Mafia del Mate; HeadCanons «LH»

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Especial 3/3

Después de la Guerra de la Triple Alianza/Guerra Grande.

Dicen que el que no arriesga no gana, pero ninguno de los tres tenían suficientes agallas para volver a verse, no podían ni hablar del otro sin sentir un nudo en su garganta.

El 18 de Noviembre, fue el día en el que se reencontraron en una reunión mundial; se sentaron distanciados, mas nadie comentó sobre eso ya que sabían que fue lo que pasó.
Alemania fue el primero en hablar, fue de suerte a que el estadounidense aún no había llegado.

—Pst, Paraguay — le llamó su amigo boliviano, a lo que fue contestada con una mirada verdosa oscura. —Argentina te llama — al decir ello, señaló al rubio que los observaba espectador. Tenía miedo que el paraguayo reaccionara mal.
Daniel cruzó sus orbes con los otros por unos breves segundos, sin embargo, los apartó a sabiendas que lloraria si seguía manteniendo su mirada. En definitiva le había roto aún más su interior el tan sólo conectar miradas.

—Voy al baño — dijo el castaño antes de irse para el lugar nombrado. Nadie más que Julio lo había escuchado por causa de que la mayoría estaba en las suyas, como siempre.
Martín se apuró para seguirlo, sin importarle si alguien se daba cuenta de ello.

Paraguay siempre fue de caminar rápido a la hora de que tenía que escapar de alguien cercano que no deseaba tomar en cuenta su presencia, y eso el argentino lo tenía aprendido de memoria.
—Daniel — entonces, cuando menos se dieron cuenta, estaban uno en frente del otro con el miedo corriendo por su sangre. —No escapés, te quiero hablar — sonrió, en un intento de tranquilizar al otro, aunque fuera envano.
—Yo no — le contestó frío el bilingüe, no tenía ganas de hablar con su acompañante nunca más. —No hay nada de qué hablar y ambos lo sabemos — sus orbes llenos de lágrimas se dirigieron al suelo con arrepentimiento; se preguntaba así mismo cómo es que podía aguantar así.

Unos pasos rápidos robaron la atención a los dos, pero antes de que pudieran moverse, unos brazos habían rodeado sus cuerpos en un abrazo cálido.
—Los extrañé — habló en un susurro lleno de sollozos el uruguayo. Lo que dijo no era una mentira, él en serio echaba de menos a los idotas que lo acompañaron de pequeño, sin ellos en su vida era como tener un vacío. —No sean pelotudos y abrazénme —quienes antes no decían nada por la sorpresa de que el menor les haya dejado en claro lo que sentía, rieron junto al de lentes para luego corresponder la muestra de cariño.

Los tres no podían separados, ahora Paraguay lo sabía, se dio cuenta que sin sus primos algo le faltaba. Todo era como antes, hasta aseguraban que volverían con sus travesuras.

Ellos aman tenerse cerca para sentirse seguros.

•

El argentino, con las manos en los bolsillos, iba caminando acompañado de un paraguayo y una ex-provincia.
—Te queda bien el nuevo corte — le dice el del mechón antigravedad al de su izquierda. —Te ves lindo — dijo al desordenar el suave cabello ajeno con ternura.
—¿Lindo?, yo soy sexy — y el trío rió a carcajadas seguido de unas buenas bromas sobre los nuevos cambios físicos.

Paraguay, luego de la guerra, se cortó el pelo porque la mitad se había quemado a causa de las muertes. Por eso mismo conserva su estilo de ese modo.
Uruguay no siempre muestra sus sentimientos, pero hay veces que no puede evitar estar como panda con los otros dos.
Argentina trata de consentirlos todo lo que puede.

De este modo ellos volvieron juntos, porque saben que no pueden contra el mundo sin el apoyo de ellos.

Sí, lo sé, hoy ya es domingo. Pero es que al principio escribía ArgPara sin darme cuenta, sorry;;.
Me puede(?)

¡Felices Pascuas!<3.