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Tsukishima abrió los ojos y sintió el calor del sol acariciar su rostro a través de la ventana del autobús. Quiso moverse, pero notó el ligero cuerpo de Yamaguchi, plácidamente dormido, contra el suyo.
Lo observó detenidamente, esos ojos cerrados, acabados por una densa y larga capa de pestañas, esa fina nariz, vestida con las más bonitas pecas del universo y esos hermosos labios, carnosos, pidiendo a gritos besos apasionados; besos que él estaba dispuesto a darle.
Se recompuso, sacudió la cabeza i miró de nuevo por la ventana, no sin darse cuenta de que su mano aún seguía entrelazada con la del moreno.
Una pequeña sonrisa acechó su rostro e, inspirando, apretó con afecto la mano de su chico, que se removió y se acomodó en su pecho.
Esbozando una sonrisa por el movimiento del pecoso, cerró los ojos y reclinó la cabeza hacia atrás, disfutando del calor que le brindaba el cuerpo de Yamaguchi, tan reconfortante.
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Finalmente, después de un largo trayecto llegaron a su destino y ahora, el primero en despertar fue Yamaguchi.
Miró su mano y alterado, levantó la cabeza para ver que Tsukishima aun seguía dormido.
Se deshizo delicadamente de sus dedos y, embobado, le acarició suavemente la mejilla. Al darse cuenta de lo que acababa de hacer, retiró rápidamente la mano y miró a su alrededor, apresurado, deseando que nadie lo hubiera visto.
Se recompuso y con voz suave se dirigió al rubio.
-Tsukki, hemos llegado...
-Hmmm....- contestó Tsukishima, aun medio dormido.
-Vamos Tsukki, despierta...
Sacudió suavemente a su amigo y este, finalmente, despertó.
Se desperezó y fijó sumirada en Yamaguchi que brillaba con los tonos rosados del amanecer que se colaban por la ventana del autobus.
Sonrió levemente y él le devolvió la sonrisa, tímido.
-...eres precioso...- dijo bajo los efectos del sueño y de tal imagen.
Yamaguchi no escucho tal declaración, pues si no solo la voz de Tsukishima era debil, él estaba embobado mirando al chico con el que, hacia unos días no había podido parar de pensar.
La voz estridente del profesor acabó enderezándolos: los dos se levantaron, un poco avergonzados, y salieron del autobús.
Habían llegado a su destino, una preciosa zona montañosa pintada por los tonos mas verdes y emmarcada con los mas rosados. Allí pasarían una semana, todos los estudiantes del curso juntos; Yamaguchi i Tsukishima. Max. Suko.
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Una vez todos tuvieron sus maletas a mano, el profesor empezó a dividir los alumnos en distintas habitaciones.
Tsukishima no sabía qué criterio iba a aplicar el profesor para hacer las agrupaciones, pero no hacía nada mas que desar que tuviera la suficiente suerte como para ir con Yamaguchi.
Yamaguchi pero, tenia otras cosas en mente.
El profesor empezó anunciando los grupos de las chicas, que estarian en el primer piso de la casa.
-Habitación 1-A, Kayo, Miyu, Zurine, Habitación 1-B, Mei, Kiki, ...
Tsukishima perdió interés y solo reaccionó cuando escuchó su nombre.
-Habitacón 2-D, Tsukishima, Hinata, Kageyama. Podéis coger vuestras cosas e ir a instalaros.
Tsukishima, resignado, levantó su ligera maleta (era un hombre simple, no había traido mucha ropa) y empezó a andar hacia la casa.
Prefirió no dedicarle ninguna mirada al moreno pues habría dejado sus intenciones demasiado al descubierto y por eso siguió su marcha cabizbajo arrastrandi ligeramente el paso.
Hasta que algo lo dejó helado.
-Habitación 2-C, Max, Suko, Yamaguchi. Podéis ir entrando.
Un escalofrío recorrió la espalda del rubio al recordar esa tarde. Max, el pequeño que lo immovilizó mientras... Suko manoseaba a Yamaguchi.
No podía ser cierto.
Se giró rápidamente y buscó los ojos de su pecoso, ahora aterrorizados por las sonrisas lascivas que esos dos demonios le dirigían.
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Hasta aquí el capítulo
Sé que debo muchas explicaciones, siento haber dejado la historia colgada durante 3 años...
Hoy revolviendo entre las aplicaciones he encontrado Wattpad y he entrado por primera vez des del 2017.
El capítulo de hoy es un borrador que hice antes de desaparecer. Lo he retocado y aquí lo tenéis.
Espero que os guste y que me podáis perdonar.
Besos y carícias melosas,
Masato
ESTÁS LEYENDO
My Little Angel
Fanfiction¿Sabe alguien lo que se esconde bajo la sonrisa de un ángel? Más bien ¿tras la sonrisa de su pequeño ángel? (En este fic, Yamaguchi y Tsukishima no se conocen ni juegan a vóley. Lo sé, me he cargado media trama, pero es lo que hay.)
