesas para cenar.
En cuanto nos sentamos comenzaron las preguntas, y al mismo tiempo las mentiras. Pero por suerte solo eran piadosas.
Les conté lo sucedido en el trabajo, y comprendieron, e inclusive me propusieron ayudarme a encontrar otro trabajo.
Vaya familia tengo.

Después de ello, me fui a la cama. Y dormí.

Sueño...