Capítulo 7 ¿Y tú eres...?

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Y o o n B u m
¿Qué hora es?
Abrí mis ojos con mucha pereza, Seung Bae se encontraba a mi lado, seguía dormido. Hasta que noté que se estaba despertando así que volví a cerrarlos, fingiendo que también dormía.
Esperé unos segundos, volví a abrir los ojos y él me estaba observando. En ese momento, miró a un lado al parecer avergonzado.
-Ahm... Hola- dijo aún con la vista desviada.
-Buenos dias- respondí sonriendo.
Acaricié brevemente su rostro, para luego levantarme de la cama envuelto con una de las sábanas. Me dirigí al baño... Hasta que casi me voy hacia el piso por una voz.
Tocaron la puerta primero.
- Señor Seung Bae, no quiero molestarlo pero... ¿Ha visto al joven Bum?
Rápidamente el se paró y corrió hacia su armario. Sacó al azar una camisa y un pantalón. Volteó a mirarme.
-¿Qué haces ahí parado?- susurró.
-Yo... No sé a donde ir, ¿Qué vamos a hacer?- respondí susurrando también.
Él se quedó mirando al rededor, buscando algún lugar.
-Señor Seung Bae, ¿Está ahí?- oímos desde afuera.
Él se sobresaltó.
-Ehm... Si, si.- se puso la ropa tan rápido como pudo -Ve al baño, Bum- volvió a susurrar.
El problema es que me quedé helado, tal vez porque casi nunca me metía en problemas y tampoco pasaba por estas situaciones.
-Señor, ¿Todo bien? ¿Desea que pase?- volvió a decir el mayordomo general de la casa. Un sujeto que lleva muchos años trabajando para mi familia, desde que tengo memoria en realidad.
-No, ¡No! Es solo que... Estoy desnudo- se excusó mirando a un lado.
En ese momento, me quería reír tan fuerte.
-¡Ve al baño!- susurró con poca paciencia.
Me reí en silencio mientras me dirigía al tan mencionado lugar.
Por segunda vez, nos habíamos salvado. Pues Fred, el mayordomo, le anunció que mi madre ya estaba por llegar y que necesitaba encontrarme urgentemente, por lo que Seung Bae le dijo que tal vez me encontraba en el jardín, de manera que él también "ayudaría a buscarme".
Esperé a que Fred se vaya para luego escabullirme a mi habitación, cambiarme rápidamente e ir corriendo hacia el jardín con cualquier libro que tenía en mi gaveta. Al llegar, me desplomé en el piso, después me recosté sobre un árbol para regular mi respiración; miré hacia el cielo, estaba nublado y la lluvia se asomaba tímidamente, como una niña asustada.
Igual que yo...
Tal vez todo hubiera sido distinto si tan solo-
-¡Joven Bum!- me interrumpió Fred agitado- al fin lo encuentro ¿Sabe cuanto demoré para encontrarlo?
No, tampoco es que me importe.
-Eh... No, lo siento- cerré el libro -¿Qué desea?- pregunté fingido.
Desde que recuerdo, mi madre me había enseñado a ser muy cortés con todos, sobretodo con la servidumbre.
-Su madre está a punto de llegar- respondió más relajado.
-Ah gracias- sonreí sin mostrar los dientes
-Por cierto, ¿Dónde está Suuyi?- Rayos, había olvidado a mi hermana.
-A lo mejor tenía más sueño de lo normal, ya sabes como es... Suuyi- agregué lo primero que se me vino a la mente.
Fred se me quedó mirando.
-¿Todo bien joven Bum?- se veía confundido.
-S-si, ¡Si! Es solo que... Me emociona la llegada de mi madre, eso es todo- sonreí falsamente.
Otra mentira más, realmente no valgo para esto.
-Está bien, no se preocupe- respondió Fred.
Se produjo un silencio incómodo, hasta que Fred lo terminó.
-Bueno... Con permiso.
Se dio media vuelta y se fue.
(...)
-Ya hablamos de esto Bum- concluyó mi madre, demandante.
Luego de un larga discusión con ella, ganó. Como siempre.
Y ahora estudiaré algo que no me gusta.
-Pero... Mamá, eso no era el trato. Dijiste que si duraría sin ningún problema con el nuevo guardia, tú ibas a dejarme elegir.
- ¡Pues ya no! Yo sé muy bien como eres y sé que esto te hará bien- gritó ya casi a punto de estallar.
No sé que es lo que quieres de mí. Por favor, dímelo.
Me quedé callado.
Esto era lo malo de ser millonario supongo, la imagen importa... Pero para mí no. Es cansado y ridículo, todo esto es una estupidez ¡Ya me cansé! Estoy aburrido de ser siempre "el niño bueno y tranquilo".
Oh no madre, tú no sabes como soy en realidad, tú no sabes los planes que realizaba para mis anteriores guardias, tú no sabes las mierdas que hice y obligué a hacer.
Suspiré, salí de ahí asotando la puerta y caminé a la salida de la casa en busca de tranquilidad.
Tal vez sí sea un doble cara, no lo sé. Pero la gente es mala cuando eres amable, o mejor dicho, cuando eres un idiota. Ellos no dudarán en patearte el trasero cuando quieran.
Me encaminé hacia la salida principal. Habían muchos trabajadores que no se atrevían a dirijirme un saludo.
Tal vez por la mala cara que traía.
Llegué e hice lo que una persona hace para poder abrir y cerrar una puerta, no soy estúpido.
Observé a mi alrededor y me di cuenta de lo asquerosamente bello que era.
Me recosté de espaldas en la pared.
-Carajo...- susurré para mi mismo al notar que me es algo desconocido el paisaje. Y eso que es solo afuera de mi casa.
Mierda, he vivido tanto tiempo encerrado en mi maldita mansión, como en la monotonía; que ni tiempo me dio de poder apreciar esta calle con casas hermosas, pistas y veredas limpias, y ridículos jardines pintorescos que hacen lucir aún más "elegante" el lugar. Ah, y no olvidemos de los vecinos estúpidos que solo sonríen por hipocresía.
-Estúpidos- susurré por segunda vez.
Me separé de la pared, di media vuelta para poder ir a cualquier lugar, no importa cual. Pero ni bien di un paso me dio como una descarga eléctrica.
SeungBae
Respiré profundamente.
No creo que se enfade, es solo un momento el que saldré... Aunque espero no perderme.
Así que tomé mi celular y le envié un mensaje.
Yoon Bum: Hey, voy a salir un momento.
Iba a guardar mi celular, pero volvió a sonar.
SeungBae: Salir? A dónde?
Yoon Bum: No lo sé, a tomar aire.
SeungBae: Bum, de qué estás hablando?
Tú madre está aquí y si no te encuentra en esta casa conmigo, me colgará.
Yoon Bum: Necesito pensar en algunas cosas. Tranquilo, voy a volver c:
Guardé mi celular sin importar cuántas veces sonara y comencé a caminar.
Este asunto de la sobreprotección también me había cansado. ¿Peligro de muerte por ser rico? Suena muy dramático.
Con la cabeza hacia abajo, pensativo, sentí que había golpeado a alguien con mi hombro.
Rápidamente volví mi mirada.
-Ah, lo siento- me disculpé con mi estúpido tono de voz suave.
El sujeto que vi era más alto que yo, era raro. No solo por la belleza exótica que tenía, si no por esa mirada algo perdida, que luego se tornó fija mientras sonreía lentamente.
-Yoon Bum- dijo claramente.
¿Qué carajos? ¿Cómo es que este tipo sabe mi nombre?
Con inseguridad y algo de miedo, me atreví a responder.
-¿Y tú eres...?

¿La astucia o la psicopatía? - [KIlling Stalking] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora