La noche había llegado, y con ello todas las criaturas del océano dormían en sus ya respectivos hogares. Más allá de la oscuridad, una pequeña luz resplandecía dentro de una sencilla vivienda, dentro de ella se encontraban dos seres aún despiertos.
Lance vio de manera desafiante a su padre antes de que explotase por todo lo que había sucedido por la tarde. ¿Qué era a lo que trataba de llegar con aquella ofrenda? Lance sabía que lo había hecho por una razón, y no descansaría hasta saberlo.
—"¿Qué fue lo de hoy?" Exclamó Lance, lo suficientemente fuerte como para que su padre lo escuchara alto y claro.
El adulto no se inmutó y continuó a su respectiva habitación. Esto sólo hizo que Lance enfureciese más.
—"Te estoy hablando, ¡no me ignores después de lo que hiciste hoy!"...
—"No estoy ignorándote. Tú sabes muy bien lo que hice." Dijo, a diferencia de Lance, él parecía estar de lo más tranquilo. Casi como si lo que había hecho no era de tanta importancia.
Pero lo era, y lo sabía mejor que nadie.
—"Ah, ¿no? Entonces, ¿por qué no mejor me explicas lo que sucedió hoy? Porque no he entendido tu mensaje." Lance frunció ambos ceños y entrecerró los puños; detestaba cuando alguien tomaba esa actitud de "no sucedió nada importante aquí" cuando sí era el caso. Más con su padre, que después de mucho tiempo que no entablaba conversación con él, no lo consideraba como uno.
—"Ya es hora de que madures y lo aceptes, hijo."
—"No me llames hijo, porque desde que mamá murió y tú dejaste de criarme a mí y a mis hermanos... lo dejé de ser hace mucho." Respondió Lance. Y aunque le doliera, era la verdad.
La cruel realidad.
Ahora era el adulto el que tomó la posición defensiva, dando la media vuelta y viéndolo directamente a los ojos de el menor.
—"Me refiero al asunto de que asumas tu responsabilidad y aceptes que tú la asesinaste. Negarlo toda la eternidad no hará que la traiga de vuelta."—"Cállate."
Todas las emociones que llevaba guardadas se volvieron un nudo en su garganta, que con gran esfuerzo trataba de tragar para no darle la oportunidad a su padre de que lo viera llorar. Él, que adoraba tanto a su madre, ¿cómo habría sido capaz de hacer aquello? No lo conocía para nada, para nada. Ya estaba bastante cansado de que la gente le viera con ojos de asco, que lo juzgaran. Porque era el único testigo de la verdad, y al ser el único, levantaban las sospechas que el mismo la había asesinado con sus propias manos. Pero no, admitía que pudo haber evitado aquel evento tan desgarrador...
pero él es un cobarde.—"Yo... yo no hice eso."
—"Hm, no suenas convincente."
—"Cierra la boca. No tienes pruebas."
—"Como tú. Mi única prueba es que tú eras el único con ella."—"Te detesto."
Lance, al decir esto salió nadando fuera de aquel lugar; ya no le importaba nada. Si lo que querían todos era que desapareciera, eso haría. Sabía que era un estorbo, para su familia y sus amigos.
Lágrimas amargas nublaban su vista, por lo que dejó escapar unas cuantas.
Nadó y nadó, sin mirar hacia atrás....
—"Lance...
No llores."
...
El único lugar en donde podía esconderse.
Y ahí estaba, otra vez.
Lance se escondió dentro de una de las cavernas, desde abajo del agua, observaba pasar uno que otro pez. Se recostó sobre la suave arena y cerró sus ojos; estaba cansado, y era arriesgado dormir por ahí.
Pero ya no le importaba.
Dejó escapar un suspiro, y con ello, cayó en profundo sueño.Tiempo después...
El agua revolvía sus cabellos castaños y acariciaba su rostro, unos pocos pececillos le provocaban cosquillas en su cola, lo cual hizo que se despertara con pequeñas risas.
—"Buenos días." Dijo, y pudo sentir como el agua le abrazaba cálidamente, era casi como si su madre fuera el océano en ese momento.
Ojalá fuese así.Se levantó de la arena y decidió buscar algo que comer; sí, las sirenas comen, como todo ser vivo. Encontró unas pocas algas unos metros alejadas del arrecife, con eso bastaría como para darle energías.
No podía evitar pensar en lo sucedido el día anterior, eran tantas cosas... ya no podía más, necesitaba sacar toda esa mierda fuera. Necesitaba a sus amigos, pero ellos estaban en la ciudad. De la cual él había escapado.
Se quedó observando un pequeño pez nadando en frente de sí, inexpresivo.
—"Ojalá fuera tú."Segundos después, se escuchó desde la superficie como unos pies chapoteaban en el agua, y lo único que pudo pensar fue...
Keith.
Keith, ahora que lo pensaba bien... tal vez sólo lo veía como un amigo.
O igual ni siquiera eran eso. Ahora que tenía mucho más en que pensar, no sabía nada, ni qué día era.Con precaución ante todo, se fue acercando a la tabla; después de un rato confirmó que era el azabache y asomó la cabeza encima del agua. Lo cual rápidamente notó el humano.
—"Hola."
— "Hey..."Keith pudo notar algo diferente en Lance, en sus ojos. Que a pesar de estar sonriendo, sus ojos no brillaban, no estaba aquel hermoso azul. Mostró un rostro de preocupación y preguntó.
—"¿Te encuentras bien?" Dijo.
—"... Ni siquiera lo sé. " Contestó Lance, dejando escapar un suspiro.Keith siguió con la misma expresión, no sabía que decir. Jamás encontraba palabras para animar a alguien decaído, por más que quisiera ayudar. Lo único que hizo fue acariciar los cabellos castaños del moreno, como una muestra de que le importaba su estado.
—"... Keith."
—"¿Hm?"
—"... ¿Tienes familia?"Lo pensó muy bien antes de responder, porque se tardó un buen rato. La mayor parte de su adolescencia la pasó buscando respuestas respecto a su familia, lleno de odio y rencor. Pero ahora, simplemente lo aceptó, se cansó de buscar.
Pero una parte de sí todavía guarda el rencor, muy, muy profundamente enterrado.—"... Nunca conocí a mi madre, mi padre me abandonó a la edad de 10 años. Dos años después me adoptó una familia, y fui creciendo con odio y rencor hacia mis padres, hasta ahora."
Lance echó una mirada hacia Keith, que ahora miraba fijamente a sus pies que se movían bajo el agua e inexpresivo. Luego comentó:
—"Mi madre murió por mi culpa, mi padre me detesta y tuve que escapar de casa. Lo único que me queda ahora son mis amigos..."
—"Me tienes a mí, también." Agregó Keith.El moreno bufó y sonrío débilmente, con un ligero sonrojo en sus mejillas. Pero no duró mucho porque su rostro se había vuelto a apagar, al parecer una triste memoria había pasado por su cabeza.
—"No sé que habría hecho sin ellos, mis amigos...
Tal vez, sin ellos, ni siquiera estaría hablando contigo."
—"¿A qué te refieres?" Cuestionó Keith.
—"... Cosas."| OSTIAAAAAAA AKKSLDLDÑÑFÑDLDLDNDNDNDMDKD, ¿1k? JLDLFLFIOGLFKFLF GRACIAS A TODOS ; v ;
ES QUE NO ME LO CREO, OMG. NO PENSÉ QUE PEGARÍA TANTO MI FANFIC JAKALSLSL ;;
GRACIAS, PORQUE SIN USTEDES ESTOY NO SERÍA REAL. No me había fijado hasta ahora que actualicé, me hubieran visto ahí en la cama convulsionando.¿?
En serio, muchas, muchas gracias. Al principio pensé que esto no funcionaría, y miren ;u;
No queda otra más que celebrar. ???¿¿Qué proponen? , ¿que no me tarde en subir el siguiente capítulo? Ahre no. Bueno, haría algo pero no sé qué.
En fin, nos leemos pronto. <3 |
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The Mermaid [Klance].
FanficLance siempre guardaba una curiosidad hacia los humanos, observando de lejos como interactúan entre sí y la naturaleza. Jamás llegó a pensar, ni siquiera le rozó a la cabeza, el hecho de que un día llegaría a interactuar con uno. O enamorarse.