Capítulo 3 ¿Qué somos?

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Y o o n B u m
Desperté, todo a mi alrededor era niebla... rosa. El piso estaba completamente lleno de flores blancas con manchas negras.
- ¿Qué es este lugar?- pensé.
Caminé hacia el frente en línea recta lentamente, todo era lo mismo. Caminé, caminé y seguí caminando hasta que empecé a desesperarme; por más de que el lugar era precioso, quería irme... Estar con SeungBae, es lo que más quiero ahora, nada más.
Miré hacia a todos lados pero la niebla nublaba y dificultaba mi vista. Por lo tanto, comencé a correr hacia cualquier dirección, sin rumbo alguno, lo raro era que en ningún momento sentía que me agitaba, hasta que pude oír un zumbido incómodamente fuerte; rápidamente mi mano se fue a mi cabeza pero seguí corriendo sin nada que me importase y dejando todo atrás ya que empezaba a oscurecerse el paisaje. De lo que eran blancas con manchas negras, las rosas se hicieron rojas; De rosa, la niebla se hizo gris.
Un extraño miedo inundó todo mi cuerpo, quería correr más rápido pero no podía ¡No podía! Sentía que algo me jalaba desde atrás y me atraía contra el paisaje oscuro. Me desesperé mucho más cuando mi voz no salía al momento en que quería gritar, era horrible la sensación, presentía que algo malo me iba a pasar y no quería eso. De pronto, pude ver a lo lejos un árbol con las hojas moradas y el suelo de color rosa, solo ese lugar estaba iluminado. Pero eso no era lo que me llamaba la atención, si no el hecho de que ahí, sentado y con una sonrisa amable, se encontraba SeungBae. Todo el miedo desapareció siendo reemplazado por una total calma; sin más que decir corrí lo más rápido que pude hasta llegar a él y sin poder evitarlo lo abracé con todas mis fuerzas dejándome caer entre sus brazos mientras sentía sus manos acariciarme el cuello. Me separé de él para poder mirarlo mejor y el seguía con esa sonrisa maravillosa, notaba un brillo en sus ojos, sus manos eran suaves y cálidas. Pero no esa típica calidad que era caliente e incomodaba, no, más bien, lo decía por se sentía bien cuando me tocaba o acariciaba.
- Bum- oí que me llamaba.
- ¿Si?- contesté.
- Ya levántate- dijo con su mirada fija en mi.
- ¿Qué?- pregunté, era raro lo que me había dicho.
De pronto todo se empezó a desvanecer y entendí que era un sueño, ya que sentí esa sensación de "desprendimiento" cuando uno se levanta y se da cuenta de que en realidad estaba soñando.
Mis ojos se abrieron lentamente, por alguna razón estaba totalmente tranquilo, no era como los demás días en el cual me levantaba desanimado, pues me sentía muy alegre al recordar y ver que a mi lado, recostado en la cama, estaba SeungBae.
- Buenos días- lo saludé en voz baja.
-Hola- contestó sonriéndome ligeramente -¿Dormiste Bien?- preguntó
-Claro que si- respondí para luego comenzar a acariciar su mejilla con una de mis manos
Una sonrisa se me escapó al notar como él cerraba los ojos y relajaba el rostro por el tacto. Lo observaba contemplando las reacciones y facciones de su cara, disfrutando bastante de este momento, deseando poder quedarme así con él por toda una eternidad.
S e u n g B a e
- SeungBae- me llamó Bum.
Por lo que abrí mis ojos al sentir que ya no me tocaba suavemente la cara.
- ¿Que?- le respondí, mirando fijamente esos ojos preciosos que me encantaban. (¿En que momento me volví tan cursi?)
- ¿Qué somos?- ¿A que se refiere con esa pregunta?
Aunque... en realidad, ni si quiera yo lo sabía, pues todo había ocurrido muy rápido.
-No lo sé- respondí finalmente mirando al techo blanco -¿Qué quieres que seamos?- Agregué para luego volver a mirarlo.
-Ah... Ehm...- balbuceó. Pude notar como tenía ese leve rubor que me dejaba sin saber qué hacer. -Seamos algo en el cual nunca se halla visto antes- agregó.
Fruncí el ceño ligeramente por la confusión mientras lo seguía mirando.
- ¿Algo como qué?- le pregunté.
- Algo en el cual ni siquiera a las personas se les halla ocurrido... o quizás vivido.
- No entiendo, ¿y que sería eso?- Yoon Bum a veces lograba ser un gran misterio.
- Ya lo verás más adelante, porque solo lo entenderás cuando lo vivas en carne propia- sonrió inocentemente.
Me quedé algo desconcertado, no sé qué rayos trataba de decirme con eso; por lo cual tratando de ignorar eso: solo sonreí ligeramente y lo besé suavemente.
Se estremeció y sobresaltó al instante, cosa que me reconfortó bastante.
Cuando me separé de él me di la vuelta para poder salir de la cama. Pero de pronto y para mí "bendita' sorpresa...
Escuché que tocaron la puerta.
—Joven Bum, es hora de que se levante— oí al otro lado de esta y noté también que quién fuera que sea, trató de abrir la puerta pero esto no se pudo ya que estaba con llave.
Bum al instante se incorporó en la cama y me hizo señas para que me escondiera en el baño; se veía gracioso, sus ojos estaban más abiertos, tenía una expresión de alarma impresionante, pero lo que más me llamaba la atención era ese leve rubor que de nuevo se le tiñó en su rostro. ¿Qué le sucedía?
Fui rápidamente a la habitación que me indicó, al llegar ahí vi que este era algo grande como para que sea un baño después de todo, no pensé mucho y me metí en la tina en la cuál podía caber dos personas... Un momento, aún sigo desnudo, ahora entiendo porqué estaba así Yoon Bum.
Solté una risa por lo bajo, no tanto como para que me oyeran; me quedé en silencio para poder oír que sucedía afuera.
—¿Cómo amaneció hoy, joven?— Que te importa maldito anciano.
— Ehm... Bien, gracias.
—No hay de que, por cierto, su madre lo espera en el comedor para desayunar.
—¿Y Suuyi?— Esa tipa rara, ya me había olvidado de ella
—Tuvo que irse muy temprano por algunas clases que se le presentó a último momento.
— Ya veo... Puedes retirarte.
— Como usted ordene, joven— apresúrate que me estoy empezando a congelar maldita sea.
Oí pasos que se dirigían a la puerta de la habitación. "Al fin" pensé.
—Oh, casi lo olvido— ¿Es en serio?
—¿Si?
—¿Dónde está el caballero SeungBae?— Eso no es de tu incumbencia, pingüino.
—Yo... Ahm... N-no lo sé. Quizás aún sigue descansando en su habitación.
—Cierto. Bueno, no lo molesto más. Con su permiso— Lárgate, nadie te quiere aquí.
La puerta se cerró e inmediatamente salté de la tina dispuesto a salir. Pero antes de hacerlo, oí leves golpecitos en la puerta que esta vez era del baño.
—S-SeungBae, aquí tienes tu ropa— anunció Bum con su tono de voz característico.
Inmediatamente abrí la puerta para recibirla, sin antes decirle un "gracias" sonriéndole, para después ponérmela rápidamente que me moría de frío y parecía que me iba a dar por poco una neumonía.
Luego de eso, salí de la habitación y esperé a que Bum se duchara y cambiara para ir a desayunar. No sé porque presiento que demorará igual que una chica.
30 Minutos después...
Y como lo supuse, él aún no salía. Hasta que...
–¿Cómo me veo?– preguntó tomándome de sorpresa.
La verdad es que yo siempre lo veía bien con cualquier cosa que se pusiera. Esta vez traía un camisón que le llegaba a los muslos con unos jeans que le quedaban a la perfección y unas converse. (Imagínense los colores que quieran)
–Bien– sonreí –¿Podemos bajar?
Él asintió emocionado y sonriente, con ese brillo en sus ojos. ¿Y ahora porqué está así?
Hoy será un día algo especial- contestó leyendo mi mente, a la vez desviando la mirada tímidamente.
Bajamos hacia el comedor, pero antes de entrar detuve un momento a Bum.
–Iré a mi habitación a ducharme, te veo luego mi pequeño– le susurré cerca de su oído.
Él solo asintió y entró a la habitación, pero sin antes darme una mirada profunda que a la vez denotaba alegría pura.
Y sin más que decir, me di media vuelta para irme a dar una gloriosa ducha.
(...)
–Dime, ¿Qué ves ahí?– me preguntó Bum señalando una nube en el cielo con su dedo índice.
Observé la nube y esta simplemente era una mancha, sin forma ni gracia.
–Nada– respondí.
–Pues yo veo a un tipo con poderes– oí decirlo con un timbre alegre y burlesco en su voz.
Cerré los ojos confundido.
–¿Qué?– pregunté extrañado. La verdad es que no veía nada ahí, siempre fue así. Jamás pude verle forma a las cosas... sin mis lentes.
Bum se acomodó estos ya que se les estaba cayendo para después seguir observando el cielo, recostado en el césped. Yo por mi parte leía un libro sentado y apoyado debajo de uno de los árboles del jardín al lado de él.
Al parecer esta tarde sería tranquila y sin ningún problema; solo él y yo, sin que nadie nos molestase.
–¡Hola hermanito!–... hasta que cosas como estas ocurren.
Ambos nos sobresaltamos al mismo tiempo para luego voltear lentamente hacia la emisora de ese irritable sonido, y ahí estaba, Suuyi.
–H-hola Suuyi– le saludó Bum.
¿Es en serio? Quería solo una tarde tranquila y sin molestias con Yoon Bum, pero siempre ocurre una maldita cosa y lo estropea por completo.
Suuyi me miraba fijamente, supongo que esperaba que la saludara o algo por el estilo, cosa que no hice ya que preferí poner mi vista en mi libro de nuevo. De pronto, se arrodilló a mi lado para luego sentarse sobre sus piernas aún dirigiendo su mirada en mí. ¿Qué rayos quería?
Tuve que releer como veinte veces las primeras oraciones ya que no podía concentrarme por esa sensación incómoda de estar observado. Demonios, no podía soportarlo.
–¿Sucede algo?– dije finalmente sin apartar la vista de mi lectura.
Ella se sobresaltó y miró a otro lado bruscamente.
–Ehm... N-nada, solo que... T-tenias algo en la cara. ¡Si, eso!– contestó alzando la voz en la última parte –¿Alguien quiere helado? Hace demasiado calor, si, mejor les traigo helado, ahora vuelvo– agregó diciendo todo casi a la velocidad de La Luz para luego levantarse inmediatamente y dirigirse a la casa-mansión sin esperar nuestras respuestas
"¿Qué rayos fue eso?" Pensé.
–Tranquilo, ella es así. Probablemente te acostumbrarás cuando dejes de verla como un bicho raro– comentó Bum aún mirando al cielo.
Y sin seguir tomándole importancia, volví a leer mi libro... A quién engaño, solo veo líneas. Pero si le quito los lentes a Bum, dejará de verse tierno e intelectual a la vez y obviamente esa hermosa vista se perderá.
–Mira, un elefante– anunció mientras sonreía ligeramente.
Me quedé observándolo, dirigiendo inevitablemente mi mano a su cabeza comenzando a acariciarla, me era algo imposible de no hacerlo en ese momento.
Pero como era de esperarse...
–¡Ya vine!– ¿Siempre tiene que venir gritando? Es jodidamente molesto.
De inmediato alejé mi mano de Bum, pero con discreción.
–¿De qué sabores quieren?– sonrió, elevando los conos de helado que tenía.
–¿Qué sabores hay?– preguntó Bum.
Él se levantó, sentándose a mi lado, se sacó los lentes y luego me los devolvió. Me los puse y al fin pude ver todo como antes.
–Pues hay de fresa, vainilla y chocolate– anunció Suuyi.
–Pido el de vainilla– reclamó Bum.
–Y yo el de chocolate– dije después de él.
–¡Okay!– contestó la gritona, sonriendo mientras cerraba los ojos.
Y así fue como toda la tarde los tres nos la pasamos hablando de cualquier cosa que se nos venía en mente; obviamente Bum y yo no pudimos hacer nada sospechoso delante de Suuyi pero de vez en cuando nuestras miradas chocaban.
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Ustedes deciden: CALIDAD o CANTIDAD
Hasta la siguiente.
Psdta: La de la foto es Suuyi

¿La astucia o la psicopatía? - [KIlling Stalking] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora