Entraron, pero no a quedarse

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Y a veces te extraño, siempre serás el primero,
el primero con quien pensé en ser yo mismo,
Ser abiertamente yo, y amarte sin miedo.

Siempre tuve miedo de lastimarte y tal vez por eso nunca te demostré todo lo que me importabas, y cuanto amor tenía para ti.

A veces me pongo a pensar viendo el techo de mi cuarto, nuestras caminatas, nuestras salidas a comer, me hacia feliz esperarte después de que terminabas de trabajar, nuestros caminos se entrelazaban en las horas pico del tráfico, y siempre te veía cuando te acercabas, parecías una mariposa monarca, revoloteando por todos lados con el ceño fruncido, como pensando que te deparara el futuro.

Me gustaba verte, me ponía nervioso la idea que me atraparas observándote.

A veces me odié, me odié por momentos porque te tuve tan cerca, pero nunca tuve el valor de hacer algo, siempre pensé en besarte cuando tomaba tu mano, o aquel día que te fue a dejar a la parada de tu bus, pero tenía tanto miedo, miedo de que no fuera suficiente yo para ti o miedo de que al final todo terminara y que ahora yo seria quien te lastimaría, nunca me lo perdonaría.

Aún te quiero, aunque te parezca raro aun lo hago, te quiero mi poeta de pestañas largas, que danza con la luna, y que anda con suéter siempre porque no quiere sentir frío de melancolía, te quise, y aunque lo dudaras nunca dejo de ser cierto.

                                                         
                                                                             Adiós.

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¿ Y si fuera yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora