Magenta

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Charles había tenido una mañana lenta, no habían muchos pacientes solo un par que debía atender para luego dirigirse al servicio donde se encontraban internados los pacientes víctimas de delitos sexuales. Sólo había un paciente ingresado y gracias a la obra de las divinidades, y por supuesto el gran personal médico lo habían logrado sacar del estado crítico en el que se encontraba.

—Esta con calmantes y sedando, aún no sabemos que le paso pero supongo que trabaja de prostituta —dijo la enfermera dándole la información.

—¿Cómo? Dijiste que era un hombre.

—Lo es —levantó la vista de sus papeles mirando de forma atenta al doctor de intensos ojos azules. —Pero al ingresarlo traía vestido y tacones, supusimos que es ella —hizo comillas en el aire al decir la última palabras.

Charles asintió sintiéndose algo apenado. Era increíble cómo el mundo aún no aceptaba que las personas pudieran expresarse de esa manera, después de todo los aceptaban a ellos siendo mutantes.

—Bueno iré a verlo —se despidió con un movimiento de cabeza y se dirigió al cuarto del paciente con las manos en los bolsillos de su bata blanca.

Ingreso con calma observando al paciente, aun dormía por lo que corroboraría lo dicho por la enfermera viendo su ficha. Tomo la planilla con cuidado leyó pausadamente y reviso los monitores escribiendo en la planilla su estado.

—Bien señorita... —habló aun sabiendo que el paciente dormía. Enfocó su vista en el nombre de la parte superior de la ficha sintiendo como el mundo caía a sus pies ¿cómo era posible?

Lucho con fuerzas para que las lágrimas no se escaparan de sus cuencas, pero no podía se sintió enfermo y sin poder más corrió al baño para vomitar todo lo que su organismo contenía. Un sinfín de imágenes comenzaban a ponerse entre sus ideas nublándole la vista e impidiéndole controlar sus poderes.

Los paso de Azazel resonaban contra el suelo de mármol por los pasillos, sentía la angustia correr por sus venas algo andaba mal para que Charles se estuviera proyectando de esa manera, si no llegaba pronto comenzaría a proyectarse con imágenes y eso no sería bueno. Aceleró el paso para llegar a la habitación 214 dónde la enfermera le había indicado que se encontraba. Al ingresar a la habitación no se preocupó del paciente simplemente se dirigió al baño donde se encontraba su amigo, cuñado y compañero de trabajo.

—¡¿Charles que sucede?! —vio como Charles vomitaba lo poco que había desayunado. —Charles calma tú mente, te estas proyectando —una fuerte sensación de vértigo lo azoto haciendo que se sujetará de manera fuerte del umbral de la puerta. Lucho contra el mareo y se incorporó, con suavidad acaricio la espalda de su amigo tratando de calmarlo.

—¿Qué sucede amigo? —Azazel tenía la preocupación marcada en el rostro, tratando se reponerse del fuerte mareo que aún le recorría el cuerpo.

Necesito un poco de privacidad, por favor ve y lee la ficha del pacientele respondió mentalmente, sabía perfectamente de quien se trataba pero si no quería volver a proyectarse de esa manera debía con todas sus fuerzas calmarse. Azazel comprendió saliendo del lugar viendo como su amigo cerraba la puerta.

Azazel era psiquiatra y compartía labores con Charles en esa área del hospital en específico. Tomó con cuidado la planilla donde se encontraban los datos del paciente en cuestión, paso por alto el nombre y se enfocó en su estado, diversas contusiones, sin embargo ninguna fractura. Al ingresar presentaba un fuerte sangrado anal debido a un desgarro, su sistema estaba colapsado debido a la alta dosis de escopolamina(*) por lo que se debió tratar la intoxicación por el anticolinérgico. Luego de leer por segunda vez todo procedió a leer los datos del paciente.

Save me with your love [CHERIK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora