VI· Sé tú misma

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Pov Lauren:


Sabía que de un momento a otro, esto iba a pasar. Sabía que Camila necesitaba saber por qué me fui, pero no estoy lista para confesarle el motivo de mi huída. Desde fuera puede parecer que no es tan malo que alguien se enamore de su mejor amiga, pero para mi lo era. Para mi era duro de afrontar, lo juro. Ponéos en situación; quieres decirle que la amas desde el puto momento en que la viste pero tu mente no para de darle vueltas a la idea de lo que pueda pasar, y cuándo por un instante estás decidida por mandarlo todo a la mierda y decirle lo que sientes, te paras. Te paras y piensas. Piensas en que quizás ella sea mucho más feliz con otra persona, que puede sonar muy típico pero en ese momento sólo piensas en cómo hacerle el bien. Y la poesía lo dice: "Quitarse el escudo

es el primer paso

para ganar una guerra".

Pero por mucho que me guste esa idea, parece que mi mente ni antes ni ahora está lista para ganar.




Pov Camila:


Quería saberlo. Aunque estuviese feliz con la presencia de Lauren quería saber qué fue lo que pasó para que se fuera. O qué fue lo que hice mal incluso.

No me ha contestado. Parece que piensa que le puedo leer la mente o algo porque estoy segura que de las millones de palabras y cosas que tiene que decirme lo ha resumido a 3 sólo para no cagarla más. Pero eso está bien por una parte, porque supongo que eso significa que quiere hacerlo bien, o al menos eso parece.

Camila: ¿Lauren?

Lauren: Dime.

Camila: ¿Por qué lo sientes?

Lauren: Lo siento por todo lo que pasó. Lo siento por haberte dejado sóla Camila. Lo siento porque hay una batalla en mi interior que llevo estos 4 meses que hemos estado sin vernos intentando resolver, bueno, de hecho llevo desde que te conocí intentando resolverla. No te merezco.

Camila: ¿Por qué dices eso? ¿Qué batalla interior Lauren?

Lauren: Ven conmigo a cenar esta noche Camila, te lo pido por favor. No creo que un trastero lleno de muebles y polvo sea el mejor lugar para resolver todo esto.

Camila: Umm... sí, claro. Supongo que tendré tiempo otro día para terminar con esto, al fin y al cabo ya no queda tanto.

Lauren: Perfecto. ¿Quieres que pase a por ti a las 9? No quiero que sepas a dónde vamos.

Camila: Jumm... ¿vas a preparar ahora la cita que llevas intentando pedirme durante 1 año?

Lauren: ¿Qué? Yo... ummm... osea, a ver, no es que lo tuviese preparado ni nada, osea, creo, porque umm... ¿tu lo ves como una cita? Es decir, si tu lo ves como una cita y te parece bien pues yo encantada, o no, osea, sí, espera, pero no quiero que pienses que te estoy pidiendo una cita si no quieres porque técnicamente puedes ser sólo una cena, a ver, no le estoy quitando importancia porque obviamente va a ser especial, pero no especial tipo cita, ¿me entiendes? yo...

Camila: Oye, oye, oyee, Lauren, estaba de broma. Era sólo una broma. ¿Por qué te pones tan nerviosa?-pregunto mientras me río.

Lauren: ¿Qué? ¿Yo nerviosa? Nah, estaba actuando, sé que amarías tener una cita conmigo Cabello -me guiñó el ojo.

Camila: ¿Y quién te ha dicho que no voy a tener esa cita, Jauregui?

Y ahí está de nuevo, la Lauren nerviosa e inquieta que conocí en su día. Sé que lo he repetido millones de veces desde que se presentó en mi casa pero dios, la echaba muchísimo de menos. ¿Pero a quién coño estoy engañando? Me gusta joder, me gusta Lauren Jauregui, y aunque mañana me pueda arrepentir de todo lo que he dicho hoy, esta va a ser la mejor noche de mi vida, yo voy a hacer que lo sea.

Lauren: A las nueve en tu puerta, Cabello.

Camila: A las nueve en mi puerta, Jauregui, cuídate.


Kisses and poetry (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora