Las semanas pasaban conforme a lo normal dentro de aquel hospital. Erik cada día se sentía mejor físicamente, había ganado algo de peso y sus heridas estaban casi totalmente cicatrizadas. Aunque ya no faltaba nada para que se fuera de aquel lugar había un problema, se negaba a recordar lo que había pasado.
—No quiero Azazel, no puedes obligarme ya te he dicho lo suficiente —Erik y Azazel se encontraba sentados uno frente al otro en la habitación. Erik ahora podía levantarse y caminar, lo que agradecía porque se estaba aburriendo al estar todo el día sentado en la cama.
—Sólo me has contado lo que hacías, pero debemos llegar al asunto por el cual estás acá —se acomodó en su silla un tanto molesto, es que ya había intentado de todo y Erik no cedía, si bien la relación había mejorado considerablemente luego de la conversación en donde le había demostrado que siempre estuvieron en su búsqueda, profesionalmente necesitaba llegar a ese punto del asunto.
—Azazel no quiero, tan sólo quiero tener la chance por una vez en mi vida de olvidar. Hacer borrón y cuenta nueva —Erik enfocó su vista en la contraria demostrando cuan sinceras eran las palabras que acaba de emitir.
Azazel lo proceso por unos minutos. La verdad es que Erik tenía razón, su vida había estado llena de altos y bajos, donde había tenido que reencontrarse con sigo mismo muchas veces para lograr salir adelante. Pero ahora las circunstancias sean como hayan sido lo habían traído de vuelta al lugar donde él podría volver a estar vivo ¿para qué hacerlo sufrir con tan desagradable recuerdo? ¿Para qué tratar de descifrar lo indescifrable? Erik estaba ahí con ellos, daba igual lo demás.
Azazel exhaló rendido. —Está bien, pero tengo otra idea.
Erik lo miró confundido cuando se puso de pie y se marchó sin pronunciar palabra alguna de su habitación. Se encogió de hombros sin darle mayor importancia tando el libro que Raven le había traído hace unos días, ya casi lo terminaba, estaba en alemán y definitivamente lo tenía fascinado.
Cuando Erik levantó la vista la luz del exterior casi se había desvanecido. Se dirigió al baño, seguramente pronto llegaría la cena por lo que prefería esperar la comida en su cama.
Al salir dio un brinco por el susto, venía tan concentrado en sus pensamientos que no se percató de que alguien había entrado a su habitación.
Charles rio por la reacción. —Perdón no creí ser tan silencioso —Erik lo miró molesto y se dirigió directamente a la cama metiéndose bajo la cobija.
—Bueno ¿a qué se debe esta visita? —preguntó el mayor cuando estuvo cómodo.
—Vine a cumplir mi labor —Charles sonrío acercando la silla para sentarse junto a la camilla.
—¿A qué te refieres?
—A esto —Charles respondió mentalmente. —Tú le has dicho a Azazel que por una vez quieres olvidar para poder hacer borrón y cuenta nueva —el oji-azul ahora le hablo viendo como Erik se removía un tanto extrañado.
—Erik te conozco, sé que a pesar del estado en el que esa noche te encontrabas recuerdas perfectamente lo que paso —los ojos de Erik casi salen de sus cuencas cuando escuchó esas palabras, había subestimado a Charles, la verdad si lo conocía tanto como él se jactaba. En todo el tiempo que había estado en el hospital Charles nunca había entrado a su mente, él lo tenía claro debido que sabía cuando el telépata intentaba escudriñar en sus ideas.
—Pero ahora estoy, bueno estamos dándote la chance para que olvides esa noche —Charles sonrió ampliamente llevándose dos de sus dedos a la sien derecha.
—Hola Erik —Erik al sentir su presencia mental cerró sus ojos.
—Se siente bien tenerte aquí otra vez —Charles esbozó una sonrisa boba, recordando las muchas veces que conversaron mentalmente mientras se encontraban con más gente a su alrededor.
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Save me with your love [CHERIK]
Short Story[AU/con poderes] Charles y Azazel médicos dentro de un prestigioso hospital. Ambos encargados del departamento de delitos sexuales, reciben de paciente a quien menos esperaban... Magenta.