CAPITULO 5

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-Puta madre.- dijo Kimey agachándose a juntas el desparramo de cristales.

-Yo te ayudo.- se ofreció de inmediato Lucio sin pensarlo,sacando se del hombro la guitarra que traía.

-No hace falta yo puedo.

-Pero deja me ayudarte...

-¡Te dije que yo puedo sola!.- le corto casi a los gritos

-Solo te quería ayudar.- Lucio frunció el seño.

-¡Esto es tu culpa así que deja me en paz!.- le rugió,arrepintiéndose apenas soltó la ultima palabra.Asustada,levanto la mirada de los cristales y se encontró con un gris frió,perturbado por el reflejo de la duda que pasaba por su mirada.

-¿Qué?...- fu todo lo que pudo decir,pues no sabia como interpretar ese comentario y menos esa cara de pichón asustado que tenia estampada en su hermosa cara.Kimey recomponiendo se eseguida arrugo su frente.

-Nada,no dije nada.- le  espeto levantándose para tirar los vidrios al sesto de basura.-¿Tenés todo listo para esta noche?

La cara de frustración de Lucio no era para menos,primero lo miro como si hubiera visto un fantasma,después lo trata duramente cuando el solo quiso ser amable y ahora le habla todo gentilmente cambiándole de tema como si nada.

Esa mujer estaba loca.

Pero no dejaba de pensar que esa mujer era hermosa y eso lo frustraba mas que su carácter;porque él no podía tener ese tipo de pensamientos por ella.

-Si...Solo tengo que instalar un par de cosas,ajustar  la guitarra y estoy listo.¿Queres que toque algo en particular?

Si,a mí ... Ese pensamiento la descoloco,no puso porque  se le cruzo por la cabeza pero se estaba poniendo roja.Nerviosa carraspeo para aclarar su mente y su voz que estaba mas que segura que le iba a salir rasposa sino se controlaba.

-No tengo preferencia,me gusta Las Pastillas del Abuelo,pero si te sabes algo mas ya sea en ingles o español por mi esta bien.- le aseguro sin mirarlo,simulando que estaba ocupada ordenando la barra.

Lucio sin decir nada más se dispuso a hacer lo suyo.Después de media hora ya tenia todo listo.

Los primeros acordes sonaron y se escucho a Soda Stereo por todo el lugar.No era una fanática de ellos,pero no pudo negar que cuando lo escucho cantar ya se sabia todo los temas y era fan numero uno.Se vio cantando las canciones en voz baja sin darse cuenta.La noche fue todo un éxito,las empanadas se vendieron docena tras docena y el nuevo entretenimiento atrajo mucha mas clientela.Para la una de la madrugada Lucio termino de tocar el ultimo tema.Había mucha gente cuando termino el show,así que Kimey lo quiso ayudar con el enredo de cables que había por el piso,pero tuvo tan mala o buena suerte,según como se lo vea,que termino tropezando,por segunda vez por un cable y fue a parar al pecho de alguien,que al no esperarse tal cosa tambalearon y terminaron en el piso.

Kimey estaba arriba de un pecho duro,caliente y bien trabajado.Todo eso lo noto al poner sus manos en el torso tratando de hacer palanca para incorporarse,pero cuando subió la mirada,dispuesta a pedir disculpas,se congelo.

Sus ojos,otra vez,que mierda tenían esos endemoniados pero increíbles ojos que hacia que ella se convierta en una inútil,la hacia sentir que flotaba y se hundía,al mismo tiempo,en un mar gris tan profundo que sentía que el viaje era sin retorno.

Se miraron por un tiempo indefinido;Lucio se embeleso por esa mirada,jamas había  visto tal color de ojos,era como miel derretida y si los mirabas bien,veías que tenían pintas más oscuras aparentando  lava ardiendo.Sus ojos la definen a la perfección pensó,parecía delicada como la miel a primera vista,pero era fuerte como la lava.Se admiraron sin prisa,olvidándose del entorno,solo ellos dos en su mundo Primero sus ojos,luego sus narices y por ultimo sus labios,para ese entonces ya estaban tan cerca el uno del otro  que sus alientos agitados por el acercamiento y los latidos acelerados que sentían en sus corazones ,chocaron como dos corrientes de aire que van a colapsar.Se miraron,se olieron,sus perfumes,una mezcla perfecta entre el dulce aroma de ella y el varonil de él,sintieron el calor que irradiaban sus cuerpos en contacto,sus labios se iban acercando cada vez más,estaban por probarse,por fundirse en un beso que sentían que iba a saber a gloria pero tan peligro y prohibido como la fruta de la tentación.

-¿Interrumpo algo?- sonó una voz femenina que los miraba con los brazos cruzados en su pecho,lanzando dardos envenenados con los ojos a esa chica que estaba arriba de su pareja  y a él quería clavarle sus garras en la yugular por mirarla de esa manera,como si quisiera comérsela por los ojos.

Lucio abrió los ojos como platos y miro con miedo y asombro sobre el hombro de Kimey.

-Flor...

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foto de Kimey 

EL CAMINO DE LAS PIEDRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora