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Sábado 15 abril 2017

~Asa, si quieres que coma mi helado, necesito mi mano.

Me dijo fingiendo enfado. Le solté la mano un momento y deje que comiera lo último de su helado de cereza.

Jamás había conocido a alguien cuyo sabor de helado favorito fuera la cereza con nuez. Y que haya leído tantos libros, como para llenar una piscina pequeña. Que supiera tantas cosas de tantos temas. Cualquier pregunta, ella tenia una respuesta. Y aun no lograba entender, su amor por la comida; comía tanto, que era imposible entender su estilizada, bella y armoniosa figura. Había aprendido tanto de ella, que me asustaba quitar el color a esta hermosa obra de arte. Era sorprendente, como pude querer a una chica de no mas de 1.50 metros en solo una semana.

Y para ser sinceros, no quería soltarle la mano y dejarle ir...

Volví a entrelazar nuestras manos. Cuando se giró para replicar mi ya constante muestra de cariño, le tomé por las caderas y la besé.

Ruego por que todo esto sea pasajero...

P E C U L I A R E M | Asa Butterfield Donde viven las historias. Descúbrelo ahora