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Domingo 16 abril 2017

Su risa es hermosa.
No deje de cargarla hasta que llegamos a la calle.

Y ella pudo parar de reír, al igual que yo.
Solo la miraba. Era tan hermosa que dolía.

Ella captó mi mirada y la sostuvo, pero falló; sonrojándose como un tomate. Se río aun mas fuerte.

~¿Y bien?

Ella pregunto por fin.

׿Y bien qué?

~Ya salimos del hotel, estamos a unos pasos de la playa. ¿A donde vamos? ¿Qué vamos hacer?

Vi a una pareja en una bicicleta doble. Ella también los vió.
Pararon un momento, tomaron agua y se besaron.

×Mmm, que buena idea.

~¿Que cosa?

La tome por el cuello y uní nuestros labios.

Podría pasar todo el día haciendo esto, y no podría  cansarme del sabor a sandía de sus labios.

P E C U L I A R E M | Asa Butterfield Donde viven las historias. Descúbrelo ahora