Capítulo 1

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Los primeros rayos de Sol por la mañana empezaban a iluminar el oscuro océano, donde se divisaban que varios animales marinos daban a comenzar su rutina diaria; y claro, aunque sonará muy surrealista... sirenas.

Increíble, ¿no? Se cree que estos seres sólo existen en cuentos de hadas, y realmente han preferido que se quedara así. Otros, creen que existen, pero los tachan de locos. En fin, creen que son mujeres hermosas, que cantan una dulce melodía que hipnotiza a los marineros de grandes barcos y los obligan a saltar por la borda hacia el océano; otros creen que estas son simplemente seres inofensivos, que cuidan del gran océano y de sus habitantes... cada quien tiene una idea de cómo son.

Lance, tritón y habitante de la ciudad Utopía. Despertaba al sentir los primeros rayos cálidos del Sol acariciar su piel morena, lo que le daba a significar que comenzaba un nuevo día, pero la misma rutina de siempre.
No le molestaba su rutina, al contrario, le encantaba. Esta se componía de salir de su hogar e ir a la de su leal amigo, Hunk, a buscarlo y que le acompañara a la aventura. De vez en cuando, les acompañaba Pidge; una sirena un poco menor que ellos dos, pero que esto no te engañe, ella es bastante astuta.

Los tres juntos, siempre visitaban el arrecife más cercano a ellos. A Lance le encantaba jugar con los pequeños peces, y de vez en cuando Hunk, le seguía el juego. Pidge sólo se limitaba a observarlos, mientras identificaba cada pez que merodeaba por ahí.

Pero ese día, algo cambió. Y parece ser que había un nuevo ser... no era un pez, ni mucho menos un tiburón.
Porque este nuevo ser no tenía cola, ni aletas, ni branquias; tenía piernas. O fue así como Pidge dedujo que se llamaban, ya que los únicos seres que las tenían, eran humanos.
Se tenía estrictamente prohibido tener contacto con ellos, nadie debía saber sobre la existencia de sirenas; ya que consideraban a los humanos como una amenaza a la especie.

Hunk, Pidge y Lance nadaron lo más rápido posible a esconderse, y también al ver que tenían oportunidad de irse; la tomaron y se largaron con discreción. Pero algo estaba mal, ellos estaban en un lugar en el que nunca habían estado antes... y que también, era demasiado peligroso.
No era nada más ni nada menos que la zona de playa, en donde se divisaba varios, y varios humanos en ella. Esto sólo hizo que Hunk entrara en pánico, y vomitar también por demasiados nervios a que los descubrieran ahí. Detrás de una gran roca que los escondía de la vista de los seres humanos.

—"Lance, será mejor que nos alejemos de aquí cuanto ant-" Hunk, no pudo terminar de decir la palabra cuando empezó a vomitar. Lance hizo una mueca de asco, y Pidge se alejó de la zona en donde este había vomitado; que parecía que esta también parecía a punto de hacerlo por tanta repugnancia que le causó.

—"Oh vamos Hunk, no nos verán desde aquí. Además, amigo... ¿qué fue lo que comiste? Dios, eso se ve realmente asqueroso." Dijo Lance, refiriéndose al vomito de Hunk.
—"Chicos, observen eso." Pidge, señaló lo que parecía ser un humano intentando surfear una ola. Cambiando el tema del vomito, antes de que ella vomitara por tanto asco.
—"¿Qué es lo que se supone que hace?" Dijo Lance.
—"No lo sé, ¿montar la ola?" Dijo Hunk, asomándose con cuidado de no ser visto por encima de la gran roca. Y con el cuidado de no volver a vomitar.
—"¿Montarla? Será que como ellos no tiene cola, ¿la montan?" Volvió a hablar Lance, esta vez viendo a Pidge.
—"Parece más que lo hacen por diversión que por querer controlar la ola." Aclaró Pidge.
—"Que cool." Lance regresó la vista hacia el que montaba la ola. Con una sonrisa y un rostro soñador.

Esta vez, empezó a enfocarse en el rostro del ser humano que estaba montando la ola. Alcanzó a divisar que, tenía cabellos oscuros y recogidos en una pequeña coleta, dejando caer mechones de pelo hacia su rostro. Ojos violeta, y una piel pálida que no se veía afectada por los fuertes rayos de Sol. Lance abrió bastante los ojos, debía de admitir que, aquel humano era bastante lindo.

—"Hey, chicos... ¿No creen que el humano que está montando la ola, es algo... lindo?" Lance recargó la cabeza de lado sobre sus brazos que estaban apoyados en la roca. Con un leve sonrojo en las mejillas.

Hunk y Pidge se miraron, luego a Lance, y finalmente al humano. Tardaron al menos 10 segundos en responderle.
—"¿Hablas en serio?" Dijo Pidge.
—"¡POR SUPUESTO QUE SÍ! ¿Por qué no debería?" Lance se giró hacia Pidge, enfadado por aquello anterior.
—"Porque es un humano." Esta vez habló Hunk, con un rostro de ligera preocupación.
—"¿Qué tiene que sea humano?" Dijo Lance, frunciendo el ceño.
—"Se nos prohíbe cualquier contacto con ellos..."
—"Se nos prohíbe esto, y el otro, y bla bla bla... ¿Cuándo seremos libres?"
—"Es por el bien de la especie. Si un humano descubre nuestra existencia, estaríamos en problemas." Dijo Pidge, con aire de seriedad.
—"¿Por qué estaríamos en problemas? Jamás comprendí eso."
—"¿No has visto cómo cazan a los peces y tiburones en el océano? Como la vez de la pequeña ballena..." Dijo Hunk, que fue bajando el volumen de voz al recordar aquel triste hecho que vivieron los tres.

Y era cierto, Lance lo sabía; los seres humanos eran seres crueles, despiadados y sin sentimientos. Arrasaban con todo, con cada especie marina... hasta dejarlas en peligro de extinción. O en otros casos, extintos. Por ello mismo, la Gran Sirena prohibió cualquier contacto con ellos, y vivir toda una vida escondidos en lo más profundo del océano.

—"Lance, ya está oscureciendo. Si no aprovechamos la poca luz de Sol que queda; no podremos ver bien hacia dónde vamos y jamás llegaremos de vuelta a Utopía." Dijo Hunk, dando la vuelta y volviendo a sumergirse bajo el agua. Pidge, observó por unos segundos con rostro de pena hacia Lance, antes de que se volviese a sumergir bajo el agua.

Lance soltó un suspiro y se sumergió bajo el agua también. Sus amigos le estaban esperando, pero esto sólo empezó a nadar de regreso a Utopía cabizbajo. Hunk y Pidge se limitaron a nadar tras de él, un poco tristes ante la situación de su mejor amigo.

| ¡Hey! Sí, ahora Klance ji ji... Bueno, me sentía muy inspirada y pues, no sé. Decidí escribir un fanfic de ellos dos <3  Tal vez tenga muy pronto el segundo capítulo, en fin. Espero que les guste este primer capítulo, que aún no hay Klance pero ;;
En el segundo lo habrá, lo prometo.¿ |

The Mermaid [Klance]. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora