Capitulo 2 El imbécil de la canoa

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Día 2

Amanecimos como nuevas, con energías renovadas, dispuestas a comernos Brasil a
bocados, era nuestro primer día y lo íbamos a pasar en el incomparable marco de la
playa de Ipanema, nos enfundamos para la ocasión nuestros mini bikinis, shorts y top de
tirantes para que nos diera un poco el sol aprovechando el paseo hacia la playa.
No dejé de pensar en Isaac desde que abrí los ojos, se nos pegaron las sábanas
hablando de el en mi cama, cerraban el servicio de desayunos y Chloe intentaba
tranquilizarme asegurándome que sería imposible volver a coincidir con el de nuevo,
Rio de Janeiro era enorme, las probabilidades eran prácticamente nulas, y con ese
tranquilizador pensamiento me bebí un café bien cargado para espabilarme junto a unos
bollos buenísimos. Chloe en cambio comía fruta sin parar alegando en su defensa tener
que mantener la línea porque se acercaba la semana de la moda de París y necesitaba
estar en forma. En recepción con una gran sonrisa nos esperaba Dangelys que en cuanto
vio que íbamos con toallas nos hizo subirlas a la habitación y dejarlas de nuevo en la
maleta.
- Chicas en Río de Janeiro no se va la playa con toalla, sino con Kanga- la miramos
como si le hubiera salido una segunda o incluso tercera cabeza.
- ¿Y se puede saber qué es eso del Kanga?- preguntamos casi a la vez riendo.
- Los Kangas son típicos aquí- Respondió Dangelys con una sonrisa.- ahora veréis
de que se trata- salimos del hotel y el sol nos dio la bienvenida en todo su esplendor.
Dangelys nos contó en que consistían los Kangas mientras paseábamos, y se robó
nuestros corazón al llevarnos a tomar unas ricas Caipirinhas en el mejor sitio donde las preparaban de Rio de Janeiro, prometiendo volver a ese bar a tomarnos otro a la vuelta.


De carácter afable y alegre, Dangelys narraba anécdotas divertidas por el Paseo de la


playa de Ipanema consiguiendo que nos diera en muchas ocasiones un buen ataque de


risa. Una cosa que me llamó la atención es que no paraban de saludarla los chicos que


pasaban por nuestro lado, haciendo Skate, otros patinando, otros que pasaban


corriendo, surferos con sus tablas camino de la playa, ciclistas, y hasta culturistas,


todos iban pasando semidesnudos y con la piel brillante, y todos parecían conocerla,


llegué a pensar que caminábamos junto a una celebritie, bien podría serlo, Dangelys era


una belleza racial impresionante, alta y morena, tenía físico de supermodelo. El famoso Kanga por fin se reveló ante nuestros ojos, de diferentes colores y


motivos, Dangelys regateaba con el vendedor mientras nos decidíamos, los dibujos eran


preciosos, verdaderas obras de arte sobre la tela. Finalmente compró un par para cada


una a muy buen precio no permitiendo que pagáramos. La realidad es que nos sentimos


integradas llevando en las caderas el famoso Kanga cuando nos deshicimos de los


shorts antes de salir de la tienda, no veíamos un solo carioca llevando toalla de playa


por el paseo.


Paseando entre el bullicio de la gente, era imposible que mi cabeza no volara a


miles de Kilómetros de distancia de aquí. La diferencia de clima era extremo, y los


típicos sonidos de una ciudad como Rio de Janeiro me hacían sentir un poco fuera de


lugar. Pensé en Joseph, estaría ahora mismo tapado hasta las orejas, y ese pensamiento

la locura de nayade - Chloe Magne Donde viven las historias. Descúbrelo ahora