e-i-g-h-t

1.2K 220 93
                                    

Stan Marsh, diecisiete años.

-Mamá, tengo algo que decirte.

-¿Qué pasa Stanley?, ¿es serio?

-Llevo ya un año saliendo con esta persona.

-Oh mi dios, Stanley, eso es increíble, ¿por qué hasta ahora me entero que tienes novia?

-No, mamá, es...es un chico.

-Oh.

-Espero poder contar contigo.

-Stan, sabes que te amo, que salgas con un chico no va a cambiar eso, ¿quién es el afortunado?

-Es Kyle.

-¿Kyle?

-Si, lo conoces desde hace años.

Sharon se quedó sin palabras, estaba esperando a que su hijo le dijera que era una broma, pero lo vio demasiado serio.

-¿Por qué no lo hablamos con tu padre?

-Está bien...

///

-¿Qué es tan urgente, Sharon?

-¿Recuerdas al amigo imaginario de Stan?

-Claro, fue un dolor en los huevos por años, ¿por qué?

-Randy, debimos dejarle claro desde niño que no es real.

-Habla claro Sharon, ¿qué pasa?

-Stan está convencido de que el y "Kyle" están saliendo, románticamente.

-Maldita sea, no Sharon, no voy a ser el padre del chico loco, los demás me lo echarán en cara, hay que meterlo en uno de esos psiquiátricos.

-Creo que una plática será suficiente.

-También eso puede funcionar

Más tarde ambos llamaron a su hijo a la sala, donde estaban sentados con expresiones preocupadas, mas que nada de parte de Sharon.

-Stanley...

-Sé lo que van a decir, no van a meterme ideas erróneas.

-Stan, Kyle no es real, es alguien que tu mente creó cuando eras niño, sé que no es el momento de decírtelo pero-

-¡No!

-¡Stan!

Su mente comenzó a pasar momentos en los que Kyle estaba para después desaparecer, por un momento se quedó sin aliento y sentía como si fuera a morir.

-No, no puede ser, no, no, no -se fue corriendo a su cuarto y se tiró al suelo.

No podía respirar y llevó sus uñas a sus brazos, haciéndose daño para comprobar que aún seguía vivo, lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas y Sharon entró a su habitación.

-¡Stanley!, ¡Stanley, mírame! -gritó y con sus manos levantó su rostro para que la viera, ver a su hijo tener un colapso mental no era fácil.

-Respira conmigo, inhala, exhala.

Fue ayudándolo a respirar en tiempos de cinco hasta que por fin se calmó y solo siguió llorando, Sharon lo abrazó y ambos se quedaron en el suelo por una hora.

Imaginary Friend. [Style]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora