o-n-e.

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Stan Marsh, seis años.

-Y entonces Kyle me contó un chiste que no era tan gracioso pero aún así me reí para que no se sintiera mal.

-Stan.

-¿Mhm?

-¿Quién es Kyle?

El niño rodó sus ojos.

-Mi amigo, está justo aquí -dice apuntando a la silla que estaba junto a él, la cual estaría completamente vacía si no fuera porque tiene un post-it azul que tiene "Kyle" escrito.

Los demás niños vieron con un poco de miedo al cumpleañero, se veía demasiado en serio como para ser una broma, aunque se les olvidó una vez Sharon les dijo que podían ir al patio a jugar. Kenny se quedó en la mesa sentado y la mujer lo vio preocupado.

-¿Pasa algo, Kenny?

-¿Stan puede ver fantasmas?

Sharon frunció su ceño en confusión.

-No, ¿por qué preguntas eso, dulzura?

-Es que no paraba de hablar con 'Kyle', tal vez es un fantasma, ¡deberían llevarlo al doctor o algo malo le pasará como en las películas!

Rió por la inocencia del niño.

-Tranquilo Kenny, Stan no ve fantasmas, solo tiene un amigo imaginario.

-¿Amigo imaginario?

-Mhm, ciertos niños tienen tanta imaginación que su mente crea amigos que solo ellos pueden ver, no es nada de qué preocuparse -explicó con una cálida sonrisa.

Kenny suspiró aliviado y sonrió.

-Entonces Stan no tiene nada..., iré a jugar, adiós señora Marsh -se paró y salió al patio buscando a su amigo.

La sonrisa de Sharon desapareció, la verdad es que muy en el fondo estaba preocupado por su hijo, tan solo esperaba que su amigo imaginario se fuera con el tiempo porque cada día parecía que hablaba de alguien real, y no quería quebrarle el corazón diciéndole la verdad.

Imaginary Friend. [Style]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora